Aznar busca un acuerdo con Almunia para poner l¨ªmite al di¨¢logo con HB que pretende Ardanza

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, plantear¨¢ al l¨ªder del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, un pacto para limitar el di¨¢logo con Herri Batasuna que pretende el lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza en el caso de que ETA acepte antes una tregua. El terrorismo centrar¨¢ la reuni¨®n que en los pr¨®ximos d¨ªas mantendr¨¢n ambos l¨ªderes, quienes se vieron por ¨²ltima vez en La Moncloa a principios de diciembre. Aznar quiere hacer ver al secretario general socialista la conveniencia de que, en las actuales circunstancias, con ETA golpeando con toda crudeza, el Gobierno y el primer partido de la oposici¨®n deben recuperar el consenso, debilitado en los ¨²ltimos meses. El jefe del Gobierno espera que el PSOE colabore con ¨¦l en la reconducci¨®n de la propuesta formulada por Ardanza en lo que el lehendakari denomina "segunda fase" del Pacto de Ajuria Enea.

El jefe del Gobierno vasco defiende una nueva etapa de consenso entre todos los partidos vascos, en la que se afronte un di¨¢logo pol¨ªtico sin l¨ªmites y a la que se incorporar¨ªa Herri Batasuna tras el previo compromiso de ETA de una tregua. El acuerdo que busca el lehendakari, y que Aznar quiere matizar con la ayuda de Almunia, comprometer¨ªa, de ser aprobado, al Gobierno central.Esta cuesti¨®n fue abordada el 17 de enero en La Moncloa durante la reuni¨®n que mantuvieron Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, el lehendakari y el presidente del PNV Xabier Arzalluz. Ardanza entreg¨® entonces un ejemplar de su propuesta al presidente del Ejecutivo, y simult¨¢neamente abr¨ªa en Euskadi una ronda de consultas con los partidos del bloque democr¨¢tico. Ya con un amplio apoyo, Ardanza tiene intenci¨®n de volver a reunirse con Aznar antes de fin de mes. Tambi¨¦n lo har¨¢ con el secretario general del PSOE. De ah¨ª que la cuesti¨®n vaya a ser abordada antes entre el Presidente del Gobierno y del PP y el l¨ªder de la oposici¨®n.

La iniciativa de Ardanza, que viene a ser su testamento pol¨ªtico ya que en octubre dejar¨¢ la presidencia tras m¨¢s de trece a?os de mandato, apuesta por una v¨ªa de salida dialogada al terrorismo. Ardanza parte de la base de que el terrorismo puede seguir muchos a?os si no se adopta alguna iniciativa pol¨ªtica, que ¨¦l sit¨²a en los partidos vascos y a los que propone hablar a tumba abierta. Su propuesta comprender¨ªa dos fases: una, entre los partidos del bloque democr¨¢tico; y otra posterior, a la que se incorporar¨ªa HB previo cese de las armas de ETA.

El Gobierno de Aznar no se ha pronunciado oficialmente sobre esta propuesta, pero la quiere reconducir porque no le gusta su actual formulaci¨®n, sobre todo en lo que se refiere a no poner l¨ªmites al di¨¢logo y dado que ya ha trascendido que alguna formaci¨®n quiere incorporar en ella el derecho a la autodeterminaci¨®n. El jefe del Gobierno conf¨ªa en el respaldo de los socialistas, aunque sin buscar el enfrentamiento con el PNV, con quien mantiene una estrecha colaboraci¨®n en el Congreso de los Diputados. La idea de Aznar es que el PSOE colabore para conseguir que el PNV, primer partido en Euskadi, clarifique y se replantee su posici¨®n en lo que se refiere a la conveniencia de abrir un di¨¢logo de esa envergadura.

El viernes pasado, tras el asesinato en Sevilla del concejal del PP Alberto Jim¨¦nez-Becerril y de su esposa, Ascensi¨®n Garc¨ªa, Aznar y Almunia pactaron por tel¨¦fono celebrar una reuni¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas para abordar la brutal ofensiva de ETA. Los atentados de la banda terrorista contra concejales del PP no van a alterar, como reitera Mayor Oreja, la estrategia antiterrorista del Gobierno, basada en la actuaci¨®n policial, la cooperaci¨®n internacional y el rechazo a cualquier tipo de di¨¢logo con el entorno de ETA mientras ¨¦sta no deje de matar. No obstante, el Gobierno est¨¢ dispuesto a introducir ajustes a esa pol¨ªtica. Adem¨¢s de aumentar la eficacia policial, Aznar busca soldar la actuaci¨®n de los partidos democr¨¢ticos, porque est¨¢ convencido de que el enfrentamiento de los ¨²ltimos meses ha abierto fisuras que facilitan la estrategia diab¨®lica de ETA.

El Ejecutivo y el PSOE han mantenido duras pol¨¦micas en coincidencia precisamente con la campa?a de asesinatos de los concejales del PP. Mientras los socialistas han acusado a los populares de tratar de rentabilizar electoralmente los atentados, el partido en el Gobierno ha censurado duramente al PSOE tras la defensa de Joaqu¨ªn Almunia de una pol¨ªtica favorable a la reinserci¨®n de los etarras, incluyendo, llegado el caso, los indultos.

El Gobierno cree que ahora se dan las circunstancias para un acuerdo con el primer partido de la oposici¨®n, con el que tradicionalmente las coincidencias en materia antiterrorista han superado las diferencias. De hecho, los ¨²ltimos mensajes de los socialistas van en esa l¨ªnea. Pero Aznar busca algo m¨¢s. Una postura com¨²n para limitar la propuesta que Ardanza le dej¨® sobre la mesa hace veinte d¨ªas.

Al Ejecutivo le preocupa especialmente la disposici¨®n del lehendakari a que todos los partidos vascos lleguen a un acuerdo sin l¨ªmites y que el Gobierno central tendr¨ªa que asumir como tal. Aznar quiere dejar claro que no aceptar¨¢ ning¨²n di¨¢logo con HB sin que ETA abandone antes las armas. El documento de Ardanza est¨¢ muy medido. Contiene expresiones como "ning¨²n Gobierno democr¨¢tico va a establecer un di¨¢logo pol¨ªtico con una organizaci¨®n terrorista en ejercicio" y "el di¨¢logo no podr¨¢ ser con ETA".