La corrupci¨®n en la econom¨ªa japonesa salpica ahora al Ministerio de Finanzas

Dos inspectores bancarios del Ministerio de Finanzas japon¨¦s fueron arrestados ayer en Tokio por agentes de la fiscal¨ªa, bajo acusaci¨®n de haber recibido favores de cuatro bancos comerciales a cambio de mantenerles informados de las fechas en que se iban a realizar inspecciones. Son ya tres los funcionarios vinculados al poderoso Ministerio de Finanzas arrestados bajo la acusaci¨®n de haber recibido sobornos.

La corrupci¨®n que corroe el sistema econ¨®mico japon¨¦s como una gangrena no pod¨ªa explicarse sin importantes complicidades en los organismos oficiales. Y la porquer¨ªa ha empezado a salir a flote. A media tarde de ayer, dos funcionarios del Ministerio de Finanzas, Koichi Miyagawa, del departamento de inspecciones, y Toshimi Taniuchi, del de Direcci¨®n y Administraci¨®n, fueron detenidos por haber aceptado sobornos. Hace s¨®lo una semana otro ex funcionario era arrestado por filtrar informaci¨®n al banco de inversi¨®n Nomura Securities.El primer ministro japon¨¦s, Ryutaro Hashimoto, comprometido desde comienzos de a?o a restablecer el equilibrio de las finanzas niponas, lament¨® que ocurran situaciones como ¨¦sta, y se mostr¨® esperanzado en que los investigadores lleguen al fondo. "No tengo palabras para comentar esta situaci¨®n", explic¨® ante las c¨¢maras el ministro de Finanzas, Hiroshi Mitsuzuka.

Si la situaci¨®n se deteriorase en el Ministerio de Finanzas, el propio Mitsuzuka, defensor a ultranza de las medidas m¨¢s austeras para estabilizar la econom¨ªa, corre el riesgo de ser destituido, y la crisis financiera se cobrar¨ªa una primera v¨ªctima.

El arresto de los dos funcionarios se consum¨® a media tarde, despu¨¦s de que unos 100 funcionarios de la fiscal¨ªa registraran los despachos de Miyagawa y Taniguchi. Del primero, de 53 a?os, se sospecha que recibi¨® el equivalente a ocho millones de pesetas de los bancos Asahi y Dai-lchi Kangyo. Taniuchi, de 48 a?os, es sospechoso de haber recibido obsequios por 1.900.000 pesetas del banco Sanwa, que adem¨¢s se hizo cargo de facturas por otras 300.000 pesetas a cambio de informes confidenciales. Tras los avisos de los funcionarios a los bancos, las entidades hac¨ªan lo necesario para ocultar informaci¨®n comprometedora sobre el estado real de sus cuentas.