Un australiano con muchos problemas

Richard Butler, el australiano fanfarr¨®n de 55 a?os que asumi¨® el pasado 1 de julio el cargo de jefe de la Comisi¨®n Especial de la ONU para el Desarme en Irak (UNSCOM), tiene serios problemas. Los tiene con Bagdad, pero, y eso es m¨¢s grave, con Nueva York. La cr¨ªtica que se le hace es sobre el manejo de la crisis que ha puesto a Estados Unidos. al borde de una intervenci¨®n en el Golfo. Butler ha fallado por completo a la hora de rebajar la tensi¨®n. De hecho, al negarse a moderar su estilo de enfrentamiento ha provocado y ofendido a casi todos.

Algunas de las cr¨ªticas son bastante personales. Sus detractores le acusan de racismo, de ponerse al lado de Washington contra Bagdad hasta jugarse la credibilidad de la ONU en Oriente Pr¨®ximo. Incluso los norteamericanos tienen poca confianza ahora en la actuaci¨®n de Butler. Principalmente han sido otros pa¨ªses miembros del Consejo de Seguridad quienes han dejado que se note la impaciencia que sienten hacia ¨¦l. China y Rusia estaban l¨ªvidos cuando Butler respondi¨® a la expulsi¨®n de los norteamericanos del equipo del desarme sacando inmediatamente a los dem¨¢s inspectores.

A primera vista, Butler parec¨ªa perfecto para reemplazar al anterior director de UNSCOM, Rolf Ekeus, un sueco conocido por su prudencia. A los brit¨¢nicos les parec¨ªa ideal su estilo claro para hacer que los iraqu¨ªes cumpliesen con las condiciones impuestas tras la guerra del Golfo. Tambi¨¦n ten¨ªa credenciales impecables en el control de armas. Durante muchos a?os Butler fue el representante australiano ante las conversaciones de desarme en Viena. El a?o pasado fue aplaudido por haber salvado el Tratado de Prohibici¨®n de Pruebas Nucleares. Pero, al margen de las cr¨ªticas' parece tener seguro el cargo, porque cualquier intento de quitarle ser¨ªa interpretado como una concesi¨®n a Sadam.

The Independent.