Pol¨ªticos y expertos reclaman en Davos "reglas de juego" para la mundializaci¨®n

Pol¨ªticos, expertos y sindicalistas coincidieron en el 28 Foro Econ¨®mico de Davos en reclamar unas nuevas "reglas de juego" para la econom¨ªa global. La primera dama estadounidense, Hillary Clinton; el secretario general de la ONU, Kofi Annan; la ex primera ministra noruega Gro Harlem. Brundtland, entre otros, se manifestaron a favor de la expansi¨®n del libre mercado y la libre circulaci¨®n de capitales, pero no de una forma salvaje.

"Mundializaci¨®n", sigue siendo el sustantivo m¨¢gico del exquisito club de Davos. Pero la crisis asi¨¢tica -profetizada en 1994 por Paul Krugman, a quien nadie, tampoco Davos, escuch¨®- ha puesto en tela de juicio la mundializaci¨®n salvaje, sin reglas. As¨ª lo destac¨® en su informe general la ex primera, ministra noruega Gro Harlem Brundtland."La mundializaci¨®n continuar¨¢ siendo un gran factor" del crecimiento econ¨®mico, sostuvo. El reto, ahora es "extraer [de ella] los beneficios y prevenir las marchas atr¨¢s". Para eso "necesitamos reglas de tr¨¢fico, reglas de juego, est¨¢ndares y c¨®digos de conducta". En caso contrario, se avizora un gran "peligro, que la crisis asi¨¢tica nos conduzca a un proteccionismo reaccionario concluy¨® Brundtland.

Con el mismo esquema de reflexi¨®n, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, consider¨® que "el advenimiento de una econom¨ªa mundializada parece irresistible e inevitable". Pero "los mercados no funcionan en el vac¨ªo, afloran desde un marco de reglas y leyes, y responden a las se?ales enviadas por los Gobiernos y otras instituciones", record¨®.

"Nuestra era es la del internacionalismo, no la del asilacionismo, pero no todos se percatan", concluy¨® Annan. Sin embargo, ninguna de las voces escuchadas en Davos, incluidas la del presidente del Congreso de EE UU, el republicano Newt Gingricht; y las de los dirigentes chinos y japoneses, cayeron en la tentaci¨®n de denostar el libre comercio o la libre circulaci¨®n de capitales.

La consigna del momento es organizar ambos fen¨®menos para evitar sus efectos negativos. Como dijo Hillary Clinton, "hoy somos m¨¢s interdependientes que nunca, y creo que eso es bueno", pero hay que "perfeccionar el mecanismo imperfecto del libre mercado" porque genera problemas de inestabilidad, especialmente [visibles] hoy en los, mercados financieros".

Los l¨ªderes sindicales entraron a ese trapo que tanto han acariciado, pero esta vez con propuestas m¨¢s concretas y realistas que en el pasado. Propusieron, por ejemplo, que el Fondo Monetario Internacional condicione sus planes de ayuda al cumplimiento de unos m¨ªnimos est¨¢ndares sociales por parte de los pa¨ªses beneficiarios. Y que los movimientos de capital, sin dejar de circular con libertad, sean gravados no con un impuesto, sino con un seguro cuyo producto se destinar¨ªa a las v¨ªctimas sociales de las crisis.