La industria nuclear se lanza a conquistar China
Las grandes posibilidades que representa el mercado chino para los productos, servicios y empresas norteamericanos volvieron a ser ayer el principal argumento de los partidarios del deshielo de las relaciones entre Washington y Pek¨ªn. La cumbre entre los presidentes norteamericano y chino, B¨ªll Clinton y Jiang Zemin, respectivamente, tuvo, de hecho, m¨¢s contenidos concretos en el ¨¢rea comercial y econ¨®mica que en lo pol¨ªtico y diplom¨¢tico. Varias empresas norteamericanas, principalmente las de los sectores nuclear y aeron¨¢utico, se frotaron las manos tras las noticias y acuerdos de ayer.
El acuerdo m¨¢s importante para Estados Unidos es el que se confirm¨® ayer y que permitir¨¢ abrir mercado chino a la venta por empresas norteamericanas de productos nucleares. El pretexto es la promesa china, que no convence a algunos senadores norteamericanos, como el presidente del Comit¨¦ de Relaciones Exteriores, Jesse Helms, de no vender Ir¨¢n, Pakist¨¢n y Siria material nuclear ni misiles antibuque.Estados Unidos y China firmaron en 1985 un acuerdo sobre operaci¨®n nuclear para fines pac¨ªficos, que no ha entrado en vigor porque ning¨²n presidente norteamericano ha podido asegurar al Congreso que Pek¨ªn no iba a desviar el material nuclear hacia otros pa¨ªses. Clinton ha recibido grandes presiones en este asunto por parte de la industria nuclear norteamericana, que calcula que el mercado nuclear civil chino supone un negocio que puede alcanzar los 60.000 millones de d¨®lares (nueve billones de pesetas), dado que China va a necesitar en las pr¨®ximas d¨¦cadas una fuerte inversi¨®n en nuevas fuentes de energ¨ªa para 1.200 millones de habitantes. Est¨¢ prevista la construcci¨®n de150 centrales en los pr¨®ximos 40 a?os.
El acuerdo nuclear tambi¨¦n servir¨¢ para contribuir a la reducci¨®n del enorme d¨¦ficit comercial que Estados Unidos tiene con China. El super¨¢vit chino, sobrepas¨® los 5.200 millones de d¨®lares en el mes de agosto y 30.000 millones en el a?o 1996, es uno de los grandes puntos de fricci¨®n entre los dos pa¨ªses. Las empresas norteamericanas desean sembrar y cosechar en los mercados de China, el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo y una econom¨ªa en crecimiento explosivo.
Washington se queja de las barreras impuestas por Pek¨ªn a sus productos, servicios y empresas. Los sectores financiero y de servicios son f¨¦rreamente controlados por Pek¨ªn. Los chinos responden que los norteamericanos son responsables de su d¨¦ficit por no querer venderles su material nuclear, ordenadores y productos inform¨¢ticos y otros bienes de alta tecnolog¨ªa.
Otro acuerdo importante, que se firmar¨¢ hoy en el Departamento de Comercio, es el contrato entre Pek¨ªn y el fabricante aeron¨¢utico Boeing para vender 50 aviones por un valor que ronda los 3.000 millones de d¨®lares.Organizaci¨®n de comercio
Por su parte, Jiang busc¨® durante su visita a la Casa Blanca el apoyo de Washington para su entrada en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC). Clinton ya hab¨ªa puesto una condici¨®n: que Pek¨ªn d¨¦ pasos importantes para abrir sus mercados. Jiang tambi¨¦n intent¨® obtener del presidente norteamericano un compromiso para conseguir que China logre de modo permanente el estatuto comercial de naci¨®n m¨¢s favorecida. Cada primavera, la renovaci¨®n de ese estatuto -que en la pr¨¢ctica implica un acceso normal a los mercados de EE UU- provoca duras discusiones en la Casa Blanca y el Congreso.
Jiang sabe que para lograr esos objetivos, adem¨¢s de con Clinton, tendr¨¢ que lidiar con un Congreso que en general ve los asuntos chinos con un fuerte escepticismo. Durante los ¨²ltimos a?os, muchos congresistas han recibido llamadas del US-China Business Council, un lobby chino en Washington que cuenta con una plantilla de unas 15 personas. La influencia de este grupo de presi¨®n es menos conocida que la del lobby anti-chino, pero dentro del Capitolio act¨²a de manera muy h¨¢bil.
Gracias a los esfuerzos del US-China Business Council, la mayor¨ªa de los congresistas de los Estados con importantes empresas agr¨ªcolas, aeron¨¢uticas y de alta tecnolog¨ªa desean mejorar las relaciones con China. En su segunda jornada en Washington, Jiang visitar¨¢ hoy el Congreso.
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