Gran arte jondo solidario

Noche de soleares, cuatro de los cinco cantaores las hicieron, y fue tambi¨¦n el baile elegido por El G¨¹ito, que hizo con su habitual magisterio. Noche de alegr¨ªas, tambi¨¦n, en un doble sentido: porque o¨ªmos el estilo, muy bien interpretado, a tres de los cantaores, y por la alegr¨ªa que siempre nos da la respuesta tumultuaria del p¨²blico a un fin solidario, como era esta la ocasi¨®n.No vamos a fijarnos, pues, en cualquier motivo para una cr¨ªtica negativa, pues el solo hecho de que todos los artistas acudieran a la cita desinteresadamente, ya merece una calificaci¨®n de sobresaliente. Tampoco hubiera habido lugar, la verdad sea dicha, porque todos ellos estuvieron a una gran altura, identific¨¢ndose con su propio cante y con lo que el p¨²blico esperaba de ellos. Un p¨²blico siempre entregado, entusiasta, ejemplar.

Valga como muestra que a El Cabrero le pidieron los consabidos fandangos, y no hizo fandangos, sino siguiriyas, milo?ga, soleares y ton¨¢s, destacando en los dos ¨²ltimos g¨¦neros. De telonero sali¨® Paco del Pozo, el joven madrile?o ganador en La Uni¨®n de la L¨¢mpara Minera de este a?o, en quien advertimos, adem¨¢s de una gran afici¨®n, un enorme progreso art¨ªstico. Vicente Soto, de la casa de los Sordera, dej¨® con la excelencia que ¨¦l sabe hacerlo, el buen eco de los cantes de C¨¢diz y Jerez.

En maestro Chaquet¨®n, especialmente en su estremecedora interpretaci¨®n de la malague?a de Enrique El Mellizo, pero tambi¨¦n por alegr¨ªas y por buler¨ªas. E igualmente el maestro Jos¨¦ Menese, quien hizo unos campanilleros que fueron una belleza y por soleares y siguiriyas alcanz¨® verdaderas cumbres. Los guitarristas acompa?aron muy bien, y El G¨¹ito, ya lo hemos dicho, bail¨® admirablemente su sole¨¢. Una gran noche para un noble objetivo solidario.