Las intensas lluvias y las pr¨¢cticas agr¨ªcolas han hecho estragos en el suelo andaluz
Los expertos aconsejan modificar h¨¢bitos rurales para frenar el desastre
Las precipitaciones intensas sobre la cuenca del Guadalquivir, el tronco nuclear de la mitad sur peninsular, han ocasionado estragos erosivos de valor incalculable. Seg¨²n el Instituto de Agricultura Sostenible de C¨®rdoba, la p¨¦rdida irreversible de suelo f¨¦rtil alcanza las 50 toneladas por hect¨¢rea al a?o. La acumulaci¨®n de Iodos ha colmatado el embalse de Marmolejo y obligar¨¢ a la Confederaci¨®n a dragar el r¨ªo para recuperar la velocidad normal de sus aguas, pero ser¨¢ una soluci¨®n coyuntural. Los expertos proponen cambiar las pr¨¢cticas agr¨ªcolas para frenar la sangr¨ªa erosiva.
El color chocolate que ofrece este invierno el Guadalquivir es m¨¢s oscuro que nunca. Su alto grado de turbidez tiene alarmados por igual a los gestores de la cuenca y a quienes estudian los suelos agr¨ªcolas de su f¨¦rtil vega, en peligro por las nuevas pr¨¢cticas de laboreo implantadas para cultivar olivares j¨®venes en terrenos de ladera."Basta una peque?a tormenta para que la turbidez del r¨ªo aumente sorprendentemente", afirma Juan Saura, comisario de aguas de la Confederaci¨®n del Guadalquivir. "Comenzamos a detectar este fen¨®meno con las peque?as tormentas que cayeron durante la sequ¨ªa de 1995. La cuenca es la misma. No se ha deforestado nada desde hace 100 a?os. ?Qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando?, nos preguntamos. Vimos que el efecto coincid¨ªa con los cultivos intensivos introducidos en la cabecera de la cuenca, en Ja¨¦n y C¨®rdoba".
Estas pr¨¢cticas coinciden con la plantaci¨®n de olivares en laderas deforestadas de monte bajo, labradas a surcos que siguen la l¨ªnea de la m¨¢xima pendiente, donde el agua campa a sus anchas. "En cuanto caen cuatro gotas se lleva el suelo vegetal", dice Saura.
Y a?ade El¨ªas Fereres, ex secretario de Estado de Universidades e Investigaci¨®n y en la actualidad director del Instituto de Agricultura Sostenible de C¨®rdoba, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas: "Se lo lleva a un ritmo de 50 toneladas por hect¨¢rea".
Un problema vital
Para El¨ªas Fereres, se trata de un problema de consecuencias incalculables, porque cada cent¨ªmetro de suelo f¨¦rtil tarda hasta cien a?os en regenerarse. "En Espa?a es un problema vital, porque tenemos unos suelos muy fr¨¢giles y poco profundos. El suelo que se pierde va a las zonas bajas y colmata los embalses. El que lo pierde, lo ha perdido. Y si no hay control de esta erosi¨®n corremos el riesgo de perder la base de nuestro ecosistema. Hay que hacer hincapi¨¦ en que los da?os son irreversibles".El¨ªas Fereres cree que los agricultores no son conscientes de esta p¨¦rdida que se est¨¢ produciendo en sus suelos. Durante este oto?o-invierno, su evidencia es dram¨¢tica.
Equipos del instituto cordob¨¦s se han encontrado en los campos que investigan c¨¢rcavas de m¨¢s de dos metros de profundidad por tres metros de ancho a lo largo de cientos de metros de las fincas olivareras, preferentemente. Han tenido que ser tapadas con maquinaria especial.
Las buenas pr¨¢cticas agr¨ªcolas se han abandonado. Ahora, recalca Fereres, por una cuesti¨®n de maquillaje est¨¦tico, se deja literalmente limpio el suelo del olivar. No quieren que nadie compita por el agua con este m¨ªtico y ahora rentable ¨¢rbol. Eliminan las malas hierbas mediante t¨¦cnicas de cultivo proclives al fomento de la erosi¨®n. "O se introducen t¨¦cnicas de conservaci¨®n de suelo o nos quedamos sin ¨¦l", advierte.
Hay soluciones para contener esa sangr¨ªa. Fereres sugiere dejar los residuos de los cultivos anteriores sobre la superficie y laborear directamente sobre los rastrojos -en los cultivos no le?osos-, aunque eso requiera el uso de herbicidas. Ahora los hay que no resultan agresivos contra el medio ambiente. Ya los utilizan en Estados Unidos.
Pol¨ªtica agraria
El problema, seg¨²n Fereres, es que nadie hace nada sin un incentivo, salvo que ocurra un acontecimiento extremo. Se trata de un fen¨®meno com¨²n, al sur de Europa, pero nada prioritario para los pa¨ªses del norte, que son los que dictan la pol¨ªtica agraria comunitaria.Si en lugar de facilitar las subvenciones agrarias sin ninguna contrapartida, como ocurre ahora, se concedieran a aquellos programas que tiendan a proteger los suelos, cambiar¨ªa la tendencia ahora dominante. Pero no hay ninguna motivaci¨®n, recalca el investigador.
Ese problema se intent¨® corregir en Estados Unidos en los a?os treinta desde el Gobierno federal, que marc¨® unos claros objetivos a los agricultores que se acogieran a un programa de ayudas para atajar precisamente la erosi¨®n de suelos.
Para el caso de los olivares, Fereres dice que bastar¨ªa sembrar una cubierta de gram¨ªneas aut¨®ctonas, como la veza (parecida a la soja), con el ¨²nico fin de retener el agua y la escorrent¨ªa. Y en verano, cuando llegue el momento de competir con el olivo por el agua, se eliminen con herbicidas.
Pero esto no le preocupa a la pol¨ªtica agraria comunitaria. No le perturba que los suelos est¨¦n desnudos cuando llegan las tormentas de verano o el oto?o. El 2 de noviembre del pasado a?o cayeron 155 litros por metro cuadrado cerca de C¨®rdoba, lo que llueve al a?o en Almer¨ªa, recuerda Juan Vicente Gir¨¢ldez, del Departamento de Agronom¨ªa de la Escuela de Ingenieros cordobesa.
Para la pol¨ªtica agraria comunitaria es indiferente, de momento, que se pierdan anualmente 50 toneladas de suelo f¨¦rtil por hect¨¢rea. Un desperdicio irreversible "al que hay que sumar la disminuci¨®n de la productividad del suelo y la dispersi¨®n de los contaminantes en el ambiente", a?ade Juan Vicente Gir¨¢ldez, y no renovable a corto plazo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Elias Fereres
- Ecologismo
- Juan Saura
- Declaraciones prensa
- Latifundios
- Geolog¨ªa
- Liderazgo pol¨ªtico
- Explotaciones agrarias
- Ecologistas
- Financiaci¨®n auton¨®mica
- Organizaciones medioambientales
- Pastoreo
- Andaluc¨ªa
- Econom¨ªa agraria
- Comunidades aut¨®nomas
- Finanzas p¨²blicas
- Ganader¨ªa
- Agricultura
- Gente
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Ideolog¨ªas
- Protecci¨®n ambiental
- Agroalimentaci¨®n
- Administraci¨®n p¨²blica
- Finanzas