El poblado chabolista magreb¨ª de Pe?a Grande pasa a ser historia
El poblado chabolista de Pe?a Grande (Fuencarral), el ¨²nico de la capital habitado por inmigrantes marroqu¨ªes, ha pasado a ser historia. Este fin de semana, las dos ¨²ltimas familias han recibido las llaves de los pisos donde han sido realojadas con el mismo sistema utilizado para la inmensa mayor¨ªa de las 149 anteriores: en viviendas de alquiler a precio de mercado con ayuda oficial para pagar la renta durante dos a?os.El inminente derribo hoy o ma?ana de los ¨²ltimos chamizos de este poblado que lleg¨® a albergar hasta 200 barracas (algunas, vac¨ªas) permitir¨¢ al Ayuntamiento de Madrid concluir la obra del nuevo colector de aguas residuales del arroyo de Los Pinos, obstaculizado por las casetas.
El desmantelamiento de este n¨²cleo comenz¨® en el oto?o de 1994, despu¨¦s de que un fuerte incendio dejase en la calle a medio centenar de familias. Las instituciones ven¨ªan plante¨¢ndose c¨®mo desmontar esta barriada desde un a?o antes. Las condiciones de vida de los chabolistas eran penosas, arreciaban las quejas vecinales y construir el colector era imprescindible. Pero los planes no se hicieron realidad hasta el fuego del 10 de octubre de 1994.
A partir de ah¨ª, el Ayuntamiento, la Comunidad y el Ministerio de Asuntos Sociales (ahora tambi¨¦n de Trabajo) firmaron un convenio para realojar a estas familias que llegaron a Madrid en busca de una vida mejor y se encontraron con trabajos inestables como jardineros, peones o asistentas, y alquileres prohibitivos.
El sistema elegido para buscar un techo digno a estos inmigrantes, la mayor¨ªa familias con ni?os, nunca se hab¨ªa aplicado antes en los programas de erradicaci¨®n del chabolismo.
El plan consist¨ªa en buscar pisos privados de alquiler para los inmigrantes y ayudarles en el pago de la renta durante dos a?os. Las subvenciones, que pod¨ªan cubrir al principio hasta el 75% del alquiler, se ir¨ªan reduciendo a partir del primer a?o. Al finalizar el plazo de dos a?os, los chabolistas tendr¨ªan que costear por s¨ª solos las rentas, de unas 70.000 pesetas mensuales de media. Para los casos m¨¢s sangrantes, las instituciones se compromet¨ªan a aportar 17 viviendas sociales. De la b¨²squeda de los pisos y el seguimiento de las familias se ha encargado Provivienda, una empresa subvencionada por el Gobierno regional. La concejal de Fuencarral, Beatriz Elorriaga, considera que el programa de realojamientos ha salido "muy bien". "Las familias se han adaptado a los pisos, los desahucios por impago han sido escasos y hemos intentado buscar soluciones sociales a aquellas familias que ten¨ªan graves dificultades para abonar la renta", explica.
Concepci¨®n L¨®pez, responsable del centro social San Rafael, que ha prestado apoyo a estas familias chabolistas durante a?os, hace un balance positivo del plan de realojamiento, aunque con claroscuros". Hay familias que desde un principio se ve¨ªa que no pod¨ªan pagar 50.000 o 60.000 pesetas de alquiler; en esos casos yo creo que hubiera sido mejor realojarlas desde un principio en pisos sociales sin hacerles sufrir in¨²tilmente por sentirse morosos", explica.
PASA A LA P?GINA 3
Abandonar la casa
Los chabolistas de Pe?a Grande viven ahora en pisos de alquiler con ayuda oficial por dos a?os
A menudo llegaban a la ciudad un hombre o una mujer que mientras permanec¨ªan solos viv¨ªan en pisos compartidos o en casa del empleador (caso del servicio dom¨¦stico) y que m¨¢s tarde se constru¨ªan una chabola para traer aqu¨ª a su c¨®nyuge y a sus hijos.En 1993 el poblado estaba en pleno apogeo, con unos 200 chamizos. Entonces empezaron a arreciar las quejas de los vecinos de los alrededores, una zona en general residencial, que ve¨ªan en el asentamiento un foco de marginalidad. Lo cierto es que su ambiente se iba degradando d¨ªa a d¨ªa y comenzaba a ser cada vez m¨¢s habitual la venta de droga o de objetos robados. A inmigrantes y asociaciones de apoyo social les preocupaban sobre todo los numerosos ni?os y adolescentes del asentamiento que se criaban rodeados de miseria.
En 1993 las instituciones llegaron a barajar la idea de construir un poblado de barracones para estos chabolistas en un aislado solar de la zona de Las Tablas, en Fuencarral. Finalmente el Gobierno socialista de Joaqu¨ªn Leguina, que durante un tiempo fue favorable a esa soluci¨®n, recul¨® y convenci¨® al Ayuntamiento de Madrid, del PP, de que as¨ª s¨®lo se iba a trasladar de lugar el problema, creando el primer gueto de inmigrantes de la capital.
Las negociaciones entre afectados e instituciones para buscar una soluci¨®n al problema no fructificaron hasta el incendio del 10 de octubre de 1994. Ese d¨ªa Pe?a Grande inici¨® la cuenta atr¨¢s.
"60.000 pesetas de renta es mucho para nuestro sueldo"
"Ahora podemos afrontar el pago, pero dedicar 55.000 pesetas a la renta es mucho sacrificio, y este piso no vale ese dinero", aseguran. "Cuando pasen dos a?os queremos irnos de aqu¨ª", a?aden. "Tenemos amigos que van a pagar 55.000 pesetas por pisos mejoresEn este momento s¨®lo Mohamed trabaja media jornada limpiando un mercado. Ella lleva a?o y medio de baja como asistenta dom¨¦stica a la espera de ver si tiene derecho a alguna pensi¨®n de invalidez por sus problemas de huesos. "Vivo aqu¨ª desde hace 23 a?os", asegura esta mujer. "Siempre estuve de interna, pero hace seis a?os, cuando lleg¨® mi marido, buscamos un piso de alquiler; como eran muy caros, compramos una chabola en Pe?a Grande por 175.000 pesetas", a?ade.
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