"Cedieron a ETA mucho m¨¢s que la voz y la palabra"

?ste es un extracto de los hechos probados y los fundamentos jur¨ªdicos de la sentencia dictada ayer por el Supremo contra los 23 integrantes de la Mesa Nacional de Herri Batasuna. Tambi¨¦n se recoge ¨ªntegramente el fallo.

HECHOS PROBADOS

A) Con fecha 26 de abril de 1995, a trav¨¦s del Diario Egin, la organizaci¨®n terrorista ETA hizo p¨²blico un comunicado en el que daba a conocer lo que denominaba "Alternativa Democr¨¢tica" La formaci¨®n pol¨ªtica Herri Batasuna, por acuerdo de su Mesa Nacional -de composici¨®n distinta a la integrada por los acusados- decidi¨® difundir de manera activa el contenido de dicha "Alternativa Democr¨¢tica". Con tal finalidad, a partir de mayo de 1995, dicha Mesa Nacional desarroll¨® una serie de actividades que incluyeron, adem¨¢s de reuniones y contactos con otras formaciones, partidos pol¨ªticos y sectores sociales, la publicaci¨®n de miles de folletos destinados al p¨²blico; Constituida en diciembre de 1995, la nueva Mesa Nacional de Herri Batasuna -de la que forman parte todos los acusados-, dicho ¨®rgano directivo elabor¨® en enero de 1996 un documento denominado "Presentaci¨®n Popular de la Alternativa Democr¨¢tica", en el que se establec¨ªa un plan para la difusi¨®n de dicha propuesta de ETA, asumida por Herri Batasuna, a trav¨¦s de una serie de charlas y reuniones por barrios y pueblos del Pa¨ªs Vasco. [ ... ]B) A finales del mes de enero de 1996, ante la proximidad de las Elecciones Generales que se celebrar¨ªan el siguiente 3 de marzo, miembros no determinados de ETA [ ... ] hicieron llegar a la asociaci¨®n pol¨ªtica Herri Batasuna dos cintas de v¨ªdeo junto a una nota con el anagrama de ETA en la que ofrec¨ªan a HB esos v¨ªdeos referidos a la citada "Alternativa" y a las reflexiones complementarias desarrolladas por el mencionado grupo para su utilizaci¨®n y difusi¨®n en la forma que Herri Batasuna tuviera por conveniente. La Mesa Nacional de HB, en una reuni¨®n a la que todos asistieron, celebrada el 5 de febrero de 1996, acordaron asumir el contenido de los v¨ªdeos, proceder a su difusi¨®n y -ante la imposibilidad de que ETA pudiera ocupar espacios electorales televisivos y radiof¨®nicos reservados con car¨¢cter gratuito a los partidos pol¨ªticos legalizados- ceder a dicha organizaci¨®n terrorista sus propios espacios electorales.

Para ejecutar tal determinaci¨®n, los citados componentes de la Mesa Nacional de HB encargaron al ?rea de Comunicaci¨®n de dicho ¨®rgano, el anuncio, propagaci¨®n y exhibici¨®n de las copias del v¨ªdeo de unos 20 minutos de duraci¨®n as¨ª como la preparaci¨®n de una maqueta y copias del segundo v¨ªdeo para que, respectivamente, el primero fuese proyectado en diversos actos de presentaci¨®n de la "Alternativa Democr¨¢tica" y el segundo fuera emitido, como "spot" electoral de unos dos minutos de duraci¨®n, previa remisi¨®n a las televisiones p¨²blicas del Pa¨ªs Vasco y Navarra, en los correspondientes espacios electorales.

