Cabrera Infante reitera su fe "en la capacidad regenerativa de las palabras"
Para el autor cubano, el Cervantes significa "el encuentro con la gran literatura espa?ola"
A Guillermo Cabrera Infante le costaba creer al principio que le hubieran dado el Cervantes. "Como autor de muchas bromas pesadas, tem¨ªa que esta vez me hicieran la broma a m¨ª", reconoci¨®. Pero la satisfacci¨®n por el premio no tard¨® en salir a relucir. "Para m¨ª es un gran reconocimiento, donde antes apenas se me hab¨ªa reconocido", afirm¨® desde su casa en Londres. "Despu¨¦s de haber sido una especie de candidato perenne para este premio, significa para m¨ª el encuentro con la gran literatura espa?ola, la que parte desde el propio Cervantes hasta nuestros d¨ªas". Otro candidato perenne al Cervantes, el Nobel Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, renunci¨® un d¨ªa antes a la posibilidad de que se le concediera el galard¨®n.Lo cierto es que, a pesar de ser uno de los autores hispanoamericanos m¨¢s reconocidos, a Cabrera Infante no se le han otorgado muchos premios. "Gan¨¦ el Biblioteca Breve, de Seix Barral, en 1964, y, curiosamente, Vargas Llosa estaba entonces en el jurado. Me han dicho que tambi¨¦n ha estado en ¨¦ste, con lo que de alguna manera parece haberse convertido en algo c¨ªclico".
Coincidencias
Pero en Cabrera Infante este tipo de coincidencias parecen obra de un destino que juega con ¨¦l, de la misma forma en que ¨¦l juega con el lenguaje. "Lo que siempre me ha interesado del lenguaje son las posibles combinaciones y la enorme capacidad regenerativa de las palabras. Estoy envuelto en un juego permanente con el lenguaje, eso es lo que evita que me muera de aburrimiento ante la m¨¢quina de escribir", confiesa.El juego que sostiene el nuevo premio Cervantes con las palabras es ya muy largo y fruct¨ªfero. "En 1947 escrib¨ª mi primer cuento", recordaba ayer. "De modo que este a?o se cumplen mis bodas de oro con la literatura. No creo que el jurado del Cervantes haya sabido esto, pero para m¨ª tiene un significado especial que me lo hayan dado justo este a?o".
Las ficciones de Cabrera Infante, adem¨¢s de su particular relaci¨®n con las palabras, tienen otras dos grandes referencias obligadas: La Habana y el cine. "El cine es el gran narrador de nuestro siglo, el cine es incluso mejor narrador que la novela", afirma. Cine o sardina, el m¨¢s reciente libro publicado por Cabrera Infante, re¨²ne sus textos sobre cine escritos desde Londres. "Es la cr¨®nica de 30 a?os del cine que he vivido y creo que con ¨¦l he agotado el tema". Sin embargo, el autor de Un oficio del siglo XX se confiesa seducido m¨¢s por las estrellas del celuloide que por el propio g¨¦nero. "Los actores y actrices son los que cambian las pel¨ªculas. Un tranv¨ªa llamado deseo sin Marlon Brando o Con la muerte en los talones sin Cary Grant son inimaginables".
Respecto a La Habana, pese a m¨¢s de tres d¨¦cadas de exilio, sigue siendo una dolorosa referencia. La literatura de Cabrera est¨¢ impregnada de ese sentimiento, entre la c¨®lera y la nostalgia. Libros como La Habana para un infante difunto o Mea Cuba recogen sus ideas y sentimientos, aunque en todos fluye la sangre y el verbo habanero.
"No es que me haya negado a dejar ese conflicto de lado, pese a 32 a?os de exilio", dec¨ªa ayer. "Es el conflicto el que nunca me ha dejado de lado a m¨ª. No se trata de una posici¨®n pol¨ªtica, es sobre todo una cuesti¨®n moral" subraya.
El jurado del Premio Cervantes 1997 estuvo constituido por Fernando L¨¢zaro Carreter, Luis Pastori, Mario Vargas Llosa, Victorino Polo Garc¨ªa, Francisco Ayala, Camilo Jos¨¦ Cela, Jes¨²s Ferrero y ?ngel S¨¢nchez Harguindey. Actu¨® como seretario, sin voto, Fernando Rodr¨ªguez Lafuente, director general del Libro.
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