Un grupo de EE UU pro derechos humanos acusa a la polic¨ªa de los peores abusos en Latinoam¨¦rica
"Las polic¨ªas de Latinoam¨¦rica -salvo excepciones-, desde M¨¦xico hasta Brasil, pasando por Guatemala, Ecuador, Hait¨ª, Jamaica o Per¨², son los mayores contribuyentes a la violaci¨®n de los derechos humanos en la regi¨®n, con la agravante de una generalizada y total impunidad". ?sa es la impresi¨®n de Jos¨¦ Miguel Vivanco, chileno de 36 a?os y director para las Am¨¦ricas de Human Rights Watch, la m¨¢s potente organizaci¨®n de derechos humanos de Estados Unidos."La ampliaci¨®n del espacio pol¨ªtico y la celebraci¨®n de elecciones cada vez m¨¢s transparentes no se ha traducido en una mejora sustancial de los derechos humanos en Latinoam¨¦rica", observa Vivanco, que acaba de entrevistarse en Madrid con representantes del Gobierno y de la oposici¨®n para pulsar el punto de vista espa?ol sobre estas cuestiones, "que reciben un trato meramente ret¨®rico en las cumbres regionales", en referencia a la reciente cumbre iberoamericana celebrada en la isla venezolana de Margarita.
"La cuesti¨®n fundamental de la regi¨®n es la del derecho a la justicia. Hay deficiencias profundas que propician un cuadro generalizado de impunidad que retroalinienta los abusos y el crimen", advierte este abogado, que se form¨® en Santiago de Chile, Salamanca y Harvard (EE UU).
Vivanco estima que, "a grandes rasgos, la recuperaci¨®n de los sistemas democr¨¢ticos en Latinoam¨¦rica ha puesto fin a las violaciones sistem¨¢ticas de los derechos humanos como parte de una pol¨ªtica oficial, de una estrategia, como fueron la guerra sucia de Pinochet en Chile, las juntas militares en Argentina o el Hait¨ª de Duvalier". El responsable para toda Am¨¦rica de Human Rights Watch, profesor en la universidad norteamericana de Georgetown, subraya que hay dos grandes salvedades en este panorama: la de Cuba, "donde el inmovilismo es absoluto", y Per¨², "donde la legislaci¨®n antiterrorista es tan amplia que permite todo tipo de violaciones y no hay ning¨²n tipo de garant¨ªas jur¨ªdicas".
Human Rights Watch hace especial hincapi¨¦, por boca de Jos¨¦ Miguel Vivanco, en el obst¨¢culo que la propia polic¨ªa supone a la hora de "obstaculizar el ejercicio y la vigencia de los derechos humanos, porque sigue actuando con brutalidad, sin capacidad para la investigaci¨®n profesional del crimen y sometida a un estricto c¨®digo de silencio". La raz¨®n, seg¨²n Vivanco, hay que buscarla en las prioridades de los dirigentes latinoamericanos, que en sus discursos "incluyen continuamente la necesidad de reafirmar la defensa de los derechos humanos", pero que esas declaraciones no tienen una traducci¨®n pr¨¢ctica, no la llevan a su "agenda pol¨ªtica". Vivanco asiente cuando se le pregunta por la vinculaci¨®n entre la situaci¨®n econ¨®mica y los excesos del liberalismo en la regi¨®n, pero admite que su organizaci¨®n "no tiene ni la metodolog¨ªa ni la disposici¨®n para adentrarse, de momento, esos territorios".
Colombia, a la cabeza
Mientras que Colombia est¨¢ a la cabeza en el cuadro de preocupaciones de Human Rights Watch, por "violaciones grav¨ªsimas y masivas de los derechos humanos, Guatemala, que disfrutaba del penoso r¨¦cord de encabezar el escalaf¨®n de las violaciones durante el conflicto armado, ha pasado, tras la firma de la paz en diciembre de 1996, a un descenso espectacular hoy d¨ªa".El cambio de inquilino en la Casa Blanca ha significado, seg¨²n Vivanco, un "radical cambio de rumbo en cuanto a la pol¨ªtica exterior. Mientras Reagan y Bush estuvieron al mando, la pol¨ªtica de derechos humanos estaba al servicio de la ideolog¨ªa y cuando las violaciones eran obra de los pa¨ªses amigos se minimizaban. Ahora, los informes sobre derechos humanos ofrecen una visi¨®n bastante objetiva de la realidad, aunque eso no se traduzca despu¨¦s en la pr¨¢ctica pol¨ªtica. El Departamento de Estado puede presentar un inf¨®rme exhaustivo sobre las violaciones de los derechos humanos en M¨¦xico, y eso no altera, sin embargo, la pol¨ªtica de la Administrac¨ª¨®n de Bill Clinton hacia su vecino del sur".
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