El acusado de matar a un guardia real proclama su inocencia, pese a que los testigos le han identificado

"Aquella noche cen¨¦ y dorm¨ª en casa de mis padres; yo no estuve all¨ª [en la hamburgueser¨ªa]". Con esta coartada se present¨® ayer ante el tribunal Alberto Acedo, ¨²nico procesado por el asesinato del guardia real David Guerrero, ocurrido el 7 de enero de 1996 en una hamburgueser¨ªa de la calle de Concha Espina. El juicio contra Acedo, que tiene antecedentes por robos, comenz¨® ayer en la Secci¨®n Quinta de la Audiencia de Madrid. El fiscal pide para Acedo 25 a?os de c¨¢rcel. En el crimen intervinieron dos personas, pero la polic¨ªa no ha identificado a¨²n a la segunda.

La coartada de Acedo se vio pronto refutada por varios de los empleados del burger, que le identificaron como la persona que entr¨® con un rev¨®lver en el local y descerraj¨® al guardia real dos tiros casi a bocajarro. El guardia, de 23 a?os, tuvo la mala fortuna de acceder al local, junto con su novia, justo cuando los atracadores exig¨ªan el dinero a la cajera. Uno de los delincuentes se volvi¨® hacia ¨¦l y, sin mediar palabra, le dispar¨® dos veces casi a bocajarro. Eran cerca de las tres de la madrugada.

Acedo asegur¨® al tribunal que en aquella ¨¦poca sol¨ªa estar por las ma?anas en su casa, con su esposa y su hija de cinco a?os, y por las noches, en la de sus padres, donde pernoctaba. "Apenas sal¨ªa: estaba dejando las drogas y mis padres me ten¨ªan muy controlado", dijo. Acedo asegur¨® que se enter¨® del crimen por televisi¨®n. Los empleados del local no dudaron, en cambio, en apuntarle como el hombre que efectu¨® los dos disparos. Recordaron el grosor de los cristales de las gafas del atracador y su nerviosismo cuando vio que no hab¨ªa dinero en la caja. Los ladrones huyeron en un coche que luego incendiaron para borrar huellas.