Chernomirdin sale fortalecido de la ¨²ltima crisis pol¨ªtica en Rusia
V¨ªktor Chernomirdin ha salido claramente fortalecido de la ¨²ltima crisis pol¨ªtica en Rusia, cuya v¨ªctima principal ha sido el vicejefe de Gobierno y cabeza del ala reformista Anatoli Chub¨¢is, que ha perdido la cartera clave de Finanzas. El primer ministro, que ayer dio por concluidos los cambios, queda ahora como el ¨²nico con posibilidades reales de suceder a Bor¨ªs Yeltsin como presidente en el a?o 2000.
LUIS MAT?AS L?PEZ MOSC?
Aunque no haya tenido nada que ver con el esc¨¢ndalo que casi ha costado la cabeza a Chub¨¢is, el otro primer viceprimer ministro y supuesto presidenciable, Bor¨ªs Nemtsov, ha quedado tambi¨¦n debilitado, al perder el ministerio de Energ¨ªa, si bien ha logrado colocar ah¨ª a uno de sus fieles.La capacidad de Chernomirdin para sobrevivir resulta sorprendente, y ya se puso de manifiesto en octubre durante el enfrentamiento entre el presidente y la Duma, cuyo grupo mayoritario, el comunista, present¨® una moci¨®n de censura contra el Gobierno. En esa ocasi¨®n, la falta de convicci¨®n del l¨ªder comunista, Guennadi Ziug¨¢nov, el ambiguo ofrecimiento de compromiso de Yeltsin y la intervenci¨®n personal de Chernomirdin ante la C¨¢mara lograron desactivar el conflicto y enfriar el oto?o caliente con el que la oposici¨®n amenazaba desde hac¨ªa meses.
Una de las claves de la resoluci¨®n de aquella crisis consisti¨® en que el triunfo de la moci¨®n de censura habr¨ªa supuesto la ca¨ªda de Chernomirdin, que amenaz¨® con dimitir, pero no la de los cachorros reformistas Chub¨¢is y Neintsov, aut¨¦nticas bestias negras, sobre todo el primero, de la oposici¨®n comunista y nacionalista. Yeltsin los defendi¨® entonces, aparentemente, porque entendi¨® que su suerte estaba ligada a la de la marcha de un proceso de reformas que considera irreversible. Sin embargo, el presidente ha vuelto a dejar muy claro que nadie en su entorno puede sentirse seguro.Chub¨¢is y Neintsov lograron eliminar el pasado d¨ªa 5 al magnate Bor¨ªs Berezovski como viceconsejero de Seguridad Nacional mediante un golpe palaciego, pero su victoria result¨® ef¨ªmera. Cuando se supo que Chub¨¢is y cuatro de sus colaboradores cobraron honorarios desmesurados por un libro sobre las privatizaciones que nadie piensa que tenga el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s, el presidente le retir¨® su apoyo. Si no acept¨® por completo su dimisi¨®n, fue probablemente porque no quiso hacer un regalo tan descomunal a la oposici¨®n. La mayor¨ªa de los analistas coinciden, sin embargo, en que la cuenta atr¨¢s para la permanencia de Chub¨¢is en el Gobierno ya est¨¢ corriendo, y que podr¨ªa llegar a cero en los primeros meses de 1998.Chernomirdin es, tal vez, el l¨ªder pol¨ªtico que m¨¢s se parece a Yeltsin: aparentemente burdo, de lenguaje directo aunque farragoso y dif¨ªcilmente comprensible, con el pragmatismo como ¨²nica ideolog¨ªa y con un carisma de origen impreciso pero que le es extraordinariamente ¨²til. Ahora queda perfectamente situado para disputar la presidencia en el a?o 2000, si es que Yeltsin cumple su promesa de no forzar la Constituci¨®n para presentarse a un tercer mandato.La base econ¨®mica para esa apuesta podr¨ªa venirle de Berezovski, de quien se ha dicho que es el hombre m¨¢s rico de Rusia y que cuenta con un imperio period¨ªstico que incluye fuertes intereses en dos cadenas de televisi¨®n.Ayer, Chernomirdin se dio el gustazo de aclarar que la supuesta incompatibilidad entre el cargo de vicejefe de Gobierno y la direcci¨®n de ministerios concretos s¨®lo afecta a los n¨²meros dos del Gabinete, Chub¨¢is y Neintsov, los perdedores de la crisis. Y dio ¨¦sta por totalmente cerrada al asegurar expresamente que los cuatro viceprimeros ministros que se hallan en la misma situaci¨®n conservar¨¢n sus responsabilidades actuales.
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