El Supremo absuelve a una mujer que trafic¨® con droga para evitar un suicidio
El Tribunal Supremo ha absuelo de un delito de tr¨¢fico de drogas a una mujer que camufl¨® una papelina de hero¨ªna en una toalla para hac¨¦rsela llegar en 1993 su hermano, adicto a las drogas desde joven y encamado en el hospital de Carabanchel.El Supremo le ha aplicado la eximente completa de "estado e necesidad"; es decir, que la acusada cometi¨® el delito "ante el temor real y cierto" de que su hermano se suicidara si no le hac¨ªa llegar la papelina. Es excepcional que un tribunal aplique esta eximente en toda su extensi¨®n en un caso de tr¨¢fico de drogas. La Sala Segunda del Supremo ha valorado la "gran labilidad emocional, con rasgos de personalidad infantil" de la acusada, Mar¨ªa Francisca S. Q.
?sta es la segunda vez que el Supremo se pronuncia sobre este caso (primero conden¨® a la chica, luego anul¨® la sentencia por una cuesti¨®n procesal y ahora ha optado por absolverla). El caso le lleg¨® procedente de la Audiencia de Madrid, con un fallo tambi¨¦n absolutorio. En el juicio de la Audiencia, celebrado en 1995, el fiscal pidi¨® que Mar¨ªa Francisca ingresase en la c¨¢rcel por tr¨¢fico de drogas. Como la Audiencia no le dio la raz¨®n, el fiscal present¨® un recurso de casaci¨®n ante el Alto tribunal.
PASA A LA P?GINA 5
Drogas en la c¨¢rcel
El Supremo justifica que la chica delinquiese para evitar "un mal mayor": el suicido de su hermano
Durante su cautiverio, Laureano sigui¨® consumiendo drogas, al menos "mientras pudo pagarlas" a sus compa?eros. Y que cuando ¨¦stos le cortaron el suministro, intent¨® en dos ocasiones suicidarse: "Una vez se cort¨® las venas de los brazos y otra se trag¨® varias pilas el¨¦ctricas..." En una de esas ocasiones, su hermana -la acusada- le visit¨® en el hospital de Carabanchel. Con una "bolsa de suero y otra de sangre" enganchadas a sus brazos, Laureano le pidi¨® que ocultase en una toalla una papelina que le entregar¨ªa en la calle un amigo. "Si no lo haces, me suicido", le advirti¨®.Mar¨ªa Francisca cosi¨® la papelina en una esquina de la toalla, si bien la droga fue intervenida por un funcionario de prisiones antes de que llegase a las manos de Laureano. Fue detenida y se abri¨® contra ella un proceso por tr¨¢fico de drogas.
Sostiene el Supremo que en este caso s¨ª cabe hablar de "estado de necesidad", ya que "la amenaza" de suicidio fue "seria y cre¨ªble, y, adem¨¢s, estaba avalada por dos intentos previos de suicidio". Al igual que dictamin¨® la Audiencia, considera que la chica cometi¨® un delito para evitar "un mal mayor", la muerte de su hermano. "La vida humana es el principal bien jur¨ªdico" que protegen las leyes. "El estado de necesidad", razona, "implica la existencia de un conflicto objetivo e ineluctable entre dos bienes, la salvaguarda de uno de ellos, la vida, afecto de una situaci¨®n de peligro real y grave, requiere la lesi¨®n o puesta en peligro del otro [la salud de su hermano]; la conflictividad entre los dos bienes es ineludible y deviene imposible la evitaci¨®n de ambos".
Por tanto, no tiene raz¨®n el ministerio fiscal, seg¨²n el alto tribunal, cuando alega que la chica pudo utilizar otras alternativas no delictivas e inocuas para evitar el eventual suicidio. A juicio del Supremo, la opci¨®n que eligi¨® la acusada (llevarle la droga a su hermano) "aparece como la alternativa m¨¢s justificable en su af¨¢n y esperanza de ahuyentar el prop¨®sito de suicidio anunciado". Pues ella era "consciente" de los "m¨²ltiples incidentes habidos durante la permanencia en prisi¨®n de su hermano, de las condiciones psicol¨®gicas que ¨¦ste sufr¨ªa y de la inoperancia de los cuidados y medidas del centro [penitenciario] para paliar la permanente conflictividad que suscitaba su familiar". Es decir, que si no le hubiese llevado la droga y su hermano decide suicidarse, dif¨ªcilmente nadie podr¨ªa haberlo evitado por mucho que ella hubiese alertado a los funcionarios.
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