"En Madrid hay pocos ni?os en la calle, y eso dice poco a su favor"
Hace ocho a?os que fue abuelo, y eso para ¨¦l es muy importante. No en vano Francesco Tonucci ha dedicado gran parte de su vida a los ni?os. Este prestigioso psic¨®logo de 58 a?os, miembro del Instituto Nacional de Psicolog¨ªa del Consejo Nacional de Investigaciones de Roma, acaba de presentar en Alcobendas su libro La ciudad de los ni?os.En su obra pide a los adultos que se acuerden de los m¨¢s peque?os no s¨®lo al dise?ar las ciudades, sino al vivir en ellas. Sus ideas se aplican ya en vanas urbes italianas y han permitido a los bambinos recuperar el dominio de las aceras, las calles y hasta los comercios.
Pregunta. ?Molestan los ni?os?
Respuesta. S¨ª. Y tienen derecho a hacerlo. Si no molestaran, no se har¨ªan adultos. Es su forma de conectar con nosotros. Incordiar es la experiencia m¨¢s importante de la infancia.
P. ?Hay que hacer una ciudad para los ni?os?
R. Eso ser¨ªa absurdo. El error est¨¢ en crear espacios y jardines s¨®lo para ellos. He visto muchos parques en Madrid y la mayor¨ªa est¨¢n dise?ados para que los adultos puedan vigilar a los peque?os, no para que ¨¦stos se diviertan.
P. ?Qu¨¦ cara se les ve a los ni?os de Madrid?
R. Casi no se les ve. Hay pocos ni?os en la calle, y eso dice poco en favor de una ciudad. Es como si Madrid escondiera a sus ni?os.
P. ?Por qu¨¦ ya no se ve a tantos ni?os en la calle?
R. Lamentablemente, hoy no se soporta a un ni?o jugando, y Madrid no es una excepci¨®n. En el centro hay patios, escaleras... Y seguro que hace a?os los ni?os jugaban ah¨ª. Ahora se les chantajea con frases como "t¨² puedes ir a ingl¨¦s, a inform¨¢tica o a k¨¢rate, y yo s¨®lo pude jugar en la calle". Los padres olvidan que eso es precisamente lo que quieren los ni?os. En esta ciudad parece que, como en muchas otras, los peque?os van de la escuela al televisor sin pasar por la calle.
P. Con el tr¨¢fico de Madrid,?no es arriesgado jugar en la calle?
R. ?se es un problema de los adultos. Los ni?os no crecen si no cruzan solos una calle o se pierden por los recovecos de sus barrios.
P. ?Qu¨¦ le falta a Madrid para que los ni?os sean m¨¢s felices?
R. Casi todo. S¨®lo se han acordado de construirles cosas aburridas como parques sin c¨¦sped y con columpios seguros. Si un ni?o no se cae, nunca sabr¨¢ levantarse.
P. Y a los madrile?os, ?qu¨¦ les hace falta para hacer felices a sus hijos?
R. Dejar de utilizar la guarder¨ªa como perchero. Las madrile?as tienen lo que yo llamo s¨ªndrome de la madre taxista. Tienen tanta prisa que encierran a sus hijos en el coche y les llevan de un lado a otro sin que puedan disfrutar de la calle.
La Ciudad de los Ni?os. Fundaci¨®n Germ¨¢n S¨¢nchez Ruip¨¦rez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Francesco Tonucci
- Declaraciones prensa
- Acogida ni?os
- Centros acogida
- Gente
- Centros menores
- Ni?os
- Novela
- Servicios sociales
- Narrativa
- Menores
- Psicolog¨ªa
- Familia
- Centros penitenciarios
- Infancia
- Grupos sociales
- R¨¦gimen penitenciario
- Comunidades aut¨®nomas
- Pol¨ªtica social
- Literatura
- Comunidad de Madrid
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Espa?a
- Cultura
- Sociedad