Millones de rusos acaban 1997 sin cobrar el sueldo
Para millones de ciudadanos rusos, 1997 quedar¨¢ grabado como el a?o que trabajaron sin cobrar a fin de mes. En alg¨²n momento, los atrasos a empleados del sector p¨²blico y privado llegaron a superar el bill¨®n y medio de pesetas. Todo un s¨ªmbolo de la bancarrota del Estado y del engranaje productivo del pa¨ªs, que se ha puesto de manifiesto tambi¨¦n los ¨²ltimos seis a?os con una ca¨ªda del producto interior bruto (PIB) superior al 50%.?sa es la principal espina clavada en el coraz¨®n del presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, al lado de los cinco puentes que le implant¨® el cirujano Renat Akchurin. En junio, cuando el problema ya era de esc¨¢ndalo, el l¨ªder del Kremlin prometi¨® solemnemente que se pagar¨ªan todos los atrasos antes de nochevieja. Faltan muy pocos d¨ªas y no parece que el Estado tenga capacidad para hacer frente a los pagos.
Ante la cercan¨ªa de la fecha y con la seguridad de que la situaci¨®n no mejora, el presidente perdi¨® la paciencia. Por eso, antes de ser internado en el sanatorio de Barvija, Yeltsin mont¨® en c¨®lera, convoc¨® a un juicio p¨²blico a sus ministros y amenaz¨® con destituir fulminantemente a aquellos que resultaran ser responsables de todas las desgracias que aquejan al pa¨ªs, empezando por el impago de los salarios. Pero la cita se suspendi¨® una vez, y otra m¨¢s, y ni siquiera es ya seguro que se celebre.
Pero Yeltsin vuelve a la carga. Cuando el mi¨¦rcoles se reuni¨® en el Kremlin con el vicejefe de Gobierno, Bor¨ªs Nemtsov, le inst¨® a que todos los empleados de empresas p¨²blicas cobren en los pocos d¨ªas que a¨²n quedan de 1997, con independencia de que sean las autoridades federales, regionales o locales las que paguen. "?Qu¨¦ vamos a decir al pueblo ruso?", pregunt¨® indignado. "Somos un Estado, hicimos una promesa y debemos cumplirla".
Seg¨²n Nemtsov, el Gobierno transfiri¨® el martes a las regiones la parte que le quedaba por enviar. Tambi¨¦n en el pasado hubo anuncios similares y se dijo que, por ejemplo, se hab¨ªa saldado la deuda de los militares, lo que result¨® no ser del todo cierto. Por eso, millones de m¨¦dicos, enfermeras, maestros y obreros prefieren esperar a tener el dinero en el bolsillo antes de pensar en qu¨¦ se lo van a gastar, adem¨¢s de devolver los pr¨¦stamos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.