La tromba de agua causa 21 muertos en Badajoz

Extremadura amaneci¨® ayer sobrecogida, en medio de una sensaci¨®n de p¨¢nico y desesperaci¨®n, en lo que ha sido la mayor cat¨¢strofe de su historia. El temporal se cobr¨® 21 v¨ªctimas (18 en Badajoz y tres en la cercana localidad de Valverde de Legan¨¦s) y varias m¨¢s se dan por desaparecidas, seg¨²n los ¨²ltimos datos facilitados por las autoridades. La relaci¨®n de muertos podr¨ªa incrementarse porque toda la provincia de Badajoz estuvo mucho tiempo in comunicada.

La mayor¨ªa de las v¨ªctimas estaban durmiendo en sus casas cuando tres peque?os arroyos, el Rivilla, el Matamoros y el Calam¨®n se desbordaron en apenas unos segundos. A partir de ese momento, se vivi¨® una situaci¨®n dantesca en la capital pacense y en Valverde de Legan¨¦s, las dos poblaciones m¨¢s afectadas. Las autoridades han declarado tres d¨ªas de luto oficial. La capilla ardiende ha quedado instalada en la parroquia de la Sant¨ªsima Trinidad, donde hoy se oficiar¨¢ un funeral al que asistir¨¢ el Pr¨ªncipe de Asturias.

La previsi¨®n meteorol¨®gica anunciaba precipitaciones, ocasionalmente fuertes y tormentosas en las primeras horas del jueves. Pero nadie imaginaba una cat¨¢strofe de esa envergadura. Hacia las dos y media de la madrugada, arroyos y r¨ªos, generalmente secos y por tanto sin regulaci¨®n, comenzaron a crecer con las lluvias que ca¨ªan torrenciales. Lo que sigui¨® fue un alud incontenible de agua, lodo y sangre.

El temporal alcanz¨® su punto m¨¢s violento en las primeras horas de la madrugada. Hasta entonces, una calma absoluta reinaba en la barriada Cerro de los Reyes, una zona marginal de la capital pacense, situada muy cerca de los arroyos Calam¨®n y Matamoros, y en la de San Roque. Sus cauces comenzaron a crecer hasta alcanzar los tres metros de altura. La avalancha de agua y barro golpe¨® brutalmente las viviendas. Ancianos, adultos y ni?os quedaron atrapados en sus casas. Algunos, posiblemente, perecieron sin salir a¨²n de la cama.

El agua se llev¨® a su hijo

Con l¨¢grimas en los ojos, Mar¨ªa, una mujer de unos 40 a?os, relat¨® las escenas que hab¨ªa presenciado cuando ya, en al calle, hab¨ªa logrado refugiarse en lugar seguro: "Una madre sosten¨ªa en sus brazos a un ni?o y gritaba y gritaba desesperada, viendo c¨®mo el agua se llevaba a otro hijo".Cuando la avalancha de agua destroz¨® puertas y ventanas y aneg¨® las primeras plantas de las casas, la gente trat¨® de alcanzarlos pisos altos, las terrazas y los tejados en un intento de situarse a salvo, de huir de la cat¨¢strofe. Otro joven narr¨® su particular tragedia: "Mi abuelo hab¨ªa logrado ayudar a mi abuela a subir a la primera planta, pero volvi¨® a bajar despu¨¦s y qued¨® sepultado".

Todo ocurri¨® en segundos. El desastre lleg¨® de pronto. Sin que nadie pudiera preverlo. La riada entr¨® en las viviendas y por puertas y ventanas el agua sacaba muebles y enseres, electrodom¨¦sticos que se incrustaban violentamente contra otras viviendas. Se derrumbaban los tabiques y los veh¨ªculos aparcados en la calle se empotraban contra las casas.

A esa hora, el temporal de viento y lluvia azotaba a toda Extremadura. En Badajoz se registraron 122 litros por metro cuadrado y 129 en C¨¢ceres. En esta ¨²ltima ciudad el viento alcanz¨® los 105 kil¨®metros por hora. Puede decirse que pr¨¢cticamente toda la comunidad sinti¨® el zarpazo meteorol¨®gico. Lo peor vino despu¨¦s, cuando el alba ilumin¨® el impresionante espect¨¢culo. Para algunos vecinos, la primera imagen fue la de un cad¨¢ver flotando sobre las aguas del Calam¨®n.

Valverde de Legan¨¦s (3.700 habitantes) fue, junto con Badajoz, la poblaci¨®n que m¨¢s sufri¨® los efectos del temporal. La localidad result¨® arrasada; tres mujeres perecieron atrapadas por el agua y el barro. Alrededor de 80 personas, la mayor¨ªa ni?os y ancianos, tuvieron que refugiarse en la iglesia y en el Ayuntamiento. El agua super¨® los tres metros de altura, llev¨¢ndose viviendas, autom¨®viles, animales.

Pr¨¢cticamente todas las localidades extreme?as amanecieron sobrecogidas por los efectos del temporal: calles cortadas, cientos de ¨¢rboles tronchados, viviendas inundadas, techumbres en peligro... La vida dom¨¦stica no pudo desarrollarse, con normalidad porque muchos trabajadores que residen en las ciudades importantes no pudieron acceder a sus puestos de trabajo en otras localidades.

Miles de personas al rescate

Las labores de rescate, en las que participaron m¨¢s de 3.000 personas, se vieron dificultadas por la incomunicaci¨®n en la que se encontr¨® la provincia de Badajoz. La movilizaci¨®n de efectivos fue general. Fuerzas Armadas, Guardia Civil -despleg¨® en la zona m¨¢s de 700 agentes-, Polic¨ªa Nacional, Cruz Roja, Protecci¨®n Civil, Bomberos y otros organismos se sumaron a las tareas. Desde Sevilla se incorporaron dos unidades policiales y 15 agentes de los Grupos Especiales Operativos (GEO), as¨ª como el Centro de Instrucci¨®n y Movilizaci¨®n de C¨¢ceres (CIMOV) y los regimientos Saboya y Castilla. Los helic¨®pteros militares volaron m¨¢s de 30 horas en misiones de rescate y unidades del Ej¨¦rcito de Tierra y del Aire lograron rescatar a 37 personas que estaban aisladas en los tejados de sus viviendas.A medida que iban avanzando las operaciones de salvamento fue creciendo el n¨²mero de cad¨¢veres hallados entre la desesperaci¨®n de los vecinos de la barriada de Cerro de los Reyes.

El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, que se reuni¨® con su gabinete, expres¨® "la sensaci¨®n de p¨¢nico" vivida, afirmando que hab¨ªa sido imprevisible porque "el agua no avisa". Ibarra agradeci¨® las muestras de apoyo recibidas y el ofrecimiento de ayuda. El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, aseguraba ayer que el Gobierno aprobar¨¢ un cr¨¦dito extraordinario en cuanto se eval¨²en los da?os. Catalu?a y otras comunidades pusieron a disposici¨®n de Extremadura efectivos para hacer frente a la situaci¨®n.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura analizar¨¢ hoy en una reuni¨®n de urgencia las consecuencias de la cat¨¢strofe y las medidas a adoptar para paliar los da?os.