Agenda militar

"Espa?a va bien" pero se producen alteraciones innecesarias consecuencia de lo que los ingenieros de comunicaciones llaman la presencia de ruidos en el sistema, entendiendo por ruido todo aquello que obstaculiza el fluir de la informaci¨®n. Adem¨¢s, como explica Norman F. Dixon en su libro Sobre la psicolog¨ªa de la incompetencia militar que tuvo el acierto de traducir la editorial Anagrama, la adquisici¨®n de conocimientos supone la reducci¨®n de la ignorancia o si se prefiere la reducci¨®n de la incertidumbre que se tiene respecto de una determinada situaci¨®n. De ah¨ª se sigue que un hecho o un v¨ªdeo improbable o inesperado contenga m¨¢s informaci¨®n (es decir, reduzca m¨¢s incertidumbre) que uno esperado. Pero tambi¨¦n que un hecho inesperado sea absorbido con mayores dificultades que uno previsto (V¨¦ase en EL PA?S del 26 de agosto de 1992, p¨¢gina 10, la Ley de la Gravitaci¨®n Informativa).Hugh Thomas nos previno en The Suez Affair sobre la realidad de que cuanto mayor sea el impacto producido por una informaci¨®n nueva, cuanto mayor sea su novedad, m¨¢s grande ser¨¢ tambi¨¦n la resistencia contra su contenido. Y entre las razones que generan tan peligroso conservadurismo pueden mencionarse tres. En primer lugar, esas informaciones requieren una mayor capacidad de elaboraci¨®n e interpretaci¨®n; en segundo lugar, amenazan con el regreso a una situaci¨®n anterior de incertidumbre insoportable; y en tercer lugar, confrontan a quien toma las decisiones con el desagradable pensamiento de que quiz¨¢ se haya equivocado. Por eso los responsables tienen tendencia a cerrar los ojos o a concentrarse en otros visionados.

Estas observaciones estuvieron muy presentes en los debates del seminario sobre Las nuevas Fuerzas Armadas y su impacto en la industria europea de Defensa despu¨¦s de Amsterdam, celebrado en Toledo el pasado fin de semana. All¨ª acudieron, convocados por la Secci¨®n Espa?ola de la Asociaci¨®n de Periodistas Europeos, representantes de los Estados Mayores del Ej¨¦rcito, de la Armada y del Aire, directivos de las empresas p¨²blicas y privadas suministradoras de los sistemas de armas, diplom¨¢ticos de varios pa¨ªses, profesores universitarios, soci¨®logos, funcionarios de la Comisi¨®n Europea y de la Alianza Atl¨¢ntica, portavoces de los grupos parlamentarios en la Comisi¨®n mixta Congreso-Senado encargada de estos estudios, y algunos periodistas especializados.

Las sesiones de Toledo permitieron analizar las reformas emprendidas hacia unas Fuerzas Armadas profesionales a la luz de la vigente Constituci¨®n. El profesor David Blanquer expuso las conclusiones de su libro Ciudadano y soldado. La Constituci¨®n y el servicio militar, que ha editado Civitas. Blanquer mantiene que el deber gen¨¦rico de defender a Espa?a (art¨ªculo 30. 1) para nada se identifica con la obligaci¨®n de cumplir el servicio militar (art¨ªculo 30.2). En su opini¨®n, el primer apartado contiene s¨®lo una habilitaci¨®n a los poderes p¨²blicos para que puedan imponer obligaciones concretas orientadas a la satisfacci¨®n de las necesidades de la Defensa Nacinal, ya sean materiales como la requisa de bienes o personales como la prestaci¨®n del servicio militar.

Nuestro autor se aplica despu¨¦s al an¨¢lisis del principio de unidad nacional consagrado en el art¨ªculo 2 (la Constituci¨®n se fundamenta en la indisoluble unidad de la Naci¨®n Espa?ola), que podr¨ªa debilitarse si la supresi¨®n del servicio militar obligatorio acarreara la p¨¦rdida de identificaci¨®n con las Fuerzas Armadas de los ciudadanos de algunas comunidades aut¨®nomas en las que los ¨ªndices de alistamiento voluntario fueran bajos o muy bajos. Pero ese razonamiento equivaldr¨ªa a depositar en las Fuerzas Armadas la funci¨®n de v¨ªnculo de cohesi¨®n nacional y esa funci¨®n sobrepasa las recogidas en el art¨ªculo 8 de la Constituci¨®n. El previsible desequilibrio en la procedencia regional de los Ej¨¦rcitos carecer¨ªa de relevancia" como tampoco la tiene el que se registra de mallorquines o catalanes en el cuerpo de abogados del Estado o en las filas de la carrera diplom¨¢tica.

Sucede, sin embargo, que el portavoz parlamentario de CiU, Carles Campuzano, propugnaba que los soldados, en tanto que tales, es decir durante su permanencia en filas, fueran instruidos en las peculiaridades de la naci¨®n catalana (formulaci¨®n ajena a los textos constitucionales) y que el portavoz parlamentario del PNV, Peio Caballero, se mostraba partidario de recuperar una reserva territorial coincidente con la delimitaci¨®n de Euskadi que, a esos efectos, sustituir¨ªa a los territorios forales de Guip¨²zcoa, Vizcaya y ?lava. La agenda militar s¨®lo qued¨® planteada y volvimos al ruido.

Continuar¨¢.