El Papa pide libertad para la educaci¨®n en Cuba
Juan Pablo II arremete en una homilia televisada contra la injerencia del Estado en la vida de los ciudadanos
Juan Pablo II redobl¨® ayer los ataques al aborto, la infidelidad matrimonial y el divorcio en la homil¨ªa que dirigi¨® a los 50.000 cubanos que acudieron a su primera misa celebrada en Cuba, en la localidad de Santa Clara. El Papa pronunci¨® una alocuci¨®n, transmitida en directo por televisi¨®n, en la que arremeti¨® contra la injerencia del Estado en la vida de los individuos y reclam¨® el derecho de los padres "a escoger para sus hijos el estilo pedag¨®gico, los contenidos ¨¦ticos y c¨ªvicos y la inspiraci¨®n religiosa" en la que desean formar a sus hijos. Juan Pablo II subray¨® que "la familia, la escula y la Iglesia deben formar las comunidades educativas donde todos los hijos de Cuba, puedan crecer" y aludi¨® a "la separaci¨®n forzosa de las familias [que impone el sistema educativo cubano], que ha desgarrado a familias enteras y ha sembrado dolor en parte considerable de la poblaci¨®n".
ENVIADA ESPECIALEl mensaje papal lleg¨® finalmente en directo a todo el pueblo cubano ya que el Gobierno opt¨® por retransmitir por el canal de televisi¨®n Cubavisi¨®n la ceremonia. La amplia cobertura televisiva ven¨ªa a remediar las limitaciones de espacio del escenario escogido para la simb¨®lica ocasi¨®n, dadas las modestas dimensiones del campo de deportes Manuel Fajardo donde se celebr¨® la misa. La poblaci¨®n curiosa se agolp¨® a ambos lados de la carretera que recorri¨® el papam¨®vil entre la base militar de Santa Clara, donde aterriz¨® el avi¨®n del Pont¨ªfice, y el Instituto Superior de Cultura F¨ªsica Manuel Fajardo. Parece improbable que la audiencia directa de esta primera ceremonia de Juan Pablo II superara las 50.000 personas, en cualquier caso y, seg¨²n fuentes eclesiales, era la mayor concentraci¨®n religiosa en la historia de la isla. En lugares destacados se vio al vicepresidenbte cubano, Jos¨¦ Ram¨®n Fern¨¢ndez, y a un ayudante personal de Fidel Castro.Santa Clara, una ciudad de 200.000 habitantes, en la Cuba interior, fue el primer centro de importancia conquistado por Ernesto Che Guevara para la revoluci¨®n en diciembre de 1958. Por eso est¨¢ repleta de museos y edificios p¨²blicos que llevan su nombre. Y en ella reposan los restos del Che desde el pasado mes de octubre, tras su traslado desde Bolivia.
Ayer, sin embargo, fue el nombre de Jesucristo el que se repiti¨® con mayor fuerza en una ceremonia organizada y controlada por los cat¨®licos en la que los fieles cantaron a ritmo de danz¨®n el Gloria y escucharon los lamentos velados del obispo de la di¨®cesis local, Fernando Prego Casal.
Desgarro y dolor en la familia
Como el Papa, cuya visita calific¨® de "consuelo", el obispo se quej¨® de "los males que afectan gravemente a los hogares, el excesivo n¨²mero de divorcios y el aborto". El Pont¨ªfice insisti¨® en la misma idea y censur¨® la pol¨ªtica cubana de apartar a los j¨®venes de sus padres y enviarlos a estudiar en localidades a veces distantes cientos de kil¨®metros de sus residencias, circunstancia que, junto a la separaci¨®n por motivos laborales y la emigraci¨®n, "ha desgarrado a familias enteras y ha sembrado dolor en una parte considerable de la poblaci¨®n". El remedio a todos los males de Cuba estar¨ªa seg¨²n el Pont¨ªfice en Jesucristo. "Ninguna ideolog¨ªa" afirm¨® Karol Wojtyla, "puede sustituir su infinita sabidur¨ªa y poder".El Papa abund¨® en lo "traum¨¢tico" del sistema educativo cubano que fuerza "la sustituci¨®n del papel de los padres" en la cr¨ªtica adolescencia, lo que da "por triste resultado la proliferaci¨®n de la promiscuidad, el empobrecimiento ¨¦tico, la vulgaridad, las relaciones prematrimoniales a temprana edad y el recurso f¨¢cil al aborto".
Ante una audiencia ampliada por la cobertura televisiva, el Papa reiter¨® el "car¨¢cter exclusivo y permanente del matrimonio" y arremeti¨® contra los sistemas que, bajo la falsa apariencia de libertad y progreso, animan a las parejas j¨®venes a utilizar los medios anticonceptivos para evitar los embarazos. Tras la explosi¨®n demogr¨¢fica de los a?os sesenta, en Cuba es raro ahora ver parejas con m¨¢s de dos hijos.
El Papa reclam¨® para las familias cubanas "afectadas por desaf¨ªos que sufren tantas familias en el inundo" los derechos humanos indispensables: "Trabajo, alimentaci¨®n, vivienda, salud, educaci¨®n social, participaci¨®n social, libertad de asociaci¨®n y de elegir la propia vocaci¨®n".
Pero fue la exigencia del derecho a una educaci¨®n religiosa el aspecto m¨¢s importante del discurso papal. Desde que comenzaron los preparativos de este viaje a Cuba, la Iglesia local ha reclamado un mayor acceso a los medios de comunicaci¨®n y la posibilidad de abrir escuelas cat¨®licas, hasta el momento sin ¨¦xito. La negativa gubernamental se basa en cuestiones t¨¦cnicas en el primer caso y en razones ideol¨®gicas en el segundo, pues la revoluci¨®n barri¨® de un plumazo la ense?anza privada.
El Papa entr¨® ayer de lleno en la pol¨¦mica para, tras reconocer sin ambages que, "en el ¨¢mbito de la educaci¨®n a la autoridad p¨²blica le competen derechos y deberes [...], esto no le da derecho a sustituir a los padres".
En la ceremonia de ayer, adornada con ritmos caribe?os llenos de vida y color, una familia de cat¨®licos subi¨® al altar donde el Papa oficiaba la misa para besar los Evangelios. En la di¨®cesis provincial de Santa Clara, con una poblaci¨®n de algo m¨¢s de mill¨®n y medio de personas, el porcentaje de cat¨®licos es del 44%, aproximadamente la media nacional, seg¨²n la Iglesia.
S¨ª en Santa Clara se inaugur¨® la misi¨®n pastoral del Papa, el acontecimiento pol¨ªtico de la jornada era la entrevista privada entre el Pont¨ªfice y el presidente de Cuba, Fidel Castro.
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