Guardaespaldas para 212 objetivos
Tensi¨®n y falsas alarmas en el estreno del plan de protecci¨®n a ediles populares
Un intento de robo en el coche que un concejal popular guipuzcoano ten¨ªa aparcado en el centro de San Sebasti¨¢n, la pasada Nochebuena, hizo cundir la alarma en las fuerzas de seguridad del Estado y puso en alerta roja el nuevo sistema de protecci¨®n que el PP ha establecido para proteger a sus 212 miembros electos en el Pa¨ªs Vasco, objetivo prioritario de ETA. Tras el asesinato del concejal de Renter¨ªa Jos¨¦ Luis Caso el pasado d¨ªa 11, hasta el ¨²ltimo edil popular en el Pa¨ªs Vasco est¨¢ obligado a ir acompa?ado de un servicio de escolta impuesto por el partido.El dispositivo de seguridad reci¨¦n estrenado ha producido en los primeros d¨ªas de su puesta en marcha m¨¢s de un desajuste y muchos sustos. El exceso de celo de los nuevos escoltas, unido al desconocimiento en algunos casos de la realidad de Euskadi -varios de ellos han sido tra¨ªdos de fuera del Pa¨ªs Vasco- y a la tensi¨®n en la que est¨¢n obligados a vivir los ediles populares y sus familias ha creado una proliferaci¨®n de falsas alarmas, lo que ha introducido mas tensi¨®n en su ya dif¨ªcil situaci¨®n personal.
Una falsa alarma, por ejemplo, como la del citado intento de robo en el coche del concejal guipuzcoano. El afectado encontr¨® abierto el veh¨ªculo que hab¨ªa aparcado en una c¨¦ntrica calle donostiarra cuando lo hab¨ªa dejado cerrado con llave. El incidente hizo barajar la posibilidad de que alg¨²n activista de ETA hubiera pretendido colocar un artefacto en el veh¨ªculo -se da la circunstancia de que, por motivos de seguridad, el coche era alquilado-, hasta que, d¨ªas despu¨¦s, se ha descartado por completo esta hip¨®tesis.
No es la ¨²nica situaci¨®n de sobresalto que se ha producido estos d¨ªas en el entorno de los cargos electos del PP. La realidad comprobada de que ETA suele evitar atentados sangrientos en el periodo navide?o no tranquiliza a los populares ni a sus familias. Sobre todo cuando en el comunicado del pasado d¨ªa 18, en el que la banda terrorista reivindic¨® el asesinato de Caso, reiteraba expresamente sus amenazas "hasta al ¨²ltimo concejal" del PP.
El atentado frustrado contra la concejal del PP en el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n Elena Azpiroz, confirmado en el mismo comunicado etarra, evidenci¨® que el hecho de ser mujer no evita estar en el punto de mira de un comando terrorista. Ya no son s¨®lo los hombres los que cuentan con custodia policial o privada, como se decidi¨® a ra¨ªzdel asesinato del edil de Ermua Miguel angel Blanco, en julio pasado.
A partir de la acci¨®n frustrada contra Azpiroz, en la que result¨® herido su guardaespal-das Jos¨¦ Mar¨ªa Lobato, de 27 a?os, el PP abandon¨® el sistema de protecci¨®n compartida que hasta entonces hab¨ªa establecido en algunos casos excepcionales. Todos los concejales, sin distinci¨®n de sexo, se han tenido que acostumbrar a andar acompa?ados y a observar una estricta disciplina de autoprotecci¨®n.
El mismo d¨ªa en que el comando Donostia de ETA hiri¨® de gravedad al escolta de Azp¨ªroz, el pasado d¨ªa 5, el PP contrat¨® los servicios de varias empresas de seguridad. En pocas horas se desplazaron desde Barcelona al Pa¨ªs Vasco numerosos guardas jurados a los que se fue asignan do la vigilancia personalizada de todos sus cargos electos.
Sin embargo, el partido no forz¨® entonces a todos los ediles a adoptar esta medida. El concejal de Renter¨ªa, Jos¨¦ Luis Caso, precisamente uno de los que se resisti¨®, se lo puso m¨¢s f¨¢cil a los terroristas al no aceptar que un escolta le acompa?ara en sus desplazamientos. Ahora, ¨¦sta es una obligaci¨®n incuestionable.
Adem¨¢s de Carlos Iturgaiz, presidente del PP en Euskadi, los cinco diputados y los senadores de este partido cuentan con escolta policial. Ahora, ante la ofensiva de ETA contra los militantes del partido de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, la protecci¨®n se ha extendido a todos los ediles -75 vizca¨ªnos, 57 alaveses y 34 guipuzcoanos-, a los que se ha incluido en el plan. El PP tendr¨¢ que gastar en la seguridad de sus electos unos 600 millones al a?o.
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