Concluye el mot¨ªn de polic¨ªas en la capital mexicana
El mot¨ªn protagonizado por los Zorros, la agrupaci¨®n de ¨¦lite de la polic¨ªa de la Ciudad de M¨¦xico, que concluy¨® en la noche del mi¨¦rcoles despu¨¦s de 13 horas de negociaciones, ha puesto de manifiesto el grado de deterioro de los cuerpos de seguridad. Las malas condiciones laborales y la corrupci¨®n end¨¦mica han convertido a las fuerzas policiales en un monstruo que amenaza con salirse del control de las propias autoridades. El Ej¨¦rcito, que desde hace un a?o intenta poner orden en la polic¨ªa de la ciudad, parece haber perdido la batalla.Los 250 zorros se hab¨ªan atrincherado en sus instalaciones en la ma?ana del mi¨¦rcoles para impedir que el Ej¨¦rcito se llevara a 14 compa?eros suyos que deb¨ªan prestar declaraci¨®n por el secuestro y la ejecuci¨®n extrajudicial de seis j¨®venes delincuentes. Tras trece horas de tensi¨®n y conversaciones con los mandos militares, los agentes decidieron abandonar el cuartel con la promesa de que sus colegas contar¨¢n con asistencia legal.
Un total de 26 polic¨ªas y tres altos militares (entre ellos el jefe de los Zorros) est¨¢n ya detenidos por el crimen, acaecido el 8 septiembre tras un tiroteo en la conflictiva Colonia Buenos Aires.
El suceso abri¨® una profunda crisis en las fuerzas de seguridad de la Ciudad de M¨¦xico y dej¨® de manifiesto el grado de descontrol que preside el funcionamiento de estos cuerpos, en los que trabajan 82.000 personas.
De nada ha servido que el Ej¨¦rcito asumiera el, control de la polic¨ªa en junio de 1996, ni el incremento en un 120% del presupuesto de la seguridad p¨²blica, ni los cursillos a los agentes, ni las limpiezas recurrentes de los cuerpos policiales, devorados por una corrupci¨®n end¨¦mica que propician los bajos salarios.
La situaci¨®n no es, desde luego, nueva. Pero en los ¨²ltimos tres a?os la criminalidad se ha desatado y la Ciudad de M¨¦xico se ha convertido en una de las capitales m¨¢s peligrosas del mundo. La ciudadan¨ªa se siente indefensa por partida doble: ante el delincuente y ante el polic¨ªa.
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