Medio siglo de 'caza de brujas'
Hollywood se pide perd¨®n a s¨ª mismo en el 50? aniversario del comienzo de la inquisici¨®n del 'maccarthysmo'
Hace ahora medio siglo comenzaron en una de las salas del edificio del Congreso, en Washington, las devastadoras audiencias inquisitoriales del Comit¨¦ del Congreso sobre Actividades Antiamericanas (HUAC, en sus siglas en ingl¨¦s), impulsadas por el senador -un violento ultra reaccionario, de corte fascista duro- Joseph McCarthy, de Wisconsin, para aniquilar y expulsar de Hollywood lo que entonces se llamaba la "amenaza roja" y que abarcaba, bajo el anatema de "comunista", a los hombres de la izquierda en los diversos escalones creativos del cine estadounidense.El Sindicato de Guionistas de Am¨¦rica (WGA), reconociendo que ¨¦ste fue "uno de los cap¨ªtulos m¨¢s oscuros del pa¨ªs y de la industria del cine", organiz¨® hace pocos d¨ªas, en colaboraci¨®n con otros gremios profesionales del cine, un acto conmemorativo de ese fat¨ªdico aniversario, principio del fin del Hollywood cl¨¢sico, y cuyas ramificaciones a¨²n persisten con otros m¨¦todos m¨¢s encubiertos. La WGA tambi¨¦n est¨¢ corrigiendo ahora los cr¨¦ditos de decenas de pel¨ªculas que en su d¨ªa firmaron con seud¨®nimo algunos cineastas cazados por McCarthy.
La llamada caza de brujas, la creaci¨®n de una lista negra de actores, directores y guionistas simpatizantes con el Partido Comunista y que, por tanto, no pod¨ªan trabajar en el sistema, se extendi¨® desde noviembre de 1947 hasta finales de los a?os cincuenta. Sin embargo, la industria del cine norteamericano no ha denunciado directamente ese fantasma hasta hace poco: debido a la prolongaci¨®n de los efectos de la guerra fr¨ªa hasta comienzos de nuestra d¨¦cada, la palabra "comunismo" en EE UU ha seguido siendo un absoluto tab¨². Algunas voces incluso denuncian que actualmente la censura moral y econ¨®mica ha suplantado a la dictadura ideol¨®gica de McCarthy.
A finales del pasado mes de octubre, la WGA, junto con los sindicatos de actores, directores y profesionales de radio y televisi¨®n, organiz¨® un acontecimiento en el que actores como Jimmy Smits, Kevin Spacey y Alfred Woodward se metieron en la piel de los afectados por la caza de brujas e intepretaron escenas de las audiencias del HUAC. El presidente del sindicato de actores, Richard Masur, se lament¨® de c¨®mo "el veneno del miedo paraliz¨® nuestra organizaci¨®n cuando el coraje y la convicci¨®n eran necesarios para combatir la lista negra".
Los dos supervivientes del grupo conocido como Los diez de Hollywood (aquellos que se negaron a colaborar con el comit¨¦ y prefirieron la c¨¢rcel a delatar a sus amigos) fueron invitados al acto, pero s¨®lo Ring Lardner Jr. (guionista de Laura y La mujer del a?o) acudi¨®. Edward Dmytryk (director de El mot¨ªn del Caine) declin¨®, afirmando que "es una tonter¨ªa c¨®mo Hollywood se pide disculpas a s¨ª mismo". Dmytryk, que se resisti¨® inicialmente pero acab¨® colaborando con McCarthy, ha dicho que se niega a que le conviertan en m¨¢rtir.
Un d¨ªa despu¨¦s del acto falleci¨® en un accidente de tr¨¢fico en Los ?ngeles el guionista perseguido Paul Jarrico, que precisamente hab¨ªa sido uno de los homenajeados en la gala. Paul Jarrico, que era miembro del Partido Comunista y fue acusado por un compa?ero, fue candidato al Oscar por Tom, Dick and Harry en 1941, pero luego no pudo firmar ning¨²n gui¨®n con su nombre hasta 1968.
