El Depor se supera contracorriente
El Atl¨¦tico arranca un empate en Riazor sin elevar el tono de su juego
Agobiado por la clasificaci¨®n y los problemas internos, el Deportivo se repuso con entereza a una noche en que le toc¨® remontar el marcador casi desde el inicio. Una pieza de museo futbol¨ªstico con la firma de Lard¨ªn despej¨® el camino al Atl¨¦tico, que volvi¨® a ofrecer una imagen plagada de claroscuros. Al Deportivo le cost¨® sobreponerse a la bofetada inicial pero luego mostr¨® un rostro que deja cierto margen para el optimismo de su hinchada. Aunque le sigue faltando f¨²tbol, anoche derroch¨® convicci¨®n en los momentos m¨¢s delicados.El partido se rasg¨® muy pronto con un prodigio de precisi¨®n de Lard¨ªn. Hasta ese momento la cosa se aten¨ªa en exceso a los c¨¢nones del tacticismo. Los dos equipos tiraron la defensa hacia arriba, lo que amenaz¨® seriamente con provocar un hacinamiento masivo en el centro del campo. El peligro desapareci¨® cuando una intuici¨®n individual desmont¨® todo el tinglado. La jugada naci¨® en una estupenda incursi¨®n por la banda de Aguilera, quien la culmin¨® con una asistencia a Lard¨ªn, desplazado ocasionalmente al costado derecho del ¨¢rea. La suerte de Lard¨ªn fue que la pelota le cay¨® en la pierna izquierda, su apoyo natural. De ah¨ª el futbolista invent¨® una maravilla. Con muy poco ¨¢ngulo de tiro, golpe¨® sin parar, imprimi¨¦ndole un efecto de rosca muy sesgado que se elev¨® sobre la salida de Songo'o y entr¨® majestuoso por la cruceta.
Era la primera llegada al ¨¢rea del Deportivo, que hab¨ªa salido con enormes precauciones. En el Deportivo se apreciaba una actitud m¨¢s resolutiva, pero el gol le pas¨® factura. Los equipos como ¨¦ste, que viven momentos cr¨ªticos, tienden a descomponerse ante la primera adversidad. Aunque el Deportivo no lleg¨® a tanto, vivi¨® un tramo de desconcierto, mientras el Atl¨¦tico vacilaba, debati¨¦ndose entre su viejo instinto depredador y el aire m¨¢s cerebral que Antic le inculc¨® anoche al equipo. Los avances rojiblancos fueron siempre inquietantes para la hinchada local. Cuando se re¨²nen Juninho, Kiko, Caminero y Lard¨ªn hasta los rivales sienten ganas de ovacionar.
El sufrimiento del Deportivo se acrecent¨® por la inseguridad de su defensa. As¨ª y todo los gallegos superaron la corriente desfavorable con un ejercicio de voluntarismo y constancia. Cuando se ponen sobre la mesa tales argumentos piden la palabra futbolistas como Madar, un tipo tosco pero dispuesto a partirse la cara con el mismo diablo. Para completar la imagen perfecta de su gol s¨®lo le falt¨® el cuchillo entre los dientes: Madar centr¨® y remat¨® en la misma jugada.
El Deportivo se desmelen¨® en la reanudaci¨®n. Sali¨® hambriento, intensific¨® la presi¨®n arriba y puso contra la pared al Atl¨¦tico. Con el tiempo pudo restablecer el equilibrio y de nuevo volvi¨® a gozar de cierta generosidad defensiva por parte del Deportivo. Entre eso y el azar Andrei convirti¨® una falta y parte del p¨²blico se apresur¨® a enterrar al Deportivo tomando el camino de los pasillos. En un arranque final de coraje Naybet se rebel¨® contra el fatalismo y, acomod¨® el resultado a los m¨¦ritos futbol¨ªsticos de los contendientes.
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