El viejo puente de Toledo se sacude la contaminaci¨®n que le llega de la M-30
Hace 276 a?os, el marqu¨¦s de Vadillo, entonces alcalde de Madrid, inaugur¨® un puente de piedra que salvaba el Manzanares en el camino hacia Toledo. Nadie pod¨ªa imaginarse aquel d¨ªa que casi tres siglos despu¨¦s la obra estar¨ªa rodeada de carreteras hechas de asfalto y que por debajo, adem¨¢s del r¨ªo, pasar¨ªa una v¨ªa llena de coches y humo de nombre estramb¨®tico: M-30. El sucesor del marqu¨¦s de Vadillo en 1997, Jos¨¦. Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, del PP, visit¨® ayer el puente, que, tras la limpieza de la contaminaci¨®n adherida, ha recobrado parte del lustre. Pero la cabeza de la estatua del hijo de san Isidro y santa Mar¨ªa de la Cabeza, perdida hace tiempo, no hay quien la recupere ya.
Las obras de rehabilitaci¨®n empezaron hace dos a?os, y el dinero necesario para llevarlas a t¨¦rmino, 220 millones de pesetas, lo ha puesto la Fundaci¨®n Caja de Madrid. Adem¨¢s de eliminar para siempre las conducciones de gas y tel¨¦fonos que a¨²n soportaba la vieja estructura, los t¨¦cnicos han limpiado el castigado material que aguantaba el puente, erigido en 1721 por el arquitecto Pedro de Ribera.Los especialistas tambi¨¦n se han ocupado de pavimentar de nuevo el puente y de restaurar los desperfectos de los dos templetes que adornan el perfil de la construcci¨®n.
Los templetes, instalados un a?o despu¨¦s de la inauguraci¨®n, son obra del escultor Juan Villabrille. Encierran, en un lado, la escultura de san Isidro, y en otro, la de su mujer, santa Mar¨ªa de la Cabeza. Al lado de ¨¦sta figura la estatua del hijo de ambos, que, como si algo se hubiera conjurado contra el apellido materno, con el paso del tiempo se ha quedado descabezado.
Las modernas t¨¦cnicas de restauraci¨®n de estatuas no est¨¢n por la labor de a?adir nada a los originales (o a lo que queda de ellos), as¨ª que el ni?o, limpio y sin contaminaci¨®n, seguir¨¢ sin cabeza hasta que los criterios profesionales de los t¨¦cnicos var¨ªen. El alcalde se refiri¨® al asunto: "Es una pena que con el tiempo la estatua se haya quedado deforme y decapitada", dijo en su discurso de ayer. Por el puente de Toledo ha pasado la historia de esta ciudad. Primero pas¨® la guerra: las dos troneras de los nidos de ametralladoras de la guerra civil que a¨²n persisten cerca de la glorieta de las Pir¨¢mides quedan como testigos de que el frente se situ¨® muy cerca. A pesar de esto, ning¨²n bombazo da?¨® al puente de forma irremediable. Posteriormente pas¨® la cat¨¢strofe: en marzo de 1952, un tranv¨ªa con los frenos estropeados se precipit¨® desde el puente hasta el r¨ªo Manzanares, rompiendo el pretil.
S¨®lo para peatones
En 1974, a?os despu¨¦s de ser declarado monumento hist¨®rico-art¨ªstico, pasa la modernidad por el puente: el trazado de la primera circunvalaci¨®n de la capital, la M-30, convierte la vieja construcci¨®n de Pedro de Ribera en un trayecto exclusivo de peatones con ¨¢nimo de ver un r¨ªo rodeado de carreteras. Los coches se desviaron por otros dos puentes auxiliares.Lo ¨²ltimo que ha pasado por la obra estrenada por el marqu¨¦s de Vadillo ha sido la comitiva que acompa?a generalmente a ?lvarez del Manzano en sus inauguraciones. Entre ella, la banda municipal, que puso ayer ritmo de chotis a la ceremonia.
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