Waldo Salt, Dalton Trumbo y Walter Bernstein fueron otros de los famosos guionistas vetados. El director Elia Kazan y el actor Sterling Hayden se cuentan entre los "traidores" que testificaron para salvarse de la quema, todo ello parte de un nefasto drama humano de traiciones, chantajes y sentimiento constante de amenaza.
Seg¨²n relata la actriz Patricia Bosworth, hija de uno de los perseguidos, en un libro reci¨¦n publicado, estar en la lista negra no significaba s¨®lo tener que escribir con seud¨®nimo, sino tener que cobrar en dinero negro, no poder abrir una cuenta bancaria ni contratar un seguro de vida, tener el tel¨¦fono intervenido por el FBI e incluso ser candidato para ingresar en un campo de concentraci¨®n en caso de conflicto b¨¦lico.
Se estima que entre los a?os cincuenta y sesenta se hicieron m¨¢s de un centenar de pel¨ªculas con el gui¨®n firmado con seud¨®nimo o con el nombre de otro autor haciendo de tapadera (el propio Walter Bernstein consigui¨® llevar al cine un gui¨®n sobre esta parte de la farsa en la pel¨ªcula de 1976 The front, protagonizada por Woody Allen y el tambi¨¦n acusado de rojo Zero Mostel). Desde la pasada primavera, el sindicato de guionistas de Hollywood revisa los cr¨¦ditos de estos filmes para que en sucesivas copias y versiones en v¨ªdeo se incluya a los autores verdaderos.
En realidad, el proceso se remite a 1980, cuando se reconoci¨®, por ejemplo, que Dalton Trumbo hab¨ªa escrito Vacaciones en Roma y que Michael Wilson era el autor de Lawrence de Arabia. Las revisiones que se est¨¢n haciendo ahora son en su mayor¨ªa de filmes poco conocidos y son cuestiones de detalle que quiz¨¢ interesen s¨®lo a los expertos. Pero lo que suponen en el fondo es una determinaci¨®n muy significativa de impedir que se perpet¨²e una historia falsa. Ahora se ha determinado, por ejemplo, que el autor de Nacida libre era Lester Cole, y que Nedrick Young era coautor de Escrito en el viento. Tambi¨¦n se han corregido omisiones como, por ejemplo, la ausencia de cr¨¦dito a Donald Odgen Stewart en la versi¨®n de An affair to remember de 1957. Pese a que Stewart figuraba en el original, posteriormente le pusieron en la lista negra y la Fox prefiri¨® ignorar su existencia.
Un guionista perseguido que firmaba con seud¨®nimo lleg¨® a trabajar en una coproducci¨®n entre Espa?a y Gran Breta?a. Se trata de Julian Zimet, que utiliz¨® el apellido falso Halevy para figurar en los cr¨¦ditos del filme de horror de 1972 P¨¢nico en el transiberiano. Este detalle tambi¨¦n se ha corregido ahora. Los c¨¦lebres guiones de Dalton Trumbo para ?xodo y Espartaco y posteriormente los de Ring Lardner para El rey del juego y MASH, y el de Waldo Salt para Cowboy de medianoche, marcaron el final definitivo de aquella era.
Pero el inter¨¦s por aquellos terribles a?os sigue ahora tambi¨¦n en otros ¨¢mbitos. El Museo de Televisi¨®n y Radio de Los Angeles organizar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 17 una mesa redonda de escritores de cine sobre el tema, y el Los Angeles County Art Museum tambi¨¦n inicia este mes un ciclo de pel¨ªculas y documentales de directores y guionistas perseguidos y cazados. Tambi¨¦n es inminente el estreno en Los ?ngeles de la obra teatral Di¨¢logo adicional: una tarde con Dalton Trumbo, escrita y dirigida por el hijo del famoso guionista, Christopher, que interpretar¨¢ el actor y escritor Steve Martin.
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