"?Nuestra alma y nuestra sangre por ti!"
La movilizaci¨®n popular iraqu¨ª continu¨® ayer en todo el pa¨ªs para expresar repulsa contra EE UU y la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU. Nuevamente los j¨®venes volvieron a salir a la calle para dar gritos de aliento y apoyo a su presidente y denunciar la pol¨ªtica norteamericana. Unas 5.000 personas salieron tambi¨¦n a manifestarse al caer la noche.
Los muchachos se concentraron no lejos del palacio presidencial, donde desde hace cuatro d¨ªas permanecen centenares de mujeres y ni?os, decididos a convertir sus cuerpos en escudos humanos de hipot¨¦ticos misiles norteamericanos. Dentro de esa especie de sitio al que se han sometido, una pareja de j¨®venes iraqu¨ªes contrajo matrimonio en el palacio presidencial, en una ceremonia retransmitida por la televisi¨®n.
"?Nuestras almas, nuestra sangre, nos sacrificaremos por ti, Sadam!", gritaban los j¨®venes congregados en la calle. Hombres y mujeres de m¨¢s edad decidieron tambi¨¦n salir con retratos del l¨ªder iraqu¨ª y pancartas.
Entre la poblaci¨®n nadie parece dispuesto a ceder a las exigencias de la ONU y apuntan a Washington como el provocador de la crisis. "EE UU elabor¨® esta resoluci¨®n para chupar nuestropetr¨®leo y nuestra sangre", afirm¨® el carpintero Rajeh Mahmud a la agencia Reuters. "No nos importa esta resoluci¨®n", declar¨® Sajida al Dulaimi, ama de casa. "No es peor que el embargo". Todos los diarios denunciaban ayer en sus portadas la "nueva agresi¨®n": "?Irak rechaza la injusta resoluci¨®n norteamericana!".
La movilizaci¨®n popular se extiende d¨ªa a d¨ªa desde que estall¨® la crisis y empieza a afectar a capas sociales que hasta ahora se hab¨ªan mantenido al margen. Esta vez les ha tocado el turno a determinados miembros del Gobierno y a algunos diplom¨¢ticos, muchos de los cuales se presentaron ayer en las oficinas para alistarse en los fedayin de Sadam, la fuerza de choque paramilitar creada tras la guerra del Golfo, y que se encuentra bajo el mando directo de Udai, el primog¨¦nito de Sadam.
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