El Pamesa ratifica con una victoria ante el TDK su pase a la Copa

La celebraci¨®n no qued¨® hu¨¦rfana de r¨²brica. El Pamesa Valencia sell¨® el hito hist¨®rico de su primera presencia en una fase final de la Copa del Rey con otro triunfo. El und¨¦cimo. El que, como m¨ªnimo, le garantiza una brillante quinta plaza a la conclusi¨®n de la primera vuelta. Cualquiera lo hubiera firmado a principio de temporada. El Pamesa dobleg¨® al TDK Manresa en el duelo que reun¨ªa a dos de los equipos m¨¢s s¨®lidos de la categor¨ªa. Fue un choque controlado en todo momento por el equipo valenciano, que ech¨® mano de su aplastante velocidad de crucero para imponerse a un TDK que s¨®lo funcion¨® de manera sincopada. Las buenas actuaciones de Fox y de Rodilla volvieron a ser determinantes.Aunque la Copa ya estaba asegurada para unos y para otros, el partido presentaba sus riesgos. Sobre todo, para los locales. Una nueva derrota ya emborronaba en exceso la tarjeta de presentaci¨®n de los valencianos. Tras dos frustraciones consecutivas, una por dem¨¦ritos propios, otra por la crueldad del infortunio, era el momento de la redenci¨®n para los locales. Y en efecto, lleg¨® el resarcimiento. El Pamesa retorn¨® a la senda de la victoria con una de esas actuaciones que han convertido los partidos de la Fonteta en poco menos que citas inevitables. Ayer, de nuevo casi 9.000 espectadores. M¨¢xima simbiosis entre equipo y afici¨®n.

El Pamesa volvi¨® a exhibir sus mejores galas. Siempre detent¨® el mando del encuentro. Domestic¨® a un TDK que se movi¨® s¨®lo a impulsos y cuyos jugadores m¨¢s importantes se desenvolvieron con demasiada intermitencia. Por contra, el equipo de Vukovic volvi¨® a ser un colectivo. Y cuando los valencianos act¨²an en equipo y con la m¨¢xima disciplina, la victoria dif¨ªcilmente se resiste. Fox volvi¨® a consagrarse como el mejor jugador del Pamesa. No es un fuera de serie, pero s¨ª conjuga calidad, sacrificio y eficacia. Y Rodilla se convirti¨® de nuevo en el maestro de ceremonias de toda la temporada. Para la reflexi¨®n y el estudio queda el rendimiento de Swinson: no es el mismo desde hace algunas jornadas.

Adem¨¢s, el banquillo volvi¨® a funcionar. Las rotaciones que dispuso Vukovic: no indujeron a los altibajos. El conjunto manresano s¨®lo amenaz¨® el curso de los acontecimientos en la segunda parte. Ahora bien, siempre se qued¨® en el intento. Sus opciones de voltear el partido fueron desaprovechadas constantemente. En una palabra, el TDK nunca se comport¨® con regularidad.