Aprobado en Kioto un protocolo de m¨ªnimos
El documento prev¨¦ una reducci¨®n del 5,2% en las emisiones de gases de efecto invernadero
El protocolo de Kioto, el acuerdo internacional para reducir las emisiones a la atm¨®sfera de gases de efecto invernadero que inciden en el cambio clim¨¢tico, avanz¨® lentamente durante toda la noche de ayer hacia su aprobaci¨®n a primera hora de la ma?ana en Jap¨®n. El documento estipula que los 39 pa¨ªes desarrollados se comprometen a reducir sus emisiones en un 5,2% de media, respecto a los niveles de 1990 y 1995, entre el 2008 y el 2010. El acuerdo afecta a seis gases y las cuotas fijadas para cada pa¨ªs contemplan una reducci¨®n del 8% para los 15 miembros de la Uni¨®n Europea, Suiza y varios pa¨ªses europeos; del 7% para EE UU y Canad¨¢, y del 6% para Jap¨®n. Rusia, Nueva Zelanda y Ucrania quedan obligados a estabilizar sus emisiones en igual plazo. Los resultados de la cumbre han sido calificados de "farsa" y "tragedia" por los ecologistas.
Australia puede aumentar sus emisiones hasta un 8%, Noruega un 5% e Islandia un 10%. La reducci¨®n global para la UE se distribuye entre sus miembros, de manera que algunos tendr¨ªan derecho a aumentar sus emisiones. Es el caso de Espa?a.Los gases sometidos a reducci¨®n son di¨®xido de carbono, metano, oxido nitroso, hidrofluorocarbono, perfluorocarbonos y hexafluoruro de carbono, y no exclusivamente los tres primeros como se hab¨ªa planteado en las negociaciones. La inclusi¨®n de los seis gases hab¨ªa sido defendida por EE UU y los grupos ecologistas, entre otros.
Para los tres primeros compuestos se estipula el nivel de 1990 como marco de referencia en casi todos los pa¨ªses, mientras que para los tres ¨²ltimos la fecha es 1995.
La lista que desglosa la reducci¨®n del 5,2% de las emisiones hace diferencias entre los pa¨ªses tal y como defend¨ªa EE UU, y en contra de la propuesta de la UE, que quer¨ªa un objetivo de reducci¨®n id¨¦ntica al menos para EE UU, Jap¨®n y Europa, y lo m¨¢s alto posible. Sin embargo, el compromiso del 5,2% podr¨¢n apunt¨¢rselo los europeos como el m¨¢ximo logro que se pod¨ªa obtener para ser aceptado por EE UU, teniendo en cuenta que part¨ªan de una propuesta de estabilizaci¨®n de sus emisiones.
Jap¨®n sube un punto sobre lo que propon¨ªa y la UE baja del 15% que pretend¨ªa como objetivo gen¨¦rico a repartir un 8% entre los 15 pa¨ªses miembros, lo que supon¨ªa un permiso de aumento de emisiones para Espa?a. La UE discutir¨¢ en breve la adopci¨®n unilateral de su objetivo.
La aprobaci¨®n del documento base, tan dif¨ªcilmente contruido por el comit¨¦ encargado de aglutinar las negociaciones en esta Tercera Conferencia de las Partes de la Convenci¨®n de Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico, pas¨® durante toda la noche varios momentos cr¨ªticos en que las discusiones estuvieron estancadas, con enfrentamientos que parec¨ªan irreconciliables sobre puntos cr¨ªticos. Casi tres horas cost¨® desbloquear un p¨¢rrafo referente al mercado de emisiones, un mecanismo por el que un pa¨ªs puede comprar cupos de emisi¨®n de gases a otro que no los utilice.