[ ... ] El "spot" destinado a ocupar los espacios electorales televisivos de HB, de unos dos minutos de duraci¨®n, se inicia, con una voz en "off", que dice: "Herri Batasuna quiere ofrecer con su voz esta propuesta democr¨¢tica, la propuesta de paz para el Pa¨ªs Vasco. HB, adem¨¢s de luchar por la independencia y por la libertad de nuestro pueblo, les cede su palabra, a los que realmente ofrecen una alternativa para la paz y la democracia, para superar el conflicto pol¨ªtico de hoy en d¨ªa as¨ª como sus manifestaciones violentas". A continuaci¨®n figuran en las im¨¢genes de este v¨ªdeo tres encapuchados, que con el anagrama de ETA a la espalda y sentados ante una mesa, sobre la cual hay tres pistolas, comienzan la alocuci¨®n en la que se refieren a la llamada propuesta de paz de ETA de abril de 1995, que ratifican, diciendo que "para superar el conflicto armado entre el Pa¨ªs Vasco y el Estado espa?ol, son dos los puntos a convenir con el Estado espa?ol: por un lado, el reconocimiento del Pa¨ªs Vasco, es decir, reconocer el derecho de autodeterminaci¨®n as¨ª como la unidad territorial que se le debe, y de otro, respetar el resultado del proceso democr¨¢tico que ha de desarrollarse en el Pa¨ªs Vasco, sea cual sea el mismo". Seguidamente a?ade que es "necesaria e imprescindible la amnist¨ªa general, que las fuerzas armadas espa?olas no tengan ning¨²n tipo de influencia en ese proceso" y para concluir: "En el caso de que se admitieran los puntos que hay que convenir con el Estado espa?ol para llevar a cabo ese proceso democr¨¢tico en el Pa¨ªs Vasco, ETA anunciar¨ªa el alto el fuego. He aqu¨ª nuestra propuesta de paz ratificada". Hay un cartel que dice "Vota Herri Batasuna".

C) Asimismo, en cumplimiento del mencionado acuerdo, se confeccion¨® un cinta magnetof¨®nica de dos minutos de duraci¨®n que el ?rea de comunicaci¨®n de la Mesa de HB remiti¨® a Radio Nacional de Espa?a para su inserci¨®n en los espacios gratuitos de la campa?a electoral.[ ...]

D) Sendos ejemplares del v¨ªdeo citado fueron enviados el 16 de febrero de 1996, por acuerdo de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, a S.M. el Rey y al Presidente del Gobierno.[ ...]

E) Ante la decisi¨®n del Juzgado Central de Instrucci¨®n n? 5 de la Audiencia Nacional, adoptada los d¨ªas 15 y 16 de febrero de 1996, por la que se prohibi¨® la proyecci¨®n y difusi¨®n del v¨ªdeo, "spot" y cinta mencionados, los componentes de la Mesa Nacional ahora acusados acordaron que su ?rea de Comunicaci¨®n remitiera a Televisi¨®n Espa?ola un nuevo v¨ªdeo que se inicia con la misma justificaci¨®n de "ofrecer con su voz" que el de menor duraci¨®n, si bien, a continuaci¨®n, en ¨¦l se sustituye la alocuci¨®n de los tres encapuchados durante unos minutos por la expresi¨®n "censurado"[ ... ]

F) Con fecha 5 de febrero de 1996, la oficina de Prensa de HB emiti¨® un comunicado con el siguiente contenido: [ ... ] "Durante esta semana, organizado por HB se celebrar¨¢n a lo largo del Pa¨ªs Vasco Sur, en varias localidades, presentaciones de la alternativa democr¨¢tica en las cuales se podr¨¢n ver los v¨ªdeos de la organizaci¨®n vasca en los que se recoge los contenidos de la proposici¨®n de paz que ETA expuso en abril de 1995".[ ...]

FUNDAMENTOS JUR?DICOS

DECIMOCTAVO. Los hechos declarados probados bajo los ep¨ªgrafes B), C), D) y E), son legalmente constitutivos de un delito de colaboraci¨®n con banda armada en grado de consumaci¨®n previsto y penado en el art¨ªculo 174 bis a) 1? y 2?, inciso final, del C¨®digo Penal de 1973, vigente en el momento de ocurrir los hechos. [ ... ] Dicha declaraci¨®n jurisdiccional sintetiza el resultado de un proceso evaluador que, presidido por las notas de globalidad, l¨®gica, racionalidad, verosimilitud e interrelaci¨®n, ha operado sobre un patrimonio probatorio debidamente depurado para incluir en su contenido s¨®lo aquellas pruebas homologadas legal y jurisprudencialmente desde el punto de vista de su formal y sustancial eficacia acreditativa.[ ... ]Queda as¨ª bien claro que el exceso -en su acepci¨®n de lo que sale en cualquier l¨ªnea de los l¨ªmites de lo l¨ªcito- en la utilizaci¨®n de los medios o instrumentos que el propio sistema democr¨¢tico pone al alcance de todos los ciudadanos o entidades para llevar a cabo su actividad en la contienda pol¨ªtica y la instrumentaci¨®n integral de aqu¨¦llos para la difusi¨®n de actividades ilegales, son las razones que han justificado la apertura de este proceso penal a los protagonistas de tan abusivo proceder. En la propuesta televisiva que asume la Mesa Nacional de HB se a?ade a la mera difusi¨®n de la "Alternativa Democr¨¢tica", no s¨®lo la promoci¨®n de la parafernalia de ETA -compuesta por capuchas, emblemas y anagramas-, sino la de sus "contundentes argumentos", que son elemento clave de tal presentaci¨®n. Tales argumentos y la latente amenaza de violencia mientras no se sigan sus designios, se sobreponen a cualquier connotaci¨®n de implantaci¨®n democr¨¢tica de dicha "Alternativa" por su incompatibilidad esencial con el contenido de una "propuesta de paz", en tanto que las armas de fuego aparecen, en su funci¨®n de "partenaire" instrumental imprescindible, como reflejo de una ostensible decisi¨®n de no cesar aprior¨ªsticamente en la denominada "Lucha armada".

