?De qu¨¦ dudan?

LOS PARTIDOS nacionalistas democr¨¢ticos vascos debat¨ªan ayer su actitud ante el paro de dos horas y la manifestaci¨®n convocados por los sindicatos ELA y LAB, adem¨¢s de Herri Batasuna, en protesta por la condena judicial de los 23 miembros de la direcci¨®n de ese partido. De entrada, el PNV hab¨ªa indicado, en el mismo documento en que criticaba la sentencia, que no apoyar¨ªa la huelga general de 24 horas que inicialmente hab¨ªa convocado HB. Esa postura era coherente con lo aprobado por los partidos democr¨¢ticos reunidos en Ajuria Enea tras el asesinato del concejal Miguel ?ngel Blanco: "No podremos actuar conjuntamente en la defensa de ninguna causa, por leg¨ªtima que en s¨ª sea, con quienes con su palabra de apoyo o su silencio cobarde se han hecho c¨®mplices de tan abominable asesinato". No hace ni una semana, ETA ha vuelto a intentar matar -y precisamente a una concejal- en un atentado frustrado por la intervenci¨®n de un escolta, el cual ha perdido un ojo por los disparos de los terroristas. Herri Batasuna ha guardado el mismo silencio cobarde de julio.Si, pese a ello, existen dudas en el nacionalismo es porque la salida que ELA ha proporcionado a HB es, a su vez, coherente con la l¨ªnea de tender puentes hacia los violentos desplegada por el PNV y EA en los ¨²ltimos tiempos. Esa l¨ªnea ha conducido, entre otras cosas, a apoyar la pol¨ªtica de unidad de acci¨®n con LAB seguida por ELA. Este sindicato es consciente, seg¨²n el documento interno que se conoci¨® ayer, de que su postura es dif¨ªcil de entender. Lo es sobre todo por las personas pr¨®ximas a los ertzainas y funcionarios de prisiones afiliados a ELA asesinados por ETA en los ¨²ltimos meses. El argumento para justificar ese pacto, asumido por al menos un sector del PNV, es que servir¨ªa para moderar a los radicales de LAB. Sin embargo, dos a?os despu¨¦s del inicio del experimento, el resultado m¨¢s bien indica que ha sido el viejo sindicato nacionalista, nacido en 1911, el que ha adaptado su programa y su actitud a los planteamientos de los radicales: deslegitimaci¨®n del Estatuto de Gernika y cuestionamiento de los principios de la Mesa de Ajuria Enea. Sobre todo, sustituci¨®n de la unidad de los dem¨®cratas frente a la imposici¨®n fascista por la unidad nacionalista entre dem¨®cratas y violentos.

Respaldar la movilizaci¨®n de HB, aunque sea con el subterfugio de que el paro ser¨¢ s¨®lo de dos horas, significa colaborar con quienes consideran leg¨ªtimo asesinar a concejales o ertzainas, quemar las sedes de los partidos, secuestrar a la gente y amenazar a todo el mundo, con la pretensi¨®n de que todo ello quede impune. Significa, en otras palabras, tomarse a beneficio de inventario lo acordado en el mes de julio y respaldado por la movilizaci¨®n de medio mill¨®n de vascos.