El juez imputa la muerte de Benavent al due?o del 'jard¨ªn de los horrores'
El propietario del jard¨ªn de los horrores de Castell¨®n, Emilio Pellicer, de 64 a?os, volvi¨® ayer a declarar ante el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 8 de Castell¨®n, Josep Llu¨ªs Albi?ana, como principal sospechoso del asesinato, del ingeniero Enrique Benavent, desaparecido en junio de 1991. El interrogatorio comenz¨® a las 17.30 y dur¨® dos horas. De momento, el presunto asesinato de Benavent es el ¨²nico delito que se le imputa a Pellicer, El Petxina, en cuyo jard¨ªn se han descubierto numerosos restos humanos en las ¨²ltimas semanas.
Emilio Pellicer, tras el interrogatorio, fue trasladado de nuevo a la prisi¨®n de Castell¨®n. Adem¨¢s del juez, el fiscal y la letrada de oficio que asiste a Pellicer, estuvieron presentes en la declaraci¨®n los abogados de los tres miembros de la familia de El Petxina que permanecen detenidos. A la salida del Palacio de Justicia, donde se realiz¨® el interrogatorio, ni el juez, ni el fiscal, ni los abogados quisieron realizar declaraciones p¨²blicas.A la esposa, hijo y nuera de El Petxina se les imputa un presunto delito de colaboraci¨®n, aunque el grado de supuesta complicidad en el crimen todav¨ªa no se ha determinado. Por el momento, aunque persisten las investigaciones, no se prev¨¦n nuevas detenciones.
Pellicer ingres¨® en el centro penitenciario de Castell¨®n en la madrugada del s¨¢bado, despu¨¦s de ser trasladado desde Madrid, en cuyo aeropuerto fue detenido procedente de Bolivia. El detenido permanece incomunicado en una celda aislada para evitar el contacto con su hijo, que est¨¢ en el mismo m¨®dulo carcelario, con el fin de evitar que comenten sus declaraciones.
Los familiares de Pellicer que est¨¢n detenidos s¨®lo han admitido que Enrique Benavent estuvo en su casa en las fechas en que desapareci¨® y que, durante su estancia, se desencaden¨® una discusi¨®n o una pelea, de la, que aseguran desconocer las consecuencias. El Petxina, en un primer interrogatorio la noche del s¨¢bado, tambi¨¦n admiti¨® la visita de Benavent y una disputa sobre la venta de unos terrenos.
Antecedentes
El recluso de la c¨¢rcel de Picassent que desvel¨® el lugar en el que se enterr¨® supuestamente, el cad¨¢ver de Benavent, reconoci¨® ante el juez que ayud¨® a El Petxina a trasladar el cuerpo de la v¨ªctima de la casa al jard¨ªn. El interno, que niega haber presenciado la muerte del ingeniero, afirm¨® tambi¨¦n que el hijo y la nuera de Pellicer estaban ese d¨ªa en la casa de la familia en el barrio de La Breva de Castell¨®n. Pellicer tiene antecedentes penales por tr¨¢fico de drogas y falsificaci¨®n de moneda.Durante la ma?ana de ayer; mientras tanto, prosiguieron las labores de criba de la tierra del jard¨ªn de los horrores. El fiscal y el juez Albi?ana revisaron, durante poco menos de una hora, al trabajo que lleva a cabo la polic¨ªa judicial de la Guardia Civil. Tanto los restos humanos hallados ayer como los encontrados en d¨ªas anteriores, se encuentran bajo un metro y medio de tierra. Por ahora no se contempla la posibilidad de derribar la casa, de cuyo interior la Guardia Civil sac¨® ayer la imagen del santo del barrio de La Breva, que Pellicer guardaba en su vivienda.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.