Si HB -seg¨²n ven¨ªa exponiendo en meses precedentes- asumi¨® p¨²blicamente el contenido de la "Altenativa Democr¨¢tica" como propuesta para la soluci¨®n del conflicto del Pa¨ªs Vasco, no necesitaba ceder a ETA sus espacios electorales gratuitos, puesto que para dicha formaci¨®n pol¨ªtica era perfectamente posible y legal proponer en dicho espacio y por s¨ª misma tal planteamiento como f¨®rmula pol¨ªtica o como parte de su programa electoral. Es dicha cesi¨®n, en conjunci¨®n con las im¨¢genes de los v¨ªdeos a las que nos referiremos m¨¢s puntualmente, la estructura f¨¢ctica que conforma la acci¨®n de colaboraci¨®n con una organizaci¨®n terrorista y la que por su intencionalidad, consciencia y finalidad promocional de ETA, merece el reproche penal. El Tribunal ha rechazado toda pretensi¨®n de convertir este proceso en la "causa general" de la formaci¨®n pol¨ªtica HB, al igual que hemos asumido los moldes de garant¨ªa del derecho a la libertad de expresi¨®n que la Constituci¨®n proclama en favor de aqu¨¦lla tambi¨¦n como medio o instrumento de la acci¨®n pol¨ªtica

La reivindicaci¨®n del hecho diferencial vasco desde la perspectiva de la autodeterminaci¨®n como f¨®rmula pol¨ªtica, con la que obtener el reconocimiento de la libertad de decisi¨®n en torno a una definici¨®n territorial, cultural, idiom¨¢tica o pol¨ªtica, encaja como planteamiento presentable en el seno de una estructura democr¨¢tica. Por tanto, no es el contenido de la llamada "Alternativa Democr¨¢tica", en s¨ª mismo, el que, por asunci¨®n de sus postulados, genera responsabilidad penal en nuestro ordenamiento. Ha sido la estructura de su difusi¨®n a trav¨¦s de los referidos videos a partir de la decisi¨®n de ceder un espacio electoral televisivo gratuito a una organizaci¨®n terrorista que, al igual que sus "m¨¦todos" de di¨¢logo, cobra as¨ª espec¨ªfico protagonismo, lo que genera tal responsabilidad para los componentes de la Mesa Nacional de HB acusados de adoptar tal determinaci¨®n. Es, pues, la presentaci¨®n electoral de la "Alternativa Democr¨¢tica" por parte de una organizaci¨®n terrorista armada la que quebranta las reglas del sistema democr¨¢tico mayoritariamente legitimado por la manifestaci¨®n de soberan¨ªa con la que se abord¨® su instauraci¨®n y refrendo a lo largo de todos estos a?os. Y ello, porque al asumirse el sobrea?adido que las im¨¢genes comportan junto a la finalidad difusora de dicha determinaci¨®n, se introduce un matiz alternativo de coacci¨®n terrorista que convierte aqu¨¦lla en delictiva.

La oferta de la aceptaci¨®n de los t¨¦rminos de la "propuesta de di¨¢logo" en que est¨¢ planteada la intervenci¨®n videogr¨¢fica de los autoproclamados miembros de ETA se formula desde una ostensible posici¨®n coercitiva en la que la presencia de las armas deja bien claro cu¨¢l es la "alternativa a la Alternativa". Asumir tal planteamiento supone aceptar de lleno la din¨¢mica operativa terrorista definida por una proposici¨®n que, a partir de postulados irrenunciables, muestra las armas como "refuerzo argumental" en raz¨®n de lo que ¨¦stas representan en los m¨¦todos violentos de dicho grupo armado. El ofrecimiento de "di¨¢logo" se mediatiza as¨ª aprior¨ªsticamente por la violencia. El mensaje visual viene a decir o se aceptan nuestros postulados reivindicativos o continuaremos la lucha armada. Con ello, la pugna pol¨ªtica pasa a una esfera de confrontaci¨®n inadmisible y pierde legitimidad, lo que, inicialmente, admite postulaci¨®n en el seno de un contexto democr¨¢tico, transform¨¢ndose en un instrumento de presi¨®n en manos de una organizaci¨®n cuyas acciones, por medio del terror, tratan de imponer sus ideas o reivindicaciones.

