Limpio futuro

Ismael Serrano va lanzado. Su ¨¢lbum Atrapados en azul ha conseguido situar al joven cantante y compositor entre las novedades m¨¢s interesantes de la temporada. El jueves dio por primera vez el salto a un gran escenario. Y lo hizo con mucha dignidad. No es f¨¢cil pasar directamente de los peque?os caf¨¦s al Palacio de Congresos, que registr¨® un lleno ejemplar.Abri¨® fuego ¨¦l solo con su guitarra y una canci¨®n cuajada de melancol¨ªa, Qu¨¦ va a ser de m¨ª. Desde ese preciso instante, se gan¨® al respetable, con abrumadora mayor¨ªa de universitarios bien aseados y de mirada limpia, como la propia m¨²sica de Serrano. No dud¨® un instante en confesarse cantautor, aunque ese nombre va quedando ya en desuso. Mucha gente prefiere hablar, simplemente, de artistas, m¨²sicos. Se le notan influencias de Serrat, de Aute, de Silvio Rodr¨ªguez. Pero ¨¦l tiene una acusada personalidad a la hora de componer e interpretar. Los maestros son referencias que ¨¦l sugiere con respeto, con cari?o.

Al lado de canciones netamente reivindicativas y cr¨ªticas, pero no amargas (Pap¨¢, cu¨¦ntame otra vez; Atrapados en azul; M¨¦xico insurgente) se recrea con temas de amor donde el previsible despecho se transforma en ternura, en una vaga tristeza que encandila a las mujeres. De hecho, no dejaron de piropearle, en especial una tal Laurita, que permaneci¨® en ¨¦xtasis durante todo el concierto.

Tambi¨¦n hay humor, un humor verde oliva, por ejemplo, en Yo quiero ser muy promiscuo, donde canta: "Yo quiero ser muy promiscuo / y revolverme en el lodo / del pecado original; / porque estoy un poco harto / del pecadillo de On¨¢n". Tama?o manifiesto, en boca de Serrano, no implica incitaci¨®n al libertinaje, sino a- la liberaci¨®n: hay que conocer gente y compartir con ella sin complejos los placeres del cuerpo y del alma.

Todos los artistas invitados fueron vitoreados por el p¨²blico. Y los m¨²sicos estuvieron a la altura de las circunstancias. El artista se movi¨® por el escenario de forma irregular. Se notaban los nervios y la responsabilidad. Serrano, entre canci¨®n y canci¨®n, se siente algo inseguro, cosa que intenta paliar con frases ingeniosas, l¨²cidas, pre?adas de complicidades de variada lectura. Si Ismael Serrano se deja dirigir esc¨¦nicamente, puede que estemos ante un artista de amplia proyecci¨®n, tanto para los ambientes intelectuales como para el gran p¨²blico. Hay un limpio futuro por delante.