El delegado de Unicef en Burundi advierte contra un nuevo cataclismo africano
Michelk Sidibe, un malicinse de 45 a?os con m¨¢s de dos al frente de la delegaci¨®n de Unicef en Burundi, no pierde el ¨¢nimo cuando describe la imparable degradaci¨®n que sufre tanto Burundi como toda la regi¨®n de los Grandes Lagos. "Si no se toman medidas, asistiremos a un nuevo cataclismo africano". Mientras la confusi¨®n de las Naciones Unidas encuentra interminables obst¨¢culos para investigar las supuestas matanzas cometidas por las tropas de Laurent Kabila que acabaron con Mobutu en el antiguo Zaire, el goteo de muertes en Burundi y Ruanda no cesa.
"La comunidad internacional no ha sabido impedir el flujo f¨¢cil y constante de armas a trav¨¦s de las permeables fronteras regionales", subraya Sidibe. "El embargo dictado contra Burundi tras el golpe que llev¨® al poder al general Pierre Buyoya en 1996 no s¨®lo no ha funcionado en absoluto, sino que ha perjudicado especialmente a los m¨¢s vulnerables y desfavorecidos. Y si no hacemos nada, si no se levanta el embargo y se entablan negociaciones, Burundi volver¨¢ a estallar y puede contagiar a una regi¨®n que ya est¨¢ desfondada"."Actualmente hay en Burundi un mill¨®n de personas desplazadas de sus hogares, en su mayor parte sufriendo unas penos¨ªsimas condiciones, con escasez de agua, atenci¨®n m¨¦dica y educaci¨®n, a los que hay que a?adir otros 400.000 burundeses convertidos en refugiados en los pa¨ªses lim¨ªtrofes", apunta el delegado de Unicef. "El 70% de los desplazados en el interior de Burundi son mujeres y ni?os. No menos de 300.000 ni?os de menos de cinco a?os sufren malnutrici¨®n cr¨®nica, 100.000 de ellos severa. Hay tambi¨¦n unos 2.000 ni?os a los que la malnutrici¨®n les ha hecho perder todas las defensas de la piel. Son llamados noruegos o albinos, porque se les blanquea el pelo".
Para intentar paliar un panorama pol¨ªtico y social bloqueado y en imparable degradaci¨®n, Unicef, relata MicheIk Sidibe, ha puesto en marcha 130 centros nutricionales, que atienden a 10.000 ni?os cada d¨ªa, con la ayuda del Fondo Mundial de la Alimentaci¨®n, y ha organizado un programa educativo "para la paz, para evitar que cunda la idea de que la vida no vale nada, algo que se ha extendido como un virus intratable por toda la regi¨®n. En los Grandes Lagos se ha dinamitado la idea de que la vida humana es sagrada".
Amnist¨ªa Internacional asegur¨® esta semana que a diario recibe informes de matanzas de civiles en Ruanda -"las peores de los ¨²ltimos dos a?os"-, cometidas tanto por los rebeldes hutus como por el Ej¨¦rcito Patri¨®tico Ruand¨¦s, controlado por los tutsis. En Burundi, el panorama no es mejor.
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