No debe sorprender que el uso que los dirigentes de la coalici¨®n HB han hecho de las ventajas que ofrece la vida democr¨¢tica no haya tenido contestaci¨®n punitiva en tanto ha discurrido por las lindes de los espacios acotados para la confrontaci¨®n pol¨ªtica. Mas, en el caso presente, dichas fronteras se han traspasado al propiciar, sostener y participar en la difusi¨®n de la propuesta audiovisual tantas veces referida mediante una cesi¨®n electoral exclusiva a trav¨¦s de la cual se asume la metodolog¨ªa terrorista como medio de implantaci¨®n de reivindicaciones pol¨ªticas.[.. . ]

DECIMONOVENO. Ya hemos reflejado c¨®mo el sistema democr¨¢tico espa?ol ampara en su seno la convivencia pac¨ªfica de corrientes sociales y actividades pol¨ªticas discrepantes, incluso la de aquellas que preconizan postulados destinados a sustituir el esquema territorial constitucionalmente consagrado, pues precisamente la grandeza de la democracia reside en asumir la discrepancia pol¨ªtica y digerir, adem¨¢s, planteamientos no violentos, por muy distintos que sean del programa que para regular su pac¨ªfica convivencia ha conformado la mayor¨ªa de los ciudadanos a trav¨¦s, usualmente, de su representaci¨®n parlamentaria. M¨¢s, ni siquiera invocando la prevalencia -que no supremac¨ªa- de un derecho como la libertad de expresi¨®n, y salvo que se destruyan las bases mismas del sistema democr¨¢tico cuyos cauces de exteriorizaci¨®n ideol¨®gica y reivindicativa han de ser siempre pac¨ªficos, es tolerable, por muy alta que sea la dosis de permisividad asignada a la actividad pol¨ªtica o por muy anchos que sean los cauces de la libertad de expresi¨®n, legitimar a su amparo las conductas de los dirigentes de una formaci¨®n pol¨ªtica por las que se hace cesi¨®n de su log¨ªstica m¨¢s exclusiva -sus espacios audiovisuales gratuitos en el marco de una campa?a electoral que en s¨ª misma es circunstancia socialmente relevante para promocionar una organizaci¨®n terrorista y difundir y multiplicar la fuerza de su actividad. ETA ha convertido el asesinato selectivo, el atentado indiscriminado, el secuestro y la extorsi¨®n en instrumentos cotidianos de actuaci¨®n para, bajo la amenaza del terror as¨ª creado, intentar imponer sus postulados ideol¨®gicos. De ah¨ª que homologar as¨ª -subliminal aunque expresivamente- la presencia de las armas en el campo de la lucha pol¨ªtica y la consagraci¨®n televisiva de aquellas como "argumento de apoyo" a la denominada "propuesta de paz" resulte delictivo.

En definitiva, en el supuesto enjuiciado, los acusados cedieron a ETA mucho m¨¢s que la voz y la palabra. Le cedieron, adem¨¢s, la imagen en un espacio electoral televisivo y gratuito para prestar incondicional apoyo a dicha organizaci¨®n criminal que se propone dominar por el terror a la sociedad para imponer sus criterios a trav¨¦s de la sinraz¨®n de la violencia Dicha conducta no puede ser justificada alegando que su causa impulsiva es la coincidencia con determinadas reivindicaciones program¨¢ticas de aqu¨¦lla.

