Muere Alarcos, eje del castellano moderno

El acad¨¦mico de la Lengua e introductor en Espa?a de la ling¨¹¨ªstica estructuralista Emilio Alarcos Llorach, catedr¨¢tico em¨¦rito de la Universidad de Oviedo, falleci¨® ayer, a Ios 75 a?os de edad, a causa de infarto de miocardio. Su muerte, que priva a la lengua espa?ola de uno de sus m¨¢s preclaros estudiosos entusiastas defensores, se produjo a las siete de la ma?ana en su casa de Oviedo, ciudad en la que resid¨ªa desde hace 48 a?os. Nacido en Salamanca en 1922, el fil¨®logo, gram¨¢tico y cr¨ªtico literario Emilio Alarcos era, en palabras del director de la Real Academia Espa?ola, Fernando L¨¢zaro Carreter, "una figura de primer¨ªsima magnitud dentro de la ling¨¹¨ªstica espa?ola". A su condici¨®n de autor de una eminente labor cient¨ªfica, Alarcos sumaba la de relevante divulgador. Una de sus ¨²ltimas obras, Gram¨¢tica de la lengua espa?ola (1994), fue un ¨¦xito editorial, con m¨¢s de 70.000 ejemplares vendidos.

El domingo Emilio Alarcos hab¨ªa participado en una tertulia con amigos ¨ªntimos en su domicilio y se mostr¨® muy animado. Su muerte conmocion¨® ayer la vida cultural y acad¨¦mica y caus¨® un gran impacto en la sociedad ovetense, de la que formaba parte indisociable. Alarcos estaba casado en segundas nupcias con la catedr¨¢tica de Literatura de la Universidad de Oviedo Josefina Mart¨ªnez, y ten¨ªa dos hijos, uno de cada matrimonio. Su funeral se celebrar¨¢ hoy, a la una de la tarde, en la iglesia de los Carmelitas de Oviedo y, por expreso deseo suyo, su cad¨¢ver ser¨¢ incinerado.Las lenguas son "el reflejo ¨²nico del ser humano". "Sirven para comunicamos y hasta para malentendernos, para decir la verdad y para fingir, para desvelar y para ocultar, para embaucar y para compadecer, para odiar y para amar". Emilio Alarcos expresaba as¨ª en 1995 su pasi¨®n por el idioma, en el discurso de agradecimiento por el Premio Nacional de Investigaci¨®n Men¨¦ndez Pidal.

Dotado de una s¨®lida y vigorosa formaci¨®n, forjada en la tradici¨®n de la escuela de Men¨¦ndez Pidal, D¨¢maso Alonso y su propio padre, Emilio Alarcos Garc¨ªa, se consagr¨® en los primeros a?os cincuenta como pionero e introductor en Espa?a de las modernas corrientes de la fonolog¨ªa y el estructuralismo filol¨®gico de las escuelas de Praga, Copenhague y Helsinki, a las que conoci¨® y estudi¨® en su etapa como lector en las universidades de Berna y Basilea (1946-1947), donde se impregn¨® de las teor¨ªas de Saussure, Trubetzkoy, Jakobson, Hjelmslev y Martinet. Pero no s¨®lo import¨® el estructuralismo, destacaba ayer el catedr¨¢tico de Literatura y secretario de la Academia V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, "sino que lo desarroll¨® y aclimat¨®, en ling¨¹¨ªstica y en cr¨ªtica literaria".

La gran aportaci¨®n

Su Gram¨¢tica estructural (1951) y su Fonolog¨ªa espa?ola consagraron a Alarcos como uno de los grandes investigadores de la lengua. Para entonces llevaba seis a?os ejerciendo la ense?anza en el instituto de Avil¨¦s, adonde hab¨ªa llegado, seg¨²n ¨¦l mismo escribi¨® en 1996, "biso?o y entusiasta", y en los institutos de Cabra (C¨®rdoba) y Logro?o. Doctorado en Filosof¨ªa y Letras en Madrid en 1947, se incorpor¨® en 1951, como profesor de Gram¨¢tica Hist¨®rica, a la Universidad de Oviedo, donde ejerci¨® esa c¨¢tedra hasta su jubilaci¨®n.Emilio Alarcos nunca desatendi¨® la docencia, ni a¨²n despu¨¦s de jubilado, convencido de que "en la Universidad no todo tiene que ser investigaci¨®n: es previa e imprescindible la ense?anza". Junto con el magisterio universitario y la investigaci¨®n -con obras como Estudios de gram¨¢tica funcional del espa?ol (1970) y El espa?ol, lengua milenar¨ªa (1982)-, Alarcos desarroll¨® una fin¨ªsima e inteligente cr¨ªtica literaria, con estudios que hoy son ya referencia ineludible, como La poes¨ªa de Blas de Otero, ?ngel Gonz¨¢lez, poeta. Variaciones cr¨ªticas y La poes¨ªa de ?ngel Gonz¨¢lez, entre otros t¨ªtulos.

Su Gram¨¢tica de la lengua espa?ola (1994) fue un ¨¦xito de ventas. En su opini¨®n, "las lenguas no van a mejor ni a peor, cambian. Las que no cambian son las que est¨¢n muertas". En la actualidad trabajaba en la elaboraci¨®n de una gram¨¢tica funcional del espa?ol. En 1973 Alarcos ingres¨® en la Real Academia Espa?ola. V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha recordaba ayer que el acad¨¦mico fallecido no era persona que "interviniese mucho en las sesiones, pero cuando lo hac¨ªa sus ideas eran claras y clarividentes".

El propio Alarcos confes¨® su propensi¨®n al mutismo: "En general, lo que m¨¢s me gusta es el silencio". El poeta asturiano ?ngel Gonz¨¢lez, al que le un¨ªa una gran amistad, lo defini¨® como la persona que ha situado a Oviedo y su Universidad "en el mapa mundial del saber".