La mafia rusa se adue?a del mercado de la mendicidad infantil
Los ni?os se alquilan por 2.000 pesetas
La compra o el alquiler de ni?os con el fin de utilizarlos para mendigar es un negocio bastante lucrativo en Rusia, seg¨²n revela un informe presentado por la polic¨ªa. Los peque?os -desde beb¨¦s hasta adolescentes- pueden costar desde 2.000 pesetas (en perdidas regiones rurales de la periferia del ex imperio sovi¨¦tico) hasta 600.000 (en los mercados negros de los grandes centros urbanos, como Mosc¨² o San Petersburgo)Los ni?os son explotados por grupos mafiosos no s¨®lo como mendigos; tambi¨¦n los prostituyen o los usan como esclavos para diversos trabajos. Nizhni N¨®vgorod -ex Gorki, a 439 kil¨®metros al este de Mosc¨² ahora es famosa no s¨®lo por haber sido el lugar de destierro del f¨ªsico y Premio Nobel de la Paz Andr¨¦i S¨¢jarov y la ciudad de donde proviene Bor¨ªs Nemtsov, el delfin presidencial, sino tambi¨¦n por ser sede del mayor esc¨¢ndalo relacionado con el tr¨¢fico de menores.
El protagonista es un abogado de un orfelinato que se dedicaba a falsificar documentos de los beb¨¦s y venderlos por decenas; el criminal leguleyo desapareci¨® sin dejar rastro, seg¨²n revela el informe elaborado por el Ministerio del Interior y divulgado en la Duma Estatal, la C¨¢mara baja del Parlamento ruso.
Cerrar los ojos
El documento describe el caso de una madre alc¨®holica, originaria de la ciudad de Orsk, en los Urales, que por 15.000 pesetas vendi¨® a sus hijos -un var¨®n y una ni?a, de ocho y doce a?os, respectivamente- a un ciudadano de Uzbekist¨¢n. ?ste los compr¨® para que trabajaran en su plantaci¨®n de algod¨®n, pero despu¨¦s decidi¨® cambiar a la ni?a por varios kilos de opio a unos narcotraficantes del vecino Afganist¨¢n. Estos hechos llegaron a conocimiento de la polic¨ªa gracias a que la chica huy¨® de la plantaci¨®n uzbeka pocos d¨ªas antes de que se realizara el canje.Para comprobar que el informe no exagera, basta pasear por la moscovita plaza de las Tres Estaciones o por la avenida Nevski, en San Petersburgo. En estas zonas c¨¦ntricas de las dos principales ciudades rusas prospera la prostituci¨®n y la mendicidad infantiles.
La impunidad de los que explotan a los ni?os no ser¨ªa posible si la misma polic¨ªa no cerrara los ojos ante estos delitos. Pero los agentes del orden p¨²blico a menudo son comprados por los criminales, seg¨²n denuncia el semanario N¨®vaya Gazeta, que se ha hecho eco del informe y que realiz¨® una investigaci¨®n propia sobre la mendicidad infantil en el metro de Mosc¨². Los periodistas comprobaron que ocho ni?os estuvieron pidiendo limosna en una misma estaci¨®n y cumpliendo un horario fijo durante m¨¢s de dos semanas sin que los polic¨ªas intervinieran. Al mismo tiempo, los agentes arremet¨ªan contra otros marginados que acud¨ªan al metro a pedir limosna.
En San Petersburgo, en la esquina de la c¨¦ntrica Nevski con la calle Maral, en un ba?o p¨²blico, funcion¨® durante largo tiempo un prost¨ªbulo infantil para "personas de orientaci¨®n sexual no tradicional". Este antro fue clausurado, pero no por la polic¨ªa, sino "por los bandidos locales, que se sent¨ªan inc¨®modos de tener esos vecinos", asegura el semanario.
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