Al borde del abismo
SADAM HUSEIN vuelve a desafiar a la comunidad internacional con esa mezcla de osad¨ªa e irresponsabilidad que le define. Desde hace semanas impide el cumplimiento de las condiciones del armisticio que puso fin a la guerra del Golfo, sobre todo en materia de control de instalaciones militares. Desde el jueves, en que decret¨® la expulsi¨®n de su territorio de los inspectores norteamericanos de la comisi¨®n de la ONU encargada de dicha tarea, est¨¢ pr¨¢cticamente en estado de guerra.Su nuevo pulso con el Consejo de Seguridad, y con EE UU en particular, escal¨® horas despu¨¦s de quejas Naciones Unidas endurecieran las sanciones a Bagdad por el bloqueo de las tareas de inspecci¨®n de armamento. Con el anuncio de la expulsi¨®n de los expertos norteamericanos, Sadam demuestra que no est¨¢ dispuesto a cumplir las condiciones que se le han impuesto. Con los norteamericanos han abandonado ya Irak los dem¨¢s miembros de la misi¨®n internacional, salvo un peque?o ret¨¦n. Todo indica que en Washington se multiplican las presiones para el uso de la fuerza militar contra Bagdad.
Sadam intenta provocar la divisi¨®n del Consejo de Seguridad. Son varios los miembros permanentes que dudan sobre la utilidad de un embargo a Irak que sufre la poblaci¨®n y que no ha debilitado en nada al dictador. Es probable que la unidad de la comunidad internacional ante este conflicto fuera mayor sin la obcecaci¨®n norteamericana por mantener el rigor del embargo, apenas paliado por las operaciones de "petr¨®leo por comida" aprobadas por el Consejo de Seguridad.
Pero la nueva huida hacia adelante de Sadam Husein merina las posibilidades de una soluci¨®n diplom¨¢tica y seg¨²n pasan las horas se refuerza la impresi¨®n de que Washington prepara una intervenci¨®n militar selectiva sobre los centros militares que no pudieron ser inspeccionados. Sadam sabe que hoy es casi imposible reactivar la alianza entre Occidente y los pa¨ªses ¨¢rabes que se form¨® ante la guerra del Golfo y que una intervenci¨®n unilateral de Estados Unidos -a la que Aznar ha ofrecido ya el uso de las bases en Espa?a- causar¨ªa graves tensiones en el Consejo de Seguridad. Empe?ado en demostrar que no habr¨¢ tranquilidad en esa regi¨®n mientras Occidente no negocie con ¨¦l, Sadam cuenta con que un ataque a¨¦reo de Estados Unidos dejar¨¢ intacto su poder personal. Lo mismo que ocurri¨® despu¨¦s de la guerra del Golfo.
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