De marioneta de Karadzic a aliada de Occidente
Muchas unidades del Ej¨¦rcito serbobosnio bautizaban algunas de sus piezas m¨¢s pesadas con el nombre de "Bilja", en homenaje a su extremismo. A la vista de los acontecimientos, parece evidente que Radovan Karadzc infravalor¨® a Biljana Plavsic, su nominal vicepresidenta dedicada hasta hace poco m¨¢s de un a?o a la agitaci¨®n ultranacionalista.Cuando Pale advirti¨® que ten¨ªa al enemigo en casa era demasiado tarde. El aparente pragmatismo de la presidenta serbobosnia ha desencadenado en la rep¨²blica Srpska un imparable proceso de corrosi¨®n interna cuyo alcance final est¨¢ por verse. El desenlace de su lucha contra Momcilo Krajisnik va a sellar la suerte de Karadzic, la pieza de caza mayor por antonomasia.
Plavsic adquiri¨® notoriedad durante la guerra de Bosnia, todav¨ªa a la vuelta de la esquina, por sus declaraciones en los frentes bendiciendo el exterminio masivo y la purificaci¨®n ¨¦tnica -justificando ¨¦sta con la jerga profesional de la bi¨®loga que es-, por las que nunca se ha excusado.
Nadie, que se sepa, hab¨ªa dicho antes que no importar¨ªa si murieran la mitad de los serbios si as¨ª aseguraban la vida al resto. Karadzic, vetado por Dayton, la impuso como candidata a las elecciones presidenciales de 1996 porque el gobernante Partido Democr¨¢tico Serbio (SDS) estaba escaso de aspirantes sin un pasado abiertamente delictivo. Nunca imagin¨® que su marioneta quisiera ejercer el cargo.
La profesora Plavsic, que entr¨® en pol¨ªtica en 1990, no se ha rebelado contra el n¨²cleo dirigente de Pale por sus m¨¦todos durante la guerra de Bosnia o la nazificaci¨®n de la rep¨²blica Srpska. No podr¨ªa. Su disidencia, alimentada seg¨²n quienes la conocen por una suerte de puritar¨¢smo nacionalista, utiliza el arma m¨¢s eficaz de la corrupci¨®n interna, la denuncia de las estructuras mafiosas de poder que han hecho de su pa¨ªs el lugar m¨¢s pobre y aislado de Europa y el para¨ªso de la ilegalidad.
Plavsic, simult¨¢neamente, ha ido acerc¨¢ndose a las posiciones occidentales sin suicidarse pol¨ªticamente, algo muy delicado en un pueblo donde ha triunfado plenamente el lastimero lavado de cerebro etnocentrista, dise?ado en Belgrado, seg¨²n el cual la ocupaci¨®n favorita de Occidente es conspirar contra los serbios. Washington y sus aliados han visto en ella la palanca para quebrar el monolito fascista de Pale.
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