"Ni los polit¨ªcos deben opinar de los jueces ni los jueces de los pol¨ªticos"
Santiago Mart¨ªnez-Vares, c¨¢ntabro, de 55 a?os, casado y con tres hijos, presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa, es el nuevo presidente de la Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura, mayoritaria y conservadora en la carrera judicial. Lector incansable de El Quijote -todas las noches lee un pasaje-, se niega a hablar de ideolog¨ªas en la justicia y sostiene que "ni los pol¨ªticos deben opinar de los jueces ni ¨¦stos de aqu¨¦llos".Pregunta. ?Hay una justicia progresista y otra conservadora?
Respuesta. No. La justicia es una para todos.
P. ?Que diferencia a un juez progresista de uno conservador?
R. No creo en esos calificativos. A la hora de aplicar la ley, los jueces intentamos crear derecho: armonizar el sentir de la ley con la realidad concreta.
P. ?Por qu¨¦ la justicia es una delas instituciones menos valoradasen las encuestas?
R. Porque est¨¢n mal, planteadas. Se manipula a la opini¨®n p¨²blica. No es posible que el 50% de los espa?oles piense que los jueces no son imparciales, que no est¨¢n preparados t¨¦cnicamente. Que no se conf¨ªe en ellos es falso. Si fuera as¨ª, existen otros medios para resolver los conflictos. Sin embargo, cada vez hay m¨¢s problemas en los tribunales. La gente quiere que los suyos los, conozca y resuelva un juez.
P, ?Cu¨¢l es el m¨¢s grave del d¨ªa a d¨ªa?
R. Si no hablamos de los grandes principios, la lentitud; en ocasiones, exagerada. Por ejemplo, un proceso contencioso-administrativo no deber¨ªa durar m¨¢s de nueve meses. En un tribunal como el de Sevilla, la media, patolog¨ªas aparte, es de 12 a 15.
P. ?C¨®mo se resuelve?
R. Con medidas legislativas, con m¨¢s magistrados y con una Administraci¨®n que evite que sus relaciones con los administrados sean tan conflictivas.
P. ?Cu¨¢les fueron las consecuencias m¨¢s negativas de la gesti¨®n socialista en el Ministerio de Justicia?
R. La puesta en marcha de laley org¨¢nica del Poder Judicial de1985 ha tenido graves consecuencias. La jubilaci¨®n anticipada vac¨ªo gran parte de la cabeza del escalaf¨®n y hubo que improvisarjueces. Despu¨¦s, la introducci¨®n de determinados modos de acceder a la carrera. La pol¨ªtica denombramientos no fue la m¨¢sadecuada. Hay un problema grave, muy grave: el modo de elecci¨®n de los vocales del Consejo General del Poder Judicial, que esa ley modific¨®. Creo que es sensato que en el ¨®rgano de gobierno de los jueces haya 12 jueces elegidos por los jueces, porque otras corrientes depensamiento est¨¢n perfectamente representadas con los ocho vocales que no pertenecen a la carrera judicial. Hay que restaurar el derecho inalienable de que sean losjueces los que elijan a sus representantes en su ¨®rgano de gobierno.
P. La acusaci¨®n de corporativismo es f¨¢cil.
R. Eso es una falsa percepci¨®n del problema. Ese ¨®rgano gobierna a un poder del Estado con caracter¨ªsticas muy concretas y que debe ser gobernado, en parte, por los propios miembros de ese poder. El poder pol¨ªtico es alternante, no permanente, y puede ser desempe?ado por cualquier ciudadano aunque carezca de cualificaci¨®n previa. El judicial es permanente, ejercido por profesionales preparados t¨¦cnicamente para ese poder porque as¨ª lo ha querido el ciudadano cuando aprob¨® la Constituci¨®n. Tiene la misma legitimidad que la Corona, la que le da la Constituci¨®n. El ¨®rgano de gobierno de los jueces lo tienen que componer mayoritariamente jueces elegidos por jueces. Eso no es corporativismo, es sentido com¨²n. Adem¨¢s, que el, poder judicial sea independiente es vital para el Estado de Derecho. Su funci¨®n es controlar a los otros poderes y s¨®lo lo puede hacer si es independiente.
P. ?Y qui¨¦n controla al juez?
R. Los propios jueces, las partes en los litigios y los medios de comunicaci¨®n cuando critican sus tareas desde criterios t¨¦cnico-jur¨ªdicos y no,- como a veces se hace, descalificando sentencias y calumniando.
P. El PP, ahora, ya tiene en su debe dos fiscales generales del Estado y el nombramiento de un fiscal jefe de la Audiencia Nacional con la oposici¨®n de toda la carrera fiscal.
R. Hay que destacar dos puntos:el de las transferencias en materia de justicia a las comunidades y el de que las competencias del ministerio cada vez son menos. En materia legislativa, la labor se puede considerar buena: ah¨ª est¨¢ el anteproyecto de Ley de Enjuiciamiento Civil; la ley de lo contencioso-administrativo, muy avanzada... El conflicto del ministerio fiscal fue heredado. El fiscal del Estado, en uso de su independencia, tom¨® unas medidas que encontraron contradicci¨®n en la carrera fiscal. Pero es un cap¨ªtulo cerrado.
P. ?Debe ser el fiscal general independiente del Gobierno?
R. Sin duda.
P. Pero es elegido por ¨¦l.
R. Constitucionalmente, no hay otra opci¨®n. Lo que hay que hacer es mejorar las condiciones en que desempe?e la funci¨®n. Tiene que ganar en independencia y seguridad. Hay que ir a un sistema en que se le designe por un n¨²mero de a?os y no pueda ser removido.
P. ?Son permeables los tribunales a la influencia del poder pol¨ªtico y a los intereses de los medios de comunicaci¨®n?
R. Categ¨®ricamente, no. Los jueces no somos esp¨ªritus puros ni santos. Cualquier cosa que ocurre a nuestro alrededor nos afecta. Pero tambi¨¦n es cierto que tenemos mecanismos de autodefensa. Nuestra formaci¨®n y el ejercicio de un poder nos va creando anticuerpos.
P. ?Que puede hacer un juez cuando desde un partido o un peri¨®dico se le tacha de prevaricador?
R. Hay que mejorar los mecanismos para perseguir las injurias y calumnias contra un juez. No creo correcta la soluci¨®n de que sea ¨¦l mismo quien descienda a la arena del proceso a denunciar esos hechos. El juez no debe entrar en esas situaciones porque le convierten en parte y le afectan en su imparcialidad.
P. ?Pueden opinar los jueces de los pol¨ªticos?
R. No. Y tampoco los pol¨ªticos de los jueces. En eso tenemos que ser tremendamente respetuosos. El juego de la divisi¨®n de poderes debe funcionar con absoluta delicadeza. .
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