Anish Kapoor instala en Santiago una c¨²pula que invita a mirar en el interior del cuerpo
El artista angloindio sit¨²a su obra "a medio camino entre la pintura y la escultura"
Anish Kapoor (Bombay, 1954) ha creado para el Centro Gallego de Arte Contempor¨¢neo, de Santiago de Compostela, una de las piezas m¨¢s ambiciosas de su carrera. Desde ayer, una gran c¨²pula de ocho metros de di¨¢metro y unos cinco de profundidad, cubierta en su interior de un pigmento rojo intenso, ha quedado suspendida del techo de una de las salas del centro, como una enigm¨¢tica campana de proyecci¨®n hacia alg¨²n lugar del cosmos. Sobrecogedora. En el confin del mundo es el t¨ªtulo de esta instalaci¨®n, a medio camino entre la pintura y la escultura, seg¨²n su autor, con la que el artista angloindio ha querido encapsular la sensaci¨®n de una mirada hacia el interior del propio cuerpo.
"En el confin del mundo significa para m¨ª la posibilidad de mirar hacia dentro de uno mismo. Esa es la frontera. a la que me refiero", explica el artista. Vestido de forma sencilla, despu¨¦s de varios d¨ªas de arduo trabajo hasta terminar esta pieza, de forma que la superficie interior sea perfectamente homog¨¦nea, Anish Kapoor observa con curiosidad a los primeros visitantes de esta muestra, abierta al p¨²blico hasta el 15 de marzo. Silencioso, comprueba que su pieza ha logrado el objetivo que se hab¨ªa propuesto.La primera sensaci¨®n que se tiene al colocarse en medio de esta c¨²pula es la de ser absorbido por ese espacio lejano y aterciopelado. Una especie de cielo p¨²rpura o quiz¨¢ del color y dimensi¨®n que cobra el universo al cerrar los ojos y ver s¨®lo el interior de los p¨¢rpados. "Quise que la visi¨®n se transformara en una mirada interna", afirma Kapoor, "es el color del interior del cuerpo. Y esa conexi¨®n es importante. No se trata de la condici¨®n descamada, sino la m¨¢s f¨ªsica". "Quiz¨¢ lo m¨¢s obvio a la hora de hacer una pieza sobre el cielo hubiese sido escoger el color azul. Pero yo quer¨ªa saber si era posible hacer de la tierra nuestro cielo. Una especie de inversi¨®n. En el confin del mundo es una fantas¨ªa po¨¦tica sobre lo inverso y lo opuesto. La gran frontera,es la que separa nuestra piel, nuestro cuerpo, del mundo externo". Para ¨¦l, el abismo est¨¢ en el interior.
Hablando en t¨¦rminos pict¨®ricos, Kapoor simplifica quiz¨¢, demasiado su pieza: "Yo la veo, en el fondo, como un gran lienzo, c¨®ncavo en vez de plano. Se trata siempre de lo mismo, de pintura y forma, sin trucos". El truco es, sin embargo, esa aparente ausencia de artificio. La superficie acogedora, casi de ¨²tero materno, es producto de un cuidadoso tratamiento del color. La cualidad del pigmento, su textura, es la que provoca la extra?a sensaci¨®n de ser plano y c¨®ncavo a la vez. "Una de las cosas que m¨¢s me interesan es el concepto de lo sublime. Lo sublime, en cierta forma, trata siempre del horizonte", afirma. "Lo interesante de hacer una obra suspendida del techo es que tienes la posibilidad de trabajar los 360 grados. En arquitectura cl¨¢sica es algo conocido, pero para m¨ª ha sido un descubrimiento".
Otro de los sutiles factores que completan la instalaci¨®n En el confin del mundo (At the edge of the world) es el haber situado la c¨²pula algo desplazada del centro de la sala. "Eso es importante tambi¨¦n", se?ala. "El haberla situado en el centro de la habitaci¨®n la habr¨ªa hecho demasiado c¨®smica y pens¨¦ que si la colocaba fuera de ese lugar creaba un nuevo centro en ese espacio, y eso la hac¨ªa f¨ªsica".
Resulta curioso que Kapoor insista en hablar de la cualidad f¨ªsica de su obra. Su minimalismo parece aludir a otro lenguaje. "Yo relaciono todo con el cuerpo", insiste. "Pero no de manera obvia. Lo obvio no es arte, es cualquier otra cosa. Lo obvio del cuerpo queda en el gimnasio".
Un espacio po¨¦tico
Un comentario que hace inevitable preguntarle qu¨¦ opina de los m¨¢s c¨¦lebres y escandalosos escultores brit¨¢nicos del momento, como Damien Hirst y los hermanos Chapman, que usan cad¨¢veres de animales troceados o maniqu¨ªes convertidos en improbables siameses mutantes. Kapoor tuerce el gesto y se trasluce en su actitud lo poco que aprecia estas actitudes y tambi¨¦n las pocas ganas que tiene de meterse con estos artistas. De modo que opta por distanciarse. "Yo llevo en esto mas a?os que ellos", dice. "El cuerpo es algo que est¨¢ muy de moda. La habilidad de resultar chocante me parece demasiado evidente. A m¨ª no me interesa escandalizar y no digo que ellos hagan un mal trabajo". "No creo que el arte trate de eso. Es un riesgo usar la, palabra cuerpo, con lo que ello significa para m¨ª. Pero no encuentro otra", afirma.
"Prefiero volver la mirada al interior del cuerpo, que es la parte m¨¢s desconocida por nosotros. Mas no lo confundamos con lo que ve la ciencia en el interior del cuerpo. Es un espacio po¨¦tico. Es como si el ser humano contuviera el universo". "La ¨²nica manera de enfocar conscientemente la mirada al interior es a trav¨¦s de la meditaci¨®n", se?ala Kapoor.
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