Un proceso de huelgas amenaza a la direcci¨®n de la TV p¨²blica francesa
Un proceso de huelgas desatado en France T¨¦l¨¦vision -el organismo que agrupa a las cadenas p¨²blicas francesas- pone en peligro la supervivencia de su presidente y director general, Xavier Gouyou-Beauchamps, que fue nombrado en 1996, cuando la derecha estaba en el poder. Gouyou-Beauchamps intenta capear el temporal desatado por el malestar en las plantillas. Su gesti¨®n ser¨¢ observada con lupa por el Consejo Superior del Audiovisual (CSA), la instituci¨®n que tiene el poder de nombrar o cesar a los responsables de la televisi¨®n p¨²blica y de conceder o retirar las frecuencias a las emisoras privadas.El gobierno socialista que funciona desde hace siete meses ha visto como en este periodo el presidente y director general defenestraba a un periodista-presentador pr¨®ximo a la izquierda, en beneficio de otro que simpatiza con los conservadores. El Ejecutivo no ha presionado en ning¨²n momento al CSA para evitar la politizaci¨®n del conflicto, pero una mala salida a la huelga, una negociaci¨®n demasiado costosa o demasiado larga podr¨ªa reducir el margen de maniobra de Gouyou-Beauchamps.
En cualquier caso, el origen del problema que se vive actualmente en la televisi¨®n p¨²blica no es de naturaleza pol¨ªtica, sino que afecta a las condiciones de trabajo. Si en 1974 el gobierno franc¨¦s de la ¨¦poca decidi¨® dividir la ORTF -televisi¨®n y radio p¨²blicas- en varias sociedades para poder privatizarlas en parte, el simple hecho de volver hoy a reunir f¨ªsicamente en un mismo edificio las supervivientes ha sido motivo de conflicto. Simult¨¢nea, pero no concertadamente, France 2 y France 3 se han declarado en paro. El primero de los dos canales vi¨® como su pantalla quedaba en negro durante varias horas del pasado mi¨¦rcoles, mientras que en France 3 llevan ya cuatro d¨ªas sin espacios informativos.
Un pu?ado de t¨¦cnicos
La protesta de France 3 responde a una reivindicaci¨®n muy clara: a trabajo igual, salario igual. En l¨ªneas generales, el personal de France 3 cobra un 30% menos que el de France 2. Eso es as¨ª desde la noche de los tiempos, porque France 3 es el canal regionalizado, modesto y sin estrellas.Pero esa modestia ha sido recompensada y en 1996 y 1997 los informativos de France 3 son los que mayor incremento de audiencia han conocido y superan los muy lujosos de France 2. La ministra de Cultura ha propuesto "un plan en tres a?os" para "aproximar, que no igualar" los sueldos.
En France 2 el temor es de otra ¨ªndole. Los que interrumpieron la emisi¨®n fueron un pu?ado de t¨¦cnicos. Estos y el personal administrativo temen que la convivencia bajo un mismo techo de las plantillas de France 2 y France 3 demuestre que hay puestos en los que se produce una duplicaci¨®n de trabajadores y que sean los que gozan de mayores privilegios las primeras v¨ªctimas de la "reestructuraci¨®n".
Los 1.600 trabajadores de France 2 ven, pues, con malos ojos la convivencia con los m¨¢s productivos 800 de France 3, adem¨¢s de temer por la desaparici¨®n de su identidad como cadena diferenciada.
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