VIGESIMOSEXTO. Es en el terreno de la valoraci¨®n de las conductas personales en el que especialmente cobra vigor la obligaci¨®n de motivaci¨®n de las resoluciones jurisdiccionales. Para expresar tal valoraci¨®n e individualizar la responsabilidad de los acusados, damos aqu¨ª por reproducidas las consideraciones hechas en razonamientos precedentes. A trav¨¦s de ellas hemos delimitado tanto el contorno de la conducta enjuiciada -la decisi¨®n, adoptada por el ¨®rgano directivo de la coalici¨®n HB de ceder un espacio electoral gratuito a la organizaci¨®n terrorista ETA- como los actos precedentes, coet¨¢neos y posteriores a tal acuerdo de 5 de febrero de 1996, en la medida en que permiten recrear el prop¨®sito que guiaba la actuaci¨®n enjuiciada Nos parece tambi¨¦n preciso valorar cu¨¢l ha sido la concorde e id¨¦ntica postura defensiva de los acusados cuando se les ha interrogado sobre su participaci¨®n personal en los hechos, pues es ilustrativa de su propia responsabilidad.

HB es una formaci¨®n legal que no est¨¢ estructurada como otros partidos pol¨ªticos convencionales. No cuenta con un secretario o coordinador general, sino que act¨²a como una asociaci¨®n pol¨ªtica coyuntural, en cuya estructura directiva se encuentra la Mesa Nacional con las competencias, funciones y capacidad ejecutiva descritas en los preceptos estatutarios incorporados a los autos [... ].Tal dise?o funcional y org¨¢nico ha de tenerse presente como marco en el que examinar la responsabilidad en los hechos que se les imputan de quienes, como miembros de tal Mesa Nacional, ostentan puestos directivos en tal coalici¨®n electoral.

[ ... ] Conforme a tal criterio y para dar cumplimiento al deber expositivo que impone el mismo, hemos de manifestar que rechazamos, por inveros¨ªmil, la tesis exculpatoria planteada por la defensa de los acusados en el juicio oral. La misma, que se ha pretendido reforzar y justificar con el contenido de sus declaraciones, intenta poner el acento en la remisi¨®n del v¨ªdeo a Televisi¨®n Espa?ola, desplazando la responsabilidad de la decisi¨®n hacia el fallecido componente de la Mesa Nacional, y encargado del ?rea de Comunicaci¨®n, se?or Sampedro. Se hace present¨¢ndonos un peculiar e ins¨®lito funcionamiento del ¨®rgano directivo de HB, seg¨²n el cual el ?rea de Comunicaci¨®n tendr¨ªa asignadas funciones pol¨ªticas y operativas del m¨¢s alto rango, de forma que su titular, incre¨ªblemente, podr¨ªa adoptar, sin conocimiento del resto de componentes de la Mesa Nacional, decisiones tan trascendentes para toda la formaci¨®n pol¨ªtica como la que aqu¨ª se enjuicia Se afirma por tanto que Sampedro, a quien desgraciadamente ya no se le puede interrogar sobre tales extremos, dispuso, sin control alguno y sin que el aparato ejecutivo de la coalici¨®n necesitare conocer visualmente el contenido de los v¨ªdeos enviados por ETA, la confecci¨®n de cu?as electorales con base en dichas cintas y la cesi¨®n de unos espacios gratuitos en periodo electoral en favor de una organizaci¨®n terrorista.

Frente a la racional versi¨®n que cabe extraer de la lectura que ofrece el normal funcionamiento institucional previsto en los Estatutos de la formaci¨®n pol¨ªtica HB, se nos expone otra que, por su il¨®gica composici¨®n, ni siquiera alcanza car¨¢cter de coartada, pues est¨¢ destinada exclusivamente a introducir elementos de dispersi¨®n incriminatoria y no a justificar personalizadamente las actitudes, ausencias o comportamientos coet¨¢neos o posteriores a la acci¨®n t¨ªpica. Tal propuesta explicativa no puede ser calificada de razonable por lo exc¨¦ntrico y afuncional de su dise?o.

