El IVAM exhibe una retrospectiva del escultor Adolf SchIosser

El espacio, dibujar en ¨¦l, jugar con ¨¦l, es el ejercicio que Adolf SchIosser, nacido en Austria el a?o 1939, practica en su obra, como los grandes escultores, de este siglo. De la fragilidad y sutileza de los materiales, que proceden de la naturaleza, surge su principal especificidad y el gran atractivo de su trabajo. Pureza, simbolismo, humor y poes¨ªa se combinan en una obra que el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) revisa en una exposici¨®n que fue inaugurada ayer en su Centre del Carme. Se trata de la primera retrospectiva de Adolf Schlosser y abarca un total de 60 esculturas e instalaciones y 17 dibujos realizados desde el a?o 1976 hasta la actualidad. Dif¨ªcilmente clasificable, pese a que se le han aplicado t¨¦rminos como minimalismo o land art Schlosser ha contado como comisario de la muestra con alguien que conoce bien su trayectoria: el fil¨®sofo y escritor chileno Patricio Bulnes, que desde los tiempos de la galer¨ªa Buades, ha seguido su obra con inter¨¦s. Ayer explic¨® que ha escogido un criterio cronol¨®gico para ordenar la exposici¨®n, que incluye obras realizadas con varilla de hierro y piel de cabra, con ramas de arbustos o lascas de granito embetunadas, con troncos de ¨¢rboles quemados o cortezas de alcornoque sobre las que se han montado fotograf¨ªas.

Realidad e ilusi¨®n

Marinero y residente en Islandia durante los primeros a?os sesenta, Schlosser ha hecho de Moby Dick, de los veleros y del ajedrez algunos de sus principales motivos de inspiraci¨®n. Patricio Bulnes destac¨® especialmente una l¨ªnea que preside toda la obra de Schlosser: la preocupaci¨®n por la relaci¨®n entre interior y exterior, entre realidad e ilusi¨®n, con el fuerte reclamo de la tierra que act¨²a como un permanente polo de atracci¨®n.El director del Instituto Valenciano de Arte Moderno, Juan Manuel Bonet, record¨® que Schlosser, nacido en Austria, recibi¨® el Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas en Espa?a en 1991, en una demostraci¨®n de que la cultura debe insertarse en lo universal. Seg¨²n Bonet, se trata de "uno de los artistas m¨¢s independientes, solitarios y dif¨ªciles de clasificar de nuestra escena", cuyas afinidades habr¨ªa que buscar, en todo caso, con creadores como Eva Lotz o Juan Navarro Baldeweg.

El cat¨¢logo de la muestra incluye textos del propio Adolf Schlosser, autor desde sus primeros tiempos en Viena de poes¨ªas y peque?os ensayos, y de un cr¨ªtico como Francisco Calvo Serraller, que se ha ocupado con especial pasi¨®n de su obra. Tambi¨¦n hace en el cat¨¢logo una breve aportaci¨®n Carlos Varona Nervi¨®n, que intervino en los conciertos que protagoniz¨®, a partir de sus singulares instrumentos musicales, durante la d¨¦cada de los a?os setenta, este poeta de la naturaleza, del mar, de las velas, las piedras, las ballenas y la libertad.