Manos Unidas lanza una campa?a solidaria para 'invertir en justicia'
Manos Unidas ha presentado en Madrid su campa?a Invierte en Justicia, Gana en Solidaridad, centrada en el comercio justo y en la condonaci¨®n de la deuda externa del Sur. Como ejemplo de eficacia de un proyecto apoyado por esa organizaci¨®n humanitaria, Pedro Opeka relat¨® su experiencia transformadora de la vida de marginados y basureros de Madagascar.
Seg¨²n la presidenta de Manos -Unidas, Consuelo Lobo, la campa?a anterior recaud¨® 7.622 millones de pesetas, el 75,5% de los cuales son fondos privados. Invierte en Justicia... parte de los siguientes datos: 1.300 millones de personas sobreviven en el mundo con menos de 150 pesetas al d¨ªa; 359 multinacionales acaparan el 40% del comercio; hay 1.000 millones de adultos analfabetos, el 75% de los cuales son mujeres.
Pedro Opeka, de 49 a?os, argentino hijo de emigrantes eslovenos, pertenece a la congregaci¨®n de San Vicente de Paul y lleva 25 a?os en Madagascar. Dirige una Akamasoa (Buenos Amigos), organizaci¨®n que -apoyada hoy por 110 millones de pesetas para tres a?os por Manos Unidas- ha logrado cambiar la vida de unas 16.000 personas "que eran pasto de la desesperanza" en los basureros y suburbios de la capital, Antananarivo. "Cuando llegu¨¦ en 1989 a Tana [Antananarivo]", dice, "hab¨ªa recesi¨®n, bandidismo en el campo, paludismo cr¨®nico, emigraci¨®n sin freno a la capital. Encontr¨¦ miles de familias que, sin poder pagar el alquiler, hab¨ªan sido arrojadas a la calle. Miseria y exclusi¨®n social juntas. La calle deteriora: convierte en violento, despoja de la esperanza".
Expertos
Sin embargo, la tremenda losa se levant¨®. "Fue porque los j¨®venes no se rindieron", se?ala Opeka. "Los expertos no cre¨ªan que cupiera hacer nada. Los expertos miden los datos de la pobreza, pero no la comprenden. Por eso no pueden ser eficaces. Nosotros, con el reciclado del gigantesco basurero de una ciudad de 1,2 millones de habitantes, hemos puesto en pie industrias de abono, trabajo en canteras, programa de viviendas, talleres, dispensarios, una escuela para 2.000 ni?os".Para el misionero, estos logros son adem¨¢s sostenibles: "El pa¨ªs es muy pobre, y est¨¢ desorientado. La tasa de natalidad es del 3% y el crecimiento econ¨®mico no pasa de esa cifra en su mejor momento. En ocho a?os hemos conocido cinco gobiernos y siete ministros de la Poblaci¨®n. Pero Akamasoa demuestra que cuando se quiere, se puede. Hoy el barrio del basurero es el m¨¢s limpio de Tana. Y a 60 kil¨®metros, en Antolojonahary (Regalo de Dios), hemos vuelto a demostrar que los expertos estaban equivocados: la gente que se hab¨ªa refugiado en la ciudad y que en ella encontr¨® el infierno se instal¨® con nosotros en el campo, y hoy son 200 hect¨¢reas con servicios b¨¢sicos y cooperativa, hasta equipos de f¨²tbol. Todo ello ha salido de lo que los expertos llaman sector informal: la gente se ha organizado, y todo funciona con 120 voluntarios ¨ªntegramente malgaches. Y cuando los domingos veo a 6.000 personas en misa, en una cancha de baloncesto, s¨¦ que est¨¢n reencontrando su armon¨ªa. Creo humildemente que Akamasoa, que naci¨® de la nada y a fuerza de voluntad, es hoy un proyecto incluso exportable".
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