Un problema llamado Rodr¨ªguez

"Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar tiene un problema. Debe elegir si quiere un portavoz que facilite la comunicaci¨®n y la fluidez entre los grupos o uno que provoque la crispaci¨®n y la bronca. Miguel ?ngel Rodr¨ªguez hace frecuentemente comentarios impertinentes". As¨ª se refer¨ªa en mayo pasado Joaquim Molins, portavoz parlamentario de CiU, al secretario de Estado de Comunicaci¨®n.En junio de 1996, al poco de tomar posesi¨®n de su cargo, Rodr¨ªguez se defini¨® como "la cabeza que debe coordinar las telecomunicaciones y la informaci¨®n". Tres meses despu¨¦s, en septiembre, no le qued¨® m¨¢s remedio que reconocer como suyos los errores del Gobierno al hacer llegar sus decisiones a la opini¨®n p¨²blica. "No quito la cara aunque sepa que me van a caer tortas. Lo saben quienes me conocen", recalc¨® entonces. El propio grupo popular le hab¨ªa planteado esas cr¨ªticas.

Ciertamente, sus estudios de filolog¨ªa hisp¨¢nica no parecen valer de mucho a Rodr¨ªguez, cofrade mayor de la hermandad vallisoletana de las Siete Palabras, ante su irreflexiva y, a menudo, desinformada incontinencia verbal. As¨ª, en julio del a?o pasado, SOS Racismo, que pidi¨® su dimisi¨®n, ya le dio un primer palo por calificar de "bueno y necesario" el haber narcotizado a 103 inmigrantes ilegales para sacarlos en avi¨®n del pa¨ªs.

Algo m¨¢s tarde, en noviembre, la advertencia le lleg¨® por parte de Josep Antoni Duran Lleida. El l¨ªder de Uni¨® Democr¨¢tica de Catalunya espet¨® a Aznar: "Dar¨¢ problemas al Gobierno si sigue as¨ª". Se refer¨ªa a las manifestaciones de Rodr¨ªguez ante la pretensi¨®n de los nacionalistas de tener sus propias selecciones futbol¨ªsticas. "?A qui¨¦n se le ha ocurrido?", pregunt¨® Rodr¨ªguez al record¨¢rsele esa propuesta y, a bote pronto, la calific¨® de "sandez". "En fin", dijo, "no tengo palabras para describir su originalidad. Si tan preocupados est¨¢n por un deporte ingl¨¦s, que impidan a sus equipos contratar entrenadores y jugadores extranjeros, ( ... ) o que s¨®lo vayan a los estadios los nacidos en su ciudad, con lo que terminar¨¢n jugando a las canicas".

Hace justamente un a?o, en el 18? aniversario de la Constituci¨®n, se gan¨® los calificativos de "clasista" y "sexista" al decir: "Si fuera ni?a, se vestir¨ªa de largo; si fuera ciudadano, votar¨ªa". Ni, que decir tiene que hubo de pedir p¨²blicamente perd¨®n a las mujeres.

Ya en 1997, en mayo, Rodr¨ªguez tuvo que comparecer en el Congreso ante las acusaciones de Antonio Asensio. El entonces presidente de Antena 3 denunci¨® que le hab¨ªa amenazado -"atente a las consecuencias"- si pactaba con el Grupo PRISA sobre la televisi¨®n digital. El secretario de Estado contraatac¨® alegando que, a su vez, Asensio hab¨ªa intentado coaccionarle con una campa?a de desprestigio y que, en el fondo, no era m¨¢s que "el actor de un gui¨®n escrito por Felipe Gonz¨¢lez".

Lo cierto, sin embargo, es que Rodr¨ªguez no s¨®lo amenaz¨® a Asensio con ese "atente a las consecuencias" que ¨¦l mismo reconoci¨®, aunque matiz¨® haberlo dicho en tono coloquial. Manuel Campo Vidal, vicepresidente de Antena 3; Javier Gimeno, consejero delegado; Jos¨¦ Oneto, director de Noticias, y Jes¨²s Hermida confirmaron por escrito a la comisi¨®n del Congreso tales amenazas telef¨®nicas, de las que tambi¨¦n fueron testigos Miquel Roca, ex portavoz de CiU, y Jordi Vilajoana, director de TV-3. Por ejemplo, Rodr¨ªguez dijo a Oneto: "Est¨¢s trabajando con un g¨¢nster y un mafioso [por Asensio]", "Asensio no sabe lo que ha hecho firmando con [Jes¨²s del Polanco y le va a costar muy caro", "no voy a parar hasta que Asensio acabe en la c¨¢rcel", "te avisar¨¦ un minuto antes de que esto suceda", "no le van a servir de nada sus guardaespaldas porque el Gobierno tiene muchos m¨¢s"...

Como ahora con la petici¨®n de Almunia a Aznar de que se indulte a los etarras que rechacen la violencia, Rodr¨ªguez gusta de negar lo evidente. En octubre pasado afirm¨® que era falso que se hubiese aprobado en un Consejo de Ministros de julio el padr¨®n municipal de 1996 a pesar de que as¨ª consta en la referencia de los acuerdos tomados que redact¨® y entreg¨® a la prensa la Secretar¨ªa de Estado que dirige.

Rodr¨ªguez, cuya dimisi¨®n reclama el PSOE, ya tuvo que hacer mutis una vez. En 1989 se vio forzado a dejar la portavoc¨ªa de la Junta de Castilla y Le¨®n, presidida por el mism¨ªsimo Aznar, algo m¨¢s que su padrino porque hasta su esposa, Ana Botella, suele decir que tienen cuatro hijos: "Jos¨¦ Mari, Ana, Alonso y... Miguel ?ngel". La Junta de Portavoces, por unanimidad, pidi¨® su destituci¨®n. Entonces se despidi¨® as¨ª: "Me marcho por haber dicho la verdad". Aznar, c¨®mo no, se apresur¨® a acogerle de nuevo.