Zedillo pone a un ministro neoliberal al frente del banco central mexicano

Ernesto Zedillo sorprendi¨® ayer a los mercados monetarios y a la clase pol¨ªtica. En una inesperada jugada, el presidente de M¨¦xico anunci¨® que su actual ministro de Hacienda, Guillermo Ortiz, de 49 a?os, quien con mano firme le ayud¨® a sacar al pa¨ªs de la pavorosa crisis de 1995, ser¨¢ el pr¨®ximo gobernador del Banco de M¨¦xico. Al frente del banco central, independiente seg¨²n la ley, Ortiz ser¨¢ el encargado de perpetuar el proyecto econ¨®mico de Zedillo m¨¢s all¨¢ del final de su Administraci¨®n, en el 2000.

De acuerdo con analistas financieros, la maniobra tiene l¨®gica (a pesar de la sorpresa), pues Ortiz es un convencido de la pol¨ªtica neoliberal seguida por el Gobierno mexicano en los ¨²ltimos 15 a?os, especialmente acentuada durante el sexenio anterior, el de Carlos Salinas, de Gortari, y en lo que va de ¨¦ste, con Zedillo.El gobernador del Banco de M¨¦xico, Miguel Mancera Aguayo, tiene listas sus maletas desde hace tiempo, pues al cumplir 65 a?os, la normativa le obliga a jubilarse. Tambi¨¦n han sido p¨²blicos y notorios sus enfrentamientos con Ortiz, a pesar de los proclamada ortodoxia de Mancera. El actual gobernador del banco central sufri¨® un fuerte desprestigio a ra¨ªz de la devaluaci¨®n del peso mexicano a finales de 1994, que desat¨® una crisis financiera de cuyos efectos M¨¦xico se est¨¢ recuperando apenas ahora. La alegre pol¨ªtica econ¨®mica de Mancera en 1994 para favorecer al partido oficial en un a?o de elecciones cruciales (las que gan¨® Zedillo) contribuy¨® decisivamente al descalabro financiero del a?o siguiente, seg¨²n la mayor¨ªa de analistas. A pesar de ello, Zedillo lo ha sostenido en el cargo hasta hoy.

De acuerdo con la ley, el presidente solicit¨® al Senado incluir a Ortiz en la Junta de Gobierno de la instituci¨®n, para m¨¢s tarde designarlo gobernador, cuesti¨®n que tiene asegurada con la mayor¨ªa del oficial Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la C¨¢mara alta.

En su ¨²ltima sesi¨®n del a?o, los senadores deber¨¢n aprobar la iniciativa presidencial, con lo cual Ortiz tendr¨¢ el camino libre para gobernar el banco central por un periodo de seis a?os, con la posibilidad de varias reelecciones hasta que cumpla los 65 a?os.

Uno de los candidatos m¨¢s fuertes para suceder a Mancera Aguayo era el subgobernador, Francisco Gil D¨ªaz, pero se qued¨® en el camino a pesar de su fama de buen economista, duro funcionario fiscal y probada autonom¨ªa respecto a las decisiones del Gobierno.

Fuentes del sector financiero subrayan que Ortiz, como encargado de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, tendr¨¢ como primera tarea probar su independencia real del Ejecutivo. La formal la tiene asegurada por ley, al igual que Mancera, aunque, que se sepa, este ¨²ltimo, nunca se destac¨® por marcar su l¨ªnea frente a los deseos del presidente de turno.

Zedillo afirm¨® que, con su propuesta, se mantiene el compromiso del Gobierno de mantener la autonom¨ªa de la instituci¨®n, e incluso adelant¨® que promover¨¢ en el Congreso "reformas legales que fortalezcan a¨²n m¨¢s la autonom¨ªa del Banco de M¨¦xico, asign¨¢ndole mayor autoridad en materia de pol¨ªtica cambiaria y ampliando, adem¨¢s, sus atribuciones en materia de supervisi¨®n bancaria".

Las cosas parecen tranquilas en lo que respecta a ese relevo, pero hay incertidumbre en cuanto a qui¨¦n llegar¨¢ al Ministerio de Hacienda. Se barajan ya los nombres del canciller, Jos¨¦ ?ngel Gurr¨ªa; del ministro de Comunicaciones, Carlos Ruiz; del presidente de los Servicios de Administraci¨®n Tributar¨ªa, Tom¨¢s Ruiz; del viceministro de Hacienda, Mart¨ªn Werner, e incluso el ex embajador en Washington, Jes¨²s Silva Herzog. Todos los mencionados son hombres del presidente y seguidores del actual modelo econ¨®mico, salvo Silva Herzog, quien ya fue ministro de Hacienda en la d¨¦cada de los ochenta.