Compradores y vendedores
La firme oposici¨®n manifestada por el delegado de China y de los representantes del G77, que agrupa a m¨¢s de un centenar de pa¨ªses en desarrollo, y la defensa a ultranza de este comercio sobre todo por parte de EE UU y Rusia, principales interesados como comprador y vendedor, colaps¨® las negociaciones y s¨®lo se sali¨® del atasco tras una pausa en la reuni¨®n y la adopci¨®n de una medida dr¨¢stica del presidente del comit¨¦ de negociaci¨®n, Ra¨²l Estrada: eliminar el p¨¢rrafo conflictivo del documento y aplazar las medidas contempladas para su debate hasta dentro de un a?o en la pr¨®xima reuni¨®n en Buenos Aires. La misma situaci¨®n se produjo m¨¢s adelante al ir desgranando las 24 p¨¢ginas del documento de negociaci¨®n final.O aplazamiento, o eliminaci¨®n en varios casos, lo que hac¨ªa pensar a muchos observadores de la reuni¨®n que el documento final ser¨ªa un compromiso gen¨¦rico o cojo en muchas cuestiones clave como los sumideros de CO2 o el fondo del desarrollo limpio que debe canalizar la ayuda econ¨®mica y tecnol¨®gica de los pa¨ªses desarrollados a los que est¨¢n en v¨ªas de desarrollo.
Un nuevo tap¨®n se produjo al abordar el art¨ªculo que contemplaba el compromiso que los pa¨ªses en desarrollo asumir¨ªan en el esfuerzo com¨²n de la lucha contra el cambio clim¨¢tico, una condici¨®n apoyada con fuerza por EE UU y rechazada por el G77 y China. Estos tem¨ªan que se pudieran generar discriminaciones en las ayudas econ¨®micas a recibir por aqu¨¦llos que no asumiesen compromisos voluntarios pero obligatorios una vez asumidos. Un "borrado" por parte de Ra¨²l Estrada, presidente del comit¨¦ de negociaci¨®n, liquid¨® la cuesti¨®n o la aplaz¨®.
D¨ªa de la Atm¨®sfera
Durante todo el d¨ªa se mantuvieron fren¨¦ticas negociaciones de la UE con EE UU y Jap¨®n. Luego con el G77. De nuevo cada uno de ellos con los dem¨¢s. Por la tarde, Estrada mantuvo una sesi¨®n de contacto clave, en reclusi¨®n total, hasta el punto de impedir que los delegados salieran a beber agua y al principio incluso hasta al servicio. Los obst¨¢culos se mantuvieron durante horas. Al final se logr¨® un dif¨ªcil acuerdo."Este acuerdo es un avance fundamental en la respuesta de la comunidad internacional al cambio clim¨¢tico", declar¨® Estrada. "Hoy deber¨ªa ser recordado como el D¨ªa de la Atm¨®sfera".
"El acuerdo es peque?o pero importante. Hemos empezado a construir el bote. Ahora tenemos que hacer de ¨¦l un barco fuerte", declar¨® Howard Ris, director de la Uni¨®n de Cient¨ªficos Preocupados. "Algunas p¨¢ginas del tratado parecen escritas con un punz¨®n de hacer agujeros en lugar de una pluma. El primer objetivo despu¨¦s de Kioto debe ser cerrar esos agujeros, a?adi¨® Alde Meyer, de la misma organizaci¨®n independiente.
Tambi¨¦n el Grupo ecologista World Wild Fund for Nature (WWF) se apresur¨® a destacar los agujeros del protocolo. "A pesar de los muchos fallos, WWF impulsar¨¢ su ratificaci¨®n y entrada en vigor de manera que se pueda avanzar en el proceso de aumentar los objetivos de reducci¨®n de emisiones y cerrar los agujeros".
"El protocolo de Kioto proporciona reducciones significativas reales de gases de efecto invernadero", dijo esta madrrugada Michael Zammit Cutajar, secretario ejecutivo de la Convenci¨®n.
Ayer por la ma?ana, en Kioto faltaba todav¨ªa por traducir el protocolo a los seis idiomas de Naciones Unidas, m¨¢s el japon¨¦s, y, su presentaci¨®n a la sesi¨®n plenaria de los delegados de los 60 pa¨ªses de la Convenci¨®n.
Luego el documento debe ser entregado al secretario general de Naciones Unidas y se abrir¨¢ el plazo de firmas en la sede central en Nueva York entre el 16 de marzo de 1998 y el 15 marzo de 1999. Despu¨¦s habr¨¢ de ser ratificado por las partes firmantes antes de entrar en vigor cuando al menos 55 pa¨ªses de la Convenci¨®n lo hayan hecho.
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