La historia se repite porque nadie escucha

Soy profesora de instituto, de Geograf¨ªa e Historia, pero llevo un a?o en Inglaterra investigando sobre la comprensi¨®n de la historia en la escuela secundaria, en alumnos ingleses y espa?oles. Me ha apenado profundamente el proyecto de real decreto de la mal llamada "reforma de las humanidades", especialmente en lo que se refiere a la ense?anza de la historia. Quisiera echar mi cuarto a espadas en un debate mal planteado, a mi entender, desde el principio. Las quejas contra este proyecto reaccionario deber¨ªan centrarse en el plano educativo, no en el pol¨ªtico.La LOGSE, es verdad, tiene muchos defectos que es preciso subsanar. Entre ellos, la cuesti¨®n de c¨®mo evaluar con arreglo a criterios homog¨¦neos, de modo que sea posible la comparaci¨®n del rendimiento acad¨¦mico de los alumnos, dentro del curr¨ªculum flexible que prev¨¦ la ley. O la cuesti¨®n de c¨®mo organizar los distintos niveles de rendimiento de alumnos de la misma edad, para que no salgan perdiendo ni los menos ni los m¨¢s capacitados.

Pero, y con respecto a la historia, estos problemas no se solucionan volviendo a los modos que se hab¨ªan probado obsoletos, como la exigencia de unos programas cargad¨ªsimos de contenidos factuales y una evaluaci¨®n basada exclusivamente en la memorizaci¨®n. La historia es "pensar, no s¨®lo recordar". Adem¨¢s, la normativa sobre educaci¨®n hist¨®rica no deber¨ªa asegurar que en la escuela se imparta una historia-propaganda, que forme a los ciudadanos en unos determinados "valores". A los profesores e investigadores de historia, lo que nos tendr¨ªa que interesar es que los estudiantes aprendan que la historia, como todo conocimiento, est¨¢ en continua reinterpretaci¨®n, y que los "hechos" hist¨®ricos no est¨¢n fijados, sino que se elaboran, en base a las fuentes, dependiendo de las preguntas que se hagan.

Si el decreto sale adelante, dar¨¢ la raz¨®n a los del "cambiarlo todo para que todo siga igual". Sigamos debatiendo. Es una cuesti¨®n de educaci¨®n, en la que, como nos recuerda Savater, hay que tener valor.-