Cuarto concejal del PP vasco asesinado por ETA

Hace 48 horas, Gervasio J¨¢uregui, uno de los militantes hist¨®ricos del PP en Euskadi, par¨® a Jos¨¦ Ignacio Iruretagoyena y le rega?¨®: "No puedes ir de un lado a otro sin escolta; las cosas est¨¢n muy mal". Jos¨¦ Ignacio, de 35 a?os, casado y padre de dos hijos de seis meses y tres a?os, maderero de profesi¨®n y concejal del PP en Zarautz (Guip¨²zcoa), le contest¨® con una pregunta: "?A m¨ª qu¨¦ me va a pasar?". Ayer ETA le respondi¨®. Su coche, un Opel Kadett de color negro, explot¨® mientras lo conduc¨ªa por la calle Urdaneta de Zarautz. Jos¨¦ Ignaci¨® qued¨® mutilado, con la pierna y el brazo izquierdo amputados; con el resto del cuerpo destrozado y el coraz¨®n roto. Es el cuarto concejal del PP abatido por los terroristas.Durante una hora y media, los servicios de urgencia intentaron lo imposible y a las nueve y media termin¨® de agonizar. Para matar al cuarto concejal del PP desde enero de 1995, cuando asesinaron a Gregorio Ordo?ez, los terroristas utilizaron ayer el m¨¢s cobarde de sus m¨¦todos: durante la noche, forzaron la puerta del copiloto y colocaron bajo el asiento de Jos¨¦ Ignacio una bomba activada con un temporizador. Sin riesgo para el asesino, mortal para la v¨ªctima. A la hora fijada por ETA, el coche explot¨®. Frente a una ikastola (escuela de euskera) y dos colegios. Iba solo.

Lleg¨® a recorrer m¨¢s de un kil¨®metro con la bomba colocada bajo su asiento. Jos¨¦ Ignacio, uno de los dos concejales que el PP consigui¨® en Zarautz en mayo de 1995, sali¨® de su casa, en el barri¨® de Pilartxo Enea, a las siete y media de la ma?ana. A los pocos minutos, par¨® a desayunar en el bar Gaztelu y luego reemprendi¨® su camino hacia la empresa de su familia, Maderas Iruretagoyena. No pudo llegar. Medio kil¨®metro antes, el coche explot¨®.

Colocada en el garaje

La polic¨ªa sostiene que los terroristas se colaron en el garaje de Jos¨¦ Ignacio durante la noche. Disimularon la bomba -compuesta por un kilo y medio de amonal y amosal- bajo el asiento del conductor. El artefacto constaba adem¨¢s de una serie de imanes, lo que demuestra que los terroristas, en su af¨¢n de matar, valoraron la posibilidad de adosarla a los bajos del veh¨ªculo, pero al final consiguieron meterla bajo el asiento. En un primer momento, la polic¨ªa crey¨® que la bomba fue accionada por una ampolla de mercurio, un sistema que acciona el dispositivo durante un movimiento brusco. Pero inmediatamente se desech¨® esa hip¨®tesis: Jos¨¦ Ignacio hab¨ªa subido la rampa de su garaje sin que el veh¨ªculo llegase a explotar. Incluso algunos testigos aseguran haberlo visto circular por las calles del pueblo y frenar en un sem¨¢foro.A las ocho menos diez, la voluntad de los terroristas se cumpli¨®. El artefacto explot¨® y lanz¨® el Opel Kadett contra una pared a 100 metros de un colegio. Una ambulancia de la Cruz Roja lleg¨® al lugar inmediatamente, entre el estupor de los mayores y la sorpresa de los ni?os que acud¨ªan a las escuelas cercanas. Los sanitarios sacaron el cuerpo mutilado del concejal de entre los hierros retorcidos del veh¨ªculo. Lo metieron en la ambulancia. No resisti¨®. Una parada cardiorespiratoria acab¨® con su vida.

Fue entonces cuando lleg¨® su padre. C¨¢ndido Iruretagoyena, de 70 a?os, concejal del PP en la anterior legislatura, acudi¨® junto a la ambulancia mientras el. mayor de sus cuatro hijos iba dejando de vivir. Nadie acert¨® a decirle nada. Tras la chapa pintada de blanco de una ambulancia, en plena calle, tan de ma?ana, all¨ª mismo, su hijo agonizaba y mor¨ªa.

Se derrumb¨®. Cogi¨® su bicicleta y volvi¨® al caser¨ªo. Nadie puede decir qu¨¦ iba pensando, pero s¨ª en qu¨¦ idioma., "En euskera, s¨®lo habla euskera, apenas utiliza el castellano, no se puede decir que esta vez ETA haya matado a nadie de fuera. Nadie m¨¢s de aqu¨ª que C¨¢ndido y su hijo", se lamentaba ayer, a las dos de la tarde, ante el Ayuntamiento de Zarautz, el presidente del PP de Euskadi, Carlos Iturgaiz. La misma idea, el mismo dolor, que repet¨ªa Inmaculada, la hermana del concejal muerto, nada m¨¢s enterarse del atentado: "Mi hermano era un hijo de Euskadi. Lo han matado los mismos del pueblo; los que dicen defenderlo. ?l no ten¨ªa ning¨²n miedo. No pensaba que pod¨ªan ir a por ¨¦l. ?Qu¨¦ nos est¨¢n haciendo? La pr¨®xima puedo ser yo aunque no sea del PP".

Hace mucho tiempo que ETA lo tiene claro. Y su ¨²ltimo comunicado, el 19 de diciembre pasado, reafirmaba que el PP est¨¢ en el punto de mira: "Hasta el ¨²ltimo concejal". Su "¨²ltimo concejal", Jos¨¦ Ignacio Iruretagoyena, fue llevado en la misma ambulancia donde agoniz¨® al cementerio de Polloe, en San Sebasti¨¢n, donde se le practic¨® la autopsia.

Ya a las seis y media de la tarde, el f¨¦retro fue trasladado hasta la capilla ardiente instalada en el sal¨®n de plenos de Zarautz. Un pueblo donde s¨®lo el cresp¨®n y la bandera a media asta del Ayuntamiento indicaban que algo hab¨ªa pasado, pero al llegar la noche unas 10.000 personas se echaron a la calle para decir su dolor en silencio. Iban encabezados por el lehendakari, varios ministros y representantes pol¨ªticos de todos los partidos democr¨¢ticos. El alcalde, Imanol Murua, sali¨® al balc¨®n del Ayuntamiento y asegur¨® que los asesinos seguir¨¢n matando pero no conseguir¨¢n nada.

Ya avanzada la tarde, el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, acompa?ado de su esposa, Ana Botella, ocho ministros y altos representantes del PP, se acerc¨® a Zarautz para acompa?ar a la familia de Jos¨¦ Ignacio y visitar la capilla ardiente. All¨ª se abraz¨® a los hermanos y a Mar¨ªa Jes¨²s Imaz, la mujer de Jos¨¦ Ignacio, "?D¨®nde est¨¢n esos sucios cabrones?", repet¨ªa en euskera una de las hermanas aferrada al f¨¦retro.

?Y HB? Ayer en Zarautz, al igual que en diciembre en Renter¨ªa o hace dos a?os en San Sebasti¨¢n, los ojos de los concejales se volvieron durante un momento hacia los de HB. Pero no pudieron percibir ni un gesto de condena, de duda ante la muerte.