"Cosas de t¨ªas"
La teniente Ripley mor¨ªa en la tercera, oscura, t¨¦trica entrega de la m¨¢s famosa saga de la ciencia-ficci¨®n contempor¨¢nea: Alien. Pero su muerte, que se produc¨ªa para que no naciera el monstruo que llevaba en sus entra?as tras su encuentro con Alien, result¨® s¨®lo aparente: ahora se nos dice que ha sido mantenida con vida para ver c¨®mo se desarrollaba su criatura. Como habr¨¢ adivinado hasta el lector m¨¢s distra¨ªdo, un descuido provocar¨¢ que no ya uno, sino hasta una docena de monstruitos escapen al control de los cient¨ªficos militares que hacen experimentos con ellos, con lo que ya la tenemos montada: ser¨¢ otra vez todos contra todos.En medio de esto, Ripley, que ayudar¨¢ a una banda de rateros gal¨¢cticos a librarse de la pesadilla, entra en el laboratorio donde una forma humanoide, su propia hija, yace esperando la conmiseraci¨®n de que al guien la mate. Eso. har¨¢ su madre, que huir¨¢ desesperada del lugar ante la incomprensi¨®n de uno de sus compa?eros de fatigas. "Son cosas de t¨ªas", concluye el tipejo (el siempre inquietante Ron Perlman) ante la efusi¨®n sentimental de la mujer
Alien (Resurrecci¨®n)
Direcci¨®n: Jean-Pierre Jeunet.Fotograf¨ªa: Dalus Khondji, M¨²sica: John Frizzel. Producci¨®n: Gordon Carroll, David Giler, Walter Hill y Bill Badalato, EE UU, 1997. Int¨¦rpretes: Sigourney Weaver, Winona Ryder, Dominique Pinon, Ron Perlman, Brad Dourif. Estreno en Madrid: cines Lido, Albufera Multicines, Colombia Multicines, Ode¨®n Plaza Aluche, Callao, Liceo, Palacio de la Prensa, Vergara,Victoria, Luchana, Acte¨®n, Cartago, Vaguada, Ideal Multicines.
Y ah¨ª est¨¢ realmente la clave de esta no menos t¨¦trica, aunque considerablemente m¨¢s desmelenada nueva versi¨®n de Alien: los problemas vienen siempre por las mujeres, tal como se suger¨ªa ya en la tercera parte, en evidente contradicci¨®n con el. papel din¨¢mico que Ripley desempe?ara en las dos primeras entregas de la serie.
Un toque antifeminista
De eso va la cosa: de mujeres que son un aut¨¦ntico peligro. Y no s¨®lo Ripley, sino tambi¨¦n Call (Ryder), que es alguien diferente de quien se nos dice que su sentido de la piedad, por as¨ª decirlo, es inducido. O sea, que las mujeres din¨¢micas que ocupan un lugar preeminente en la ficci¨®n se comportan fuera del arquetipo, con lo cual propician el horror... aunque luego tendr¨¢n que solucionar los entuertos: si vosotras lo hab¨¦is hecho, nenas, pues al tajo, que es vuestro el problema. En suma, un toque de atenci¨®n antifeminista, digno de un g¨¦nero poco propicio al respeto de las f¨¦minas.Aunque a un amante del g¨¦nero ni se le pase por la cabeza, en ¨¦sta la m¨¢s directa lectura que la propicia Alien resurrecci¨®n, un filme que si mantiene el inter¨¦s hasta el final no es por el trabajo del impagable Jean-Pierre Dehcatessen Jeunet, bueno en lo que hace a la creaci¨®n de un clima opresivo y surcado por ramalazos surrealistas y s¨²bitos estallidos de genio -con una cortes¨ªa de Dominique Pinon, habitual presencia en el cine de Jeunet y de su colega Caro-, aunque nada pueda hacer con un gui¨®n que se desmelena al final. El inter¨¦s procede de una estructura narrativa que ya ha demostrado hasta la saciedad sus posibilidades: en la serie la claustrofobia y la persec¨²ci¨®n y muerte del monstruo han. actuado siempre como confortable soluci¨®n vicarial para el espectador.
Menos angustiosa que la matriz, Alien IV demuestra que tendremos bicho para rato. Se apuntan aqu¨ª algunas soluciones a desarrollar en el futuro: monstruos que comienzan a experimentar sentimientos, aumento de la capacidad mort¨ªfera de las armas, pero tambi¨¦n espectacular aumento del n¨²mero de las criaturitas, sumado a una nave que ha estallado en la Tierra cargada de ellas, pero sin que veamos los efectos del estallido. Bien nos podr¨ªa dar en el futuro una continuaci¨®n al aire libre. Habr¨¢ que esperar, pero seguro que veremos Alien V.
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