Los conservadores explotan el romance del ministro brit¨¢nico de Exteriores
El dilema de Tony Blair en el campo diplom¨¢tico no resid¨ªa ayer en la espinosa cuesti¨®n de Irak ni en el curso que quiere dar a la presidencia rotativa de la Uni¨®n Europea, que actualmente ostenta el Gobierno de Londres. Para el primer ministro laborista, el m¨¢s reciente dolor de cabeza tiene mas bien que ver con las andanzas rom¨¢nticas de su ministro de exteriores, Robin Cook.
En un episodio que inevitablemente est¨¢ provocando comparaciones con la crisis en la presidencia de Bill Clinton -que algunos diarios brit¨¢nicos denominan el fornigate-, Cook ha quedado en el punto de mira de la oposici¨®n conservadora por su supuesto empe?o de contratar a su flamante novia, Gaynor Regan, en el Ministerio de Asuntos Exteriores.El l¨ªo que acapara los titulares de los diarios sensacionalistas todav¨ªa no amenaza el futuro pol¨ªtico de Cook, pero abundan apuestas a que, tarde o temprano, va a asestar un rev¨¦s al Gobierno. Las acusaciones de abierto adulterio son discutibles ya que Cook se divorci¨® recientemente de su mujer tras 28 a?os de matrimonio. Tampoco hay escandalosas revelaciones sobre la vida ¨ªntima del jefe de la diplomacia de un pa¨ªs en cuyo Gabinete j¨®ven y liberal existen representantes de la comunidad de homosexuales.
El problema estriba en que Cook quiso dar trabajo a su novia -"amante" es el t¨¦rmino que usa con fruici¨®n la prensa opositora- tras despedir a Anne Bullen, la secretaria que hered¨® cuando se hizo cargo del despacho tas la partida de Douglas Hurd el a?o pasado. Cook admiti¨® hace dos d¨ªas que cuando propuso el nombre de Regan no aclar¨® sus vinculos con ella.
Cook, que ha negado enf¨¢ticamente haber actuado de mala fe, reemplaz¨® eventualmente a Bullen con otra funcionaria decarrera. Esto no le salv¨® de la avalancha de cr¨ªticas a su personalidad y estilo. Lejos deconseguir huir de la picota, el ministro, al que sus numerososcr¨ªticos le imputan una intolerable arrogancia, se vio en los ¨²ltimos d¨ªas acusado de otrostraspi¨¦s. Uno tiene que ver conel hecho de que hizo esperar innecesariamente a la difunta princesa Diana de Gales durante 30 minutos. Otro se?ala que abandon¨® secretamente a la reina Isabel durante la gira que realiz¨® por la India y Pakist¨¢n en octubre pasado.
La misteriosa e inesperada desaparici¨®n de Robin Cook -el "weekend perdido", como lo ha bautizado la prensa hizo suponer a mucha gente que su discreto retorno al Reino Unido tuvo algo que ver con los trajines sentimentales relacionados con Gaynor Regan.
Con firmeza, Blair ha salido en defensa de Cook afirmando a trav¨¦s de sus portavoces que el embarazoso atasco en el que se encuentra el ministro no causar¨¢ su alejamiento del Gabinete. "En este tipo de historias lo que existe es una absoluta falta de perspectiva", dijo un portavoz oficial respondiendo a la versi¨®n del Express, segun la cual Blair ya est¨¢ estudiando c¨®mo deshacerse de Cook. Indirectamente, Buckingham Palace dijo hace dos d¨ªas que, contrariamente a todos los rumores, la Reina no se sinti¨® en absoluto molesta por la s¨²bita ausencia de Cook durante el periplo por el subcontinente indio.
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