Discreci¨®n

Cuentista y novelista, este argentino (naci¨® en Buenos Aires en 1931) de nacionalidad y vivencia uruguayas, tuvo con sus pocos libros, publicados entre 1965 y 1969, una influencia y una repercusi¨®n cr¨ªtica que con los a?os se fue injustamente diluyendo, debido tal vez a su posterior silencio creativo. Quiz¨¢ la sombra tutelar de su c¨¦lebre progenitor, ante quien se movi¨® siempre con respeto y admiraci¨®n pero sin imitarlo, tuvo algo que ver con esa discreci¨®n. Y fue una l¨¢stima, porque Jorge Onetti, un poco en la l¨ªnea de Swift y otros extra?os, supo crear, a pura imaginaci¨®n, un mundo inventado que era cr¨ªtico del otro mundo, el real.Su sentido del humor, casi siempre sarc¨¢stico, incluye sutilezas y hallazgos verdaderamente originales. Como se?alara certeramente Jorge Ruffinelli: "De ah¨ª que su ¨²nico lector posible sea el perspicaz, el que no se conforma con el primer dato -realista o surrealista- de un cuadro, sino que busca en sus fisuras de humor esa otra realidad a que est¨¢ aludiendo con ropajes que no son estrictamente los suyos".

Persona t¨ªmida y bondadosa, ajena a cen¨¢culos y mafias literarias, Jorge Onetti merece, aunque llegue tarde, un reconocimiento cabal que haga justicia a la singularidad de su literatura.