Historias del fr¨ªo
An¨¦cdotas de una jornada de hielo y nieve que atrap¨® a miles de conductores en la zona sureste de la regi¨®n
La madrugada del 5 de diciembre de 1997 ser¨¢ recordada con un escalofr¨ªo por miles de madrile?os. Esa noche, el azote del viento y la nieve dej¨® a su paso un reguero de penalidades. Muchas despertaron la solidaridad de los ciudadanos, otras mostraron la debilidad de las instituciones y algunas se quedaron en simples paradojas. Este es un relato de seis de estas historias.Presuntos, por la nieve. Cuatro presos de la prisi¨®n de Valdemoro no pudieron ser juzgados porque el hielo impidi¨® que fueran trasladados desde la c¨¢rcel a los juzgados de plaza de Castilla. Los juicios fueron suspendidos y los reos siguen siendo presuntos.
Nieves, se llam¨®. Beatriz sali¨® por la tarde de Caraba?a con los dolores del primer parto y mucha prisa. Pero camino del hospital la sorprendi¨® la N-III. La carretera, colapsada por el hielo, la mantuvo aprisionada tres horas, hasta que consiguieron sacarla de all¨ª y llevarla, para su desgracia, al ambulatorio de Perales de Taju?a, en el epicentro del temporal. Eran las diez de la noche. Y la horas empezaron a gotear. Pero no estaba sola. Una patrulla de la Guardia Civil fue a rescatarla, pero el hielo y la nieve pudieron m¨¢s y los agentes quedaron como tantos otros conductores tirados en la carretera. Lo intent¨® entonces el Insalud, pero el temporal mostr¨® su fuerza. Una peque?a ambulancia privada, casi sin medios, sorte¨® placas de hielo, camiones volcados, cuestas mortales y, a las cuatro de la madrugada, alcanz¨® el ambulatorio. Beatriz sali¨® con ellos. A la ma?ana siguiente, en el hospital Gregorio Mara?¨®n, dio a luz. Beatriz llam¨® Nieves a su hija.
Solidaridad m¨®vil. La noche del temporal, el tel¨¦fono m¨®vil se convirti¨® en un arma contra el fr¨ªo. Cientos de atrapados pulsaron las teclas para avisar a sus familias del retraso, a la Guardia Civil de su situaci¨®n y a Tr¨¢fico de sus quejas. Pero miles de conductores, sin este instrumento, temieron lo peor. Los servicios de emergencia trataron de tranquilizarles. Pero una empresa dio un paso m¨¢s y se dirigi¨® al jefe de Bomberos de la Comunidad para ofrecer gratis m¨®viles de su firma. El ofrecimiento fue rechazado. Son¨® raro.
Atendidos en la c¨¢rcel de Valdemoro. En la N-IV a su paso por Valdemoro (21.000 habitantes), 12 personas fueron rescatadas de sus coches. Algunas, con problemas de salud y crisis nerviosas, fueron trasladadas hasta la c¨¢rcel de Valdemoro, donde recibieron atenci¨®n en el dispensario.
Cazando liebres en el atasco. El tramo de la carretera M-506 entre el barrio fuenlabre?o de Loranca y la entradada a M¨®stoles (196.500 vecinos) fue ayer un can¨®dromo improvisado donde los automovilistas hicieron de galgos. Los conductores estuvieron parados durante una hora y cuarto en ese tramo. Al aparecer una veintena de liebres junto a la carretera y tiraron del freno de mano para "salir de caza". Las liebres fueron m¨¢s r¨¢pidas.
Sin noticias de 52 jubilados. Los vecinos de Fuentidue?a del Tajo (1.400 habitantes) no durmieron el jueves. Un autocar con 52 jubilados del pueblo, y que iba a llegar a las nueve de la noche, no hab¨ªa aparecido a las doce. El alcalde llam¨® entonces a la Delegaci¨®n del Gobierno y a Protecci¨®n Ciudadana. Nadie, indica, le respondi¨®. Envi¨® un veh¨ªculo municipal a por ellos. El coche, una furgoneta sin cadenas, tuvo que regresar: la N-III estaba cubierta por una capa de hielo y nieve. Los jubilados llegaron a la una de la tarde del d¨ªa siguiente. Fueron recibidos entre abrazos. El autob¨²s se hab¨ªa quedado atascado a varios kil¨®metros de Fuentidue?a. Los servicios de rescate no hab¨ªan podido acercarse al autocar hasta las cuatro de la madrugada. Todos llegaron en buenas condiciones al municipio.
Han participado en la elaboraci¨®n de este art¨ªculo J. M. Ahrens., L. F. Dur¨¢n, Juli¨¢n Morales, Susana Moreno y Vicente G. Olaya.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Heladas
- Atascos
- Nieve
- Retenciones circulaci¨®n
- Da?os cultivos
- Comunidades aut¨®nomas
- Precipitaciones
- Transporte urbano
- Fr¨ªo
- Protecci¨®n cultivos
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Comunidad de Madrid
- Transporte carretera
- Temperaturas
- Tr¨¢fico
- Espa?a
- Agricultura
- Meteorolog¨ªa
- Agroalimentaci¨®n
- Administraci¨®n p¨²blica
- Incidencias transporte
- Transporte