'Nazi-rock' en un pueblo aleman

Fue un concierto muy poco arm¨®nico, en todos los sentidos de la palabra. Las canciones, con letras de corte xen¨®fobo, estaban dedicadas a denigrar a los extranjeros, y fueron intercaladas con el grito de guerra nazi Sieg Heil, coreado por el p¨²blico. Por si hubiera alguna duda de cu¨¢les eran las verdederas intenciones del acto, la parafernalia de extrema derecha decoraba el recinto elegido en la localidad alemana de Beuren, a unos cien kil¨®metros de Leipzig.Lo que comenz¨® como un concierto de s¨¢bado por la noche del grupo de rock ultraderechista Hauptkampflinie (Primera L¨ªnea de Batalla) en Beuren, en el Estado oriental de Turingia, termin¨® con una irrupci¨®n policial en la que fueron detenidos 170 neonazis, acusados de proferir consignas nazis prohibidas y distribuir propaganda de extrema derecha. La polic¨ªa interrumpi¨® la actuaci¨®n justo en el momento en que el grupo comenzaba una canci¨®n de contenido racista. Los agentes detuvieron a buena parte de los presentes y se incautaron de la iconograf¨ªa fascista.

Desgraciadamente para los alemanes que intentan quitarse de encima el estigma nazi que les persigue desde la Segunda Guerra Mundial, y en concreto el Ej¨¦rcito alem¨¢n, que ha tenido que defenderse en los ¨²ltimos meses de la acusaci¨®n de haberse convertido en un refugio para nost¨¢lgicos de Hitler, el concierto del s¨¢bado en el pueblo de Beuren no representa un incidente aislado. De hecho, seg¨²n fuentes del propio Bundeswehr, los sucesos protagonizados este a?o por extremistas de ultraderecha en sus filas se han multiplicado por cinco en el este de Alemania.

Para echar m¨¢s le?a al fuego, ayer llegaron nuevos datos de la actuaci¨®n de extremistas en unidades militares. Christian Krause, de 21 a?os, hijo del ex ministro de Transportes Guenther Krause, declar¨® al diario Bild am Sonntag que hab¨ªa presenciado varios incidentes de car¨¢cter neonazi durante los 10 meses que dur¨® su servicio militar, que acaba de concluir. "En las fiestas siempre se hac¨ªan brindis al F¨¹hrer, y, tras tomarse unas copas, muchos de los oficiales se saludaban al estilo hitleriano y gritaban Sieg Heil". Krause da cuenta de que dos o tres veces al mes "hab¨ªa incidentes relacionados con la extrema derecha en la base donde estaba destinado".

Las declaraciones de Krause son las ¨²ltimas en una cadena de informes que est¨¢n afligiendo al Ej¨¦rcito m¨¢s grande de Europa. Adem¨¢s, pone en seria duda las afirmaciones del ministro de Defensa, Volker Ruehe, de que los incidentes aislados denuciados por fuentes "an¨®nimas" eran a todas luces desproporcionados.

Ruehe, considerado como uno de los mejores candidatos posibles para suceder al canciller Helmut Kohl, se ha defendido de los que reclaman su dimisi¨®n. El ministro insiste en que el n¨²mero de casos, denunciados ha aumentado debido al mayor esfuerzo del Ej¨¦rcito por extirpar de sus filas a los soldados con simpat¨ªas ultraderechistas.

El teniente general Joachim Spiering, que manda el Quinto Cuerpo del Ej¨¦rcito, asegur¨® que se hab¨ªan denunciado 50 incidentes neonazis en la antigua Alemania del Este, frente a los 10 denunciados durante todo el a?o pasado. El total nacional hab¨ªa aumentado de 72 a 131.

"Los casos recientes no son s¨®lo un problema del Bundeswehr, sino de la soc¨ªedad en general", dijo Spiering al Welt am Sonntag. "Ser¨ªa un problema del Ej¨¦rcito si hubiera un alto n¨²mero de soldados implicados. Pero hemos encontrado s¨®lo unos cuantos casos que implican a soldados profesionales. No hemos detectado ninguna prueba de la existencia de estructuras de extrema derecha".

"Durante unos ejercicios, un oficial hizo un comentario denigrante sobre los extranjeros y otros le secundaron", explic¨® Krause, que estuvo destinado en un batall¨®n de paracaidistas en el Estado occidental de Baja Sajonia. "Dijeron cosas como 'Asfixia a los jud¨ªos' y 'Echa a los extranjeros", recalc¨® Krause.