En conclusi¨®n: del referido delito de colaboraci¨®n con banda armada son responsables en concepto de autores los 23 acusados dada su participaci¨®n directa en la decisi¨®n tantas veces referida. No nos encontramos ante un supuesto de responsabilidad por otro, sino en un caso de autor¨ªa directa del art¨ªculo 14.1 del CP 1973, num¨¦ricamente m¨²ltiple pero individualmente diferenciada, en el que sus respectivos part¨ªcipes adquieren la condici¨®n de coautores por tomar parte directa y personal en la ejecuci¨®n de los actos nucleares integrantes de la din¨¢mica comisiva teniendo el completo dominio del hecho no s¨®lo a trav¨¦s de su propio comportamiento, sino tambi¨¦n de manera funcional, en cuanto que tal control f¨¢ctico -ejercido a trav¨¦s de la capacidad de decisi¨®n unitaria y resolutivamente activada- ha sido compartido con otros, a impulsos de un com¨²n prop¨®sito de favorecimiento y con conciencia de la naturaleza de la acci¨®n, no siendo obst¨¢culo a tal consideraci¨®n el hecho de que de los actos materiales de ejecuci¨®n de la decisi¨®n adoptada fueran llevados a cabo por el fallecido responsable del ?rea de Comunicaci¨®n de HB, pues ello s¨®lo trascender¨ªa en a?adir un aditamento calificador a la conducta de dicha persona. Por otra parte, tal efecto generador de responsabilidad individual en la decisi¨®n, ratifica el resultado de la determinaci¨®n colectiva ya que los acusados como integrantes individualizados de la Mesa Nacional, concurren con su participaci¨®n a la formaci¨®n de la voluntad del ¨®rgano colegiado. Ese efecto irradiante, sin embargo, no alcanza a toda la formaci¨®n pol¨ªtica en tanto que no est¨¢ acreditado que para el fin concreto aprobar la cesi¨®n del espacio electoral a ETA y asumir el contenido y formato del v¨ªdeo- se hubiera otorgado un mandato o representaci¨®n expresa a la Mesa Nacional por parte de la Asamblea Nacional de HB.

FALLAMOS

Que debemos absolver y absolvemos a los acusados Adolfo Araiz Flamarique, Florencio Aoiz Monreal, Itziar Aizpurua Ega?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Olarra Agiriano, Tasio Erquizia Almandoz, KoIdo Casta?eda Vallejo, Alberto de Lorenzo Goikoa, Juan Pedro Plaza Lujambio, Carlos Rodr¨ªguez Gonz¨¢lez, Rufino Etxeberria Arbelaiz, Gorka Mart¨ªnez Bilbao, KoIdo Celestino Samper, Amaia Bao G¨®mez, Mar¨ªa Jos¨¦ Andueza Ortega, Juan Mar¨ªa Olano Olano, Ant¨®n Morcillo Torres, Milkel Arregui Urrutia, Joseba Mart¨ªn Hernando, Matilde Iturralde Mart¨ªnez L¨ªzarduy, Carmelo Landa Medibie, Joseba ?lvarez Forcada, Jos¨¦ Luis Elkoro Unamuno, Juan Cruz Id¨ªgoras Gerrikabeitia, de los delitos de pertenencia a banda armada y apolog¨ªa del terrorismo de los que ven¨ªan siendo acusados.Que debemos condenar y condenamos a Adolfo Araiz Flamarique, Florencio Aoiz Monreal, Itziar Aizpurua Ega?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Olarra Agir¨ªano, Tasio Erquizia Almandoz, Koido Casta?eda Vallejo, Alberto de Lorenzo Goikoa, Juan Pedro Plaza Lujambio, Carlos Rodr¨ªguez Gonz¨¢lez, Rufino Etxeberria Arbelaiz, Gorka Mart¨ªnez Bilbao, Koido Celestino Samper, Ama¨ªa Bao G¨®mez, Mar¨ªa Jos¨¦ Andueza Ortega, Juan Mar¨ªa Olano Olano, Ant¨®n Morcillo Torres, Mikel Arregui Urrutia, Joseba Mart¨ªn Hernando, Matilde lturralde Mart¨ªnez Lizarduy, Carmelo Landa Medibie, Joseba ?lvarez Forcada, Jos¨¦ Luis Elkoro Unamuno, Juan Cruz Id¨ªgoras Gerrikabeitia, como autores de un delito de colaboraci¨®n con banda armada, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena, a cada uno de ellos, de siete a?os (7 a?os) de prisi¨®n mayor y multa de 500.000 pesetas (quinientas mil pesetas), con las accesorias de suspensi¨®n de cargo p¨²blico y derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, as¨ª como al pago, cada uno de ellos, de 1/23 parte de 1/3 de las costas ocasionadas, declar¨¢ndose de oficio los 2/3 restantes y, en todo caso, con exclusi¨®n de las causadas por las acusaciones particulares y reduci¨¦ndose a un tercio las de la acusaci¨®n popular en cuanto a la tercera parte precedentemente rese?ada Para el cumplimiento de la pena privativa de libertad que se impone se abonar¨¢ a los condenados todo el tiempo que hayan estado en prisi¨®n preventiva por esta causa, en tanto no haya sido aplicada para extinguir otras responsabilidades.