"Josep Pla era mucho m¨¢s responsable y mucho menos c¨ªnico de lo que parec¨ªa"
Lo ¨²nico que le sabe mal a Valent¨ª Puig de su buceo intensivo en la obra completa de Josep Pla (m¨¢s de 30.000 p¨¢ginas distribuidas en 45 vol¨²menes) es que ahora ya no le apetece como antes leer al autor ampurdan¨¦s. "He quedado saturado", sonr¨ªe. La parte positiva es que desde la perspectiva de lector apasionado escribi¨® un elogio de Pla -L'home de l'abric (El hombre del abrigo)-, obra con la que se llev¨® el pasado martes el premio que lleva el nombre de su admirado escritor. En su campa?a para combatir los t¨®picos que corren sobre el autor de El quadern gris, afirma Valent¨ª Puig: "Pla era mucho m¨¢s responsable y mucho menos c¨ªnico de lo que parec¨ªa".Al juzgar la extensa obra de Josep Pla, confiesa Puig que no se arrepiente de haberla le¨ªdo al completo. "Incluso en sus retratos m¨¢s protocolarios, esos que hac¨ªa a partir de un curr¨ªculo enviado por el propio personaje, surge de repente la voz de Pla", afirma. "Pasa con el Homenot de Miquel Dol?, en el que hay tres l¨ªneas en las que relaciona al hombre con el Estado. La conclusi¨®n es que no puedes saltarte ninguna p¨¢gina. Pasa tambi¨¦n en las Cr¨®niques parlament¨¢ries, en las que Pla muestra el sentido que ten¨ªa de la historia".
Lejos de la imagen de pay¨¦s con boina que el propio Pla caricaturiz¨®, Puig propone el "hombre del abrigo" con el que coincidi¨® en Mallorca cuando ten¨ªa siete a?os. Es un Pla distinto del de los estudios acad¨¦rnicos, un Pla pasado por el filtro del lector exigente que es Valent¨ª Puig.
Lucidez intelectual
"En mi libro no hablo s¨®lo de literatura", se?ala, "sino de la capacidad. intelectual de Josep Pla, de la coherencia de su pensamiento conservador y de c¨®mo interpretaba la historia con su gran lucidez".Puig, cr¨ªtico, literario de EL PAIS, insiste en valorar al Pla novelista, que a menudo se deja de lado ante su gran calidad como memorialista. "Yo lo comparo con Verdi", argumenta. "Es conocido por sus ¨®peras, pero tiene tambi¨¦n el R¨¦quiem y piezas de m¨²sica sacra que lo justifican. Con Pla pasa algo parecido. Si olvidamos que ha sido un gran memorialista, se manifiesta en sus novelas y narraciones como un excelente narrador, un gran creador de ambientes".
El jurado del Premio Josep Pla subray¨® la noche del martes la excelencia de la obra de Puig proclam¨¢ndole ganador en la votaci¨®n final por goleada (un contundente 5 a 0). A?adi¨® asimismo que "L'home de l'abric es un buen colof¨®n al a?o del centenario de Pla que se ha vivido en l997".
"Lo importante del a?o Pla", se?ala Puig, "es que ha creado nuevos lectores. Pla es de los pocos autores catalanes que han conectado con la siguiente generaci¨®n. En general, cuando mueren se desconectan del p¨²blico. Con Pla no ha pasado, porque ten¨ªa calidad y voluntad de hacerse entender. A trav¨¦s de su obra, es posible reconstruir perfectamente toda una Catalu?a que se ha ido perdiendo".
?Qu¨¦ le ha sobrado del llamado a?o Pla? Puig no lo duda. "Demasiado Empord¨¢ y demasiada gastronom¨ªa", opina. "Incluso ha habido una exposici¨®n sobre Pla y el deporte, cuando es sabido que Pla no lo practicaba en absoluto. En gastronom¨ªa, se han inventado una cocina Pla que no existe y que en algunos casos es un atentado al equilibrio intestinal. Asist¨ª a una semana gastron¨®mica dedicada a Pla y a¨²n no me he recuperado".
Un aspecto original que Puig destaca en L'home de l'abric es la importancia de Pla como cr¨ªtico literario. "Ten¨ªa una gran independencia de criterio y mucha calidad", afirma. "Se podr¨ªa escribir una historia de la literatura catalana bas¨¢ndose s¨®lo en los comentarios de Pla".
Respecto al futuro, Puig dice que le gustar¨ªa que se adelantara en la publicaci¨®n de algunas obras de Pla en edici¨®n cr¨ªtica. "Comprendo que hacer la edici¨®n cr¨ªtica de los 45 vol¨²menes de la obra completa es muy dif¨ªcil", apunta, "pero podr¨ªa empezarse con ediciones cr¨ªticas en bolsillo, con notas y aclaraciones".
Al comentar el material in¨¦dito que a¨²n queda de Pla, Valent¨ª Puig se?ala que le encantar¨ªa que salieran a la luz las cartas a Aurora, una prostituta que ten¨ªa subyugado al escritor de Palafrugell. "No creo que aparezcan nunca", dice, "pero estoy seguro de que deb¨ªan ser de un gran erotismo. Pasados los 60 a?os, era tan intenso el recuerdo er¨®tico que Pla ten¨ªa de Autora que vol¨® a Buenos Aires, donde ella regentaba un burdel. Se ve que, era una mujer de una gran sensibilidad y al final, cuando lleg¨® la p¨¦rdida de la capacidad masculina de Pla, sus recuerdos giraban en torno al recuerdo de a Aurora".
